Cuando aterrices en Bangkok y vayas en busca de un taxi, no te fijes solo en coches de color negro o amarillo, los colores habituales de estos vehículos en el resto del mundo. En la capital de Tailandia hay taxis de todos los colores, un arco iris que recorre las calles de la ciudad sin descanso: taxis de color verde, rosa, azul, violeta, marrón, etc. y decenas de combinaciones distintas.
Pero dentro de este batiburrillo cromático, en los taxis de Bangkok existe cierto orden: los que lucen un solo color son taxis pertenecientes a una determinada empresa, mientras que los bicolores son generalmente taxis individuales conducidos por los mismos propietarios de los coches. Dicen que los de verde y amarillo son los más baratos.
Pero el espectáculo colorista del tráfico en Bangkok no se limita sólo a los taxis: también los autobuses presentan vivos y variados colores, cada uno de ellos con un significado concreto que nos indica el precio de la tarifa, la ruta, si dispone de aire acondicionado o no y mucha más información que los habitantes de ña ciudad saben descifrar magistralmente. Para los turistas esto es en cambio un gigantesco galimatías.
¿Cómo orientarse dentro de este caos? La mejor manera que tienen los turistas para averiguar el destino de cada autobús es la combinación de colores y números. Por ejemplo: el autobús nº 7 de color azul no toma la misma ruta que el autobús nº 7 de color rojo o amarillo o verde. Lo mejor es hacerse con un mapa explicativo en alguna de las oficinas de turismo de la ciudad.
Esa obsesión por los colores está bien arraigada en el alma de los tailandeses, que incluso tienen colores diferentes para cada día de la semana: el domingo es de color rojo, el lunes amarillo, el martes rosa, el miércoles es verde (o gris), el jueves es de color naranja, el viernes es azul, y el sábado es morado.