Los templos de Angkor, maravilla en Camboya

Una de las atracciones turísticas más populares y hermosas de Camboya son los templos de Angkor, un complejo de piedra casi tragado por la selva húmeda, no muy lejos de la actual ciudad de Siem Reap.

Muchos deliran por las playas y bahías de Tailandia pero en verdad estos templos en Camboya son espectaculares, y si te gustan la historia y la arqueología, pues no hay mejor destino en esta parte del mundo.

Angkor

Angkor es una palabra del sánscrito, lengua de la antigua India que tiene por lo menos 3 500 años. Hoy es la lengua litúrgica del Hinduismo y también aparece con frecuencia en los textos del Budismo.

La ciudad de Angkor fue la capital del antiguo Imperio Khmer que floreció entre los siglos IX y XV y que en cierto momento fue una ciudad muy poblada. Está en un bosque húmedo y tropical, cerca de la ciudad de Siem Reap, en la provincia del mismo nombre. Se cuentan miles de templos, no son pocos, y es impresionante verlos emerger de entre verdes pasturas y campos de arroz.

La arqueología moderna ha salvado a muchos de su desaparición pues en un lugar tan húmedo y con tanta vegetación rampante el paso del tiempo los ha ido devorando entre ramas, raíces y hojas. Por otra parte la UNESCO ha colocado las ruinas, tanto de Angkor Wat como de Angkor Thom, bajo su protección como Patrimonio Mundial.

Hace mas de diez años y con la ayuda de imágenes satelitales se ha descubierto que Angkor fue la ciudad pre-industrial más grande del mundo, con templos y zonas urbanas a la redonda, con red de agua para la población y para drenar las tierras en una zona donde los monzones están a la orden del día.

Parece que hacia el siglo XVII Angkor Wat todavía no estaba del todo abandonada, así lo revela un explorador portugués o asentamientos japoneses en la zona, y que incluso en el siglo XIX las ruinas eran conocidas por la población local y eran mostradas a los pocos europeos que andaban por allí. Y eran tan impresionantes que a comienzos del XX comenzaron las obras de restauración de mano de un grupo de franceses.

Las obras continuaron por muchas décadas y fue un proyecto enorme, así que recién acabaron a fines de 1993. ¿Sabías que algunos templos fueron desarmados piedra por piedra y vueltos a armar sobre cimientos de concreto, por ejemplo? El resultado es admirable y por eso en los últimos años ha crecido mucho la cantidad de turistas y en los alrededores han empezado a aparecer hoteles y restaurantes.

Se calcula que hay dos millones de turistas al año y eso es muchísimo para un sitio de la antigüedad de Angkor. Lamentablemente el problema todavía no se ha resuelto.

Visitar los templos de Angkor

Primero debes saber que debes comprar un pase, el Angkor Pass, para visitar los templos en el Parque Arqueológico de Angkor. Se compra en la entrada principal o en la carretera rumbo a Angkor Wat. Hay pases de un día, de tres y de siete. Se usan en días consecutivos.

El sitio abre de 5 am a 6 pm pero algunos lugares tienen distintos horarios de cierre, así que es conveniente saber por anticipado qué templos no quieres perderte y conocer sus horarios antes de empezar. Incluso, algunos lugares tienen un ticket aparte, como Beng Melea o Phnom Kulen.

Básicamente se trata de visitar Angkor Wat, Angkor Thom, Bakong, Baksei Chamkrong, Banteay Samre, el templo Bayon, Preah Ko, la Terraza de los Elefantes y Phnom Kulen, solo por nombrar algunos destinos. La zona es amplia, de kilómetros y kilómetros, y muchos son complejos de templos más que un templo solo.

Angkor Wat es magnifico y muchos consideran que está a la altura de las Pirámides de Egipto. Está situado a seis kilómetros al norte de la ciudad de Siem Reap y al sur de Angkor Thom. Solo se puede entrar por la puerta occidental.

Se construyó en la primera mitad del siglo XII y se calcula que las obras duraron tres décadas. Es un templo dedicado al dios Vishnu y es el templo más grande del complejo y el mejor preservado. Se cree que se trata de un templo funerario para el rey Suryavarman III, y es una replica en tamaño pequeño del universo en la que la torre central representa la montaña mítica de Meru, en el centro del cosmos.  Es enorme y te pierdes entre sus salones, galerías, columnas, patios y pórticos.

Angkor Thom fue la última capital del Imperio Khmer. Era una ciudad fortificada donde vivían oficiales, funcionarios y monjes. Lo que era de madera sucumbió al tiempo pero han quedado los monumentos en piedra: entre los templos dentro de sus murallas se cuentan la Terraza de los Elefantes, Bayon, la terraza del Rey Leper o Tep Pranam, por ejemplo. También está el Palacio Real.

Bayon está en el centro, a 1500 metros de la entrada sur. Fue construido en el siglo XII y hoy está rodeado por una densa jungla. Fue construido un siglo después de Angkor Wat. La torre tiene dos mil rostros excavados en piedra, ligeramente sonrientes. No tiene un muro alrededor y consta de tres simples niveles. También en Angkor Thom está la Terraza de los Elefantes, con estatuas de animales comandadas por príncipes y sirvientes.

Si visitas Angkor Thom ingresando por la puerta sur puedes detenerte y conocer en el camino Baksei Chamkrong. La arquitectura y decoración de este pequeño templo es hermosa y se aprecia mientras lo caminas por alrededor. Puedes escalar hasta el Santuario Central usando la escalinata norte que data del siglo X. Por otro lado está Banteay Samre.

Se trata de un templo que se ubica a unos 400 metros al este de Baray y lo mejor es entrar desde el este. Data de mediados del siglo XII y está dedicado a Vishnu. Es uno de los complejos más completos de Angkor y está muy bien restaurado aunque le falta algo de mantenimiento.

Preah Ko está en Roluos, entre Lolei y Bakong. Fue construido en el siglo IX y está dedicado a Siva. Es un templo funerario para los padres del rey Indravarman I, de traza cuadrada con murallas y torres. Como ves, puedo seguir y seguir nombrando templos pues el complejo es enorme. De ahí quye sea maravilloso y que a mi entender merezca un trbaajo previo antes de ir a conocerlo, sino corres el riesgo de perderte cosas maravillosas.

¿Apuntarte a un tour? Tal vez no sea mala idea. Cada templo es especial pero puede ser que pasado un tiempo todos te parezcan lo mismo, como sucede cuando uno visita castillos, museos o iglesias, así que investiga un poco antes de ir y apunta tus preferidos.


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