Mejores castillos franceses

Pierrefonds

Hacer una lista de los mejores castillos franceses es muy difícil, ya que en Francia hay muchos que son realmente hermosos. Las listas siempre son subjetivas, pero veremos hoy qué castillos podemos incluir en la nuestra para tener una muestra de lo que te espera en este país europeo si tu idea es visitar castillos.

Entonces, he aquí los mejores castillos franceses.

Château de Pierrefonds

Pierrefonds

Hay castillos por todo Francia, pero no siempre tienes tiempo de moverte por todo el país. Entonces, si estás en París y quieres conocer castillos que estén cerca de la capital, puedes ir a conocer el Château de Pierrefonds.

El castillo está en Pierrefonds, al norte de París, y es de origen medieval, aunque fue renovado en estilo renacentista. Parece un castillo de cuento de hadas. Los cimientos datan del siglo XIII, y un siglo después el rey Felipe Augusto lo incorporó a sus propiedades como un palacio real más. Cuando Carlos V murió en 1392 lo heredó su hijo más joven, el Duque Louis d’Orleans, quien al final lo reconstruyó.

Château Pierrefonds

El castillo cambió de manos varias veces y fue sitiado y destruido en 1617 por tropas reales, cuando su entonces dueño trabajaba con el llamado «partido de los descontentos». Las ruinas fueron compradas dos siglos después por Napoléon I y sirvió para muchos banquetes. En 1857 Napoleón III le pidió a Viollet-Le-Duc, importando arquitecto y restaurado del gótico medieval, que lo restaurara para ser residencia imperial y así llegó a nuestros días.

Pierrefonds

En este castillo se filmó Highlander, con Christofer Lambert, Juana de Arco y El hombre de la máscara de hierro, la película de 1998. Y ya en el siglo XXI la serie Merlín.

Château de Chenonceau

Chenonceau 2

Es uno de los tantos castillos del Valle del Loire y es, sin dudas, uno de los más famosos, y de lo que suelen ofrecerse como visitas de un día desde París. La verdad es que es precioso y visitándolo puedes sentir lo que era vivir en él.

Hoy es un castillo de estilo renacentista y su historia está unida a la de muchas mujeres poderosas. Fue construido en 1513 por Catalina Briconet, embellecido por Diane de Poitiers, la amante del rey Enrique II, y ampliado por la reina Catalina de Médicis. Así, se lo conoce como Le Château des Dames.

Chenonceau

El castillo está rodeado de hermosos jardines y sobre la margen de un río. Lo mas llamativo de su diseño es la elegante galería que cruza el río, de dos pisos, en la que solían tener lugares bailes y banquetes. La visita, que yo misma hice, te lleva con libertad por todos los rincones del castillo: los cuartos con sus hogares encendidos y sus muebles bien dispuestos, las escaleras, los salones, la galería y la cocina.

Chenonceau 5

La cocina es maravillosa. Está toda equipada con utensilios de cobre y puedes ver la puerta trampa que la conectaba con el río que pasa por debajo, para que la pesca y demás cosas subiera directamente por allí. Es una belleza.

Chenonceau 3

Yo visite Chenonceau en octubre, y era una mañana fría. Cuando llegamos el gran hogar de la sala estaba encendido y la verdad fue genial ingresar y calentarse el cuerpo. Recién entonces comprendí que, con dinero, hasta en la Edad Media no pasabas frío.

Château de Carcassone

Carcasonne

Este castillo es maravilloso y está en la Cité de Carcasonne. Es como una fortaleza dentro de una fortaleza y lo mejor en cuanto a castillos medievales típicos de cuentos de hadas. Fue construido en el siglo XII por Bernard Aton Trencavel, conde de Carcassone, sobre parte de unas antiguas murallas romanas.

Carcassone

El castillo tiene forma rectangular y está separado de la ciudad por un profundo foso defendido a su vez por dos barbacanas. Tiene seis torres y el lado oeste de las murallas, contra las cuales el castillo en sí está construido, son defendidas por una maciza torre cuadrada, la Tour Pine, todavía hoy la más alta de la ciudad.

Carcasonne

Dentro podrás ver algunas tumbas cátaros y demás objetos, la capilla privada del conde y un museo.

Château de Chambord

Chambord

Para muchos es uno de los mejores castillos del Valle del Loire y también puedes conocerlo en un tour desde París. Es el castillo más grande del área y está rodeado de un gigantesco parque forestado, el más grande de Europa: aproximadamente 50 kilómetros cuadrados con un muro de 32 kilómetros de largo.

Chambord

Fue construido en el siglo XVI por el rey Francisco como segunda residencia. Era su coto de caza, su retiro y el sitio para divertirse con su corte, aunque al final se usó muy poco. El diseño original lleva la firma de Domenico da Cortona, pero se fue cambiando en las dos décadas que duró su construcción.

Incluso se dice que Leonardo Da Vinci estuvo que ver en ese diseño, ya que vivió y trabajo allí los últimos tres años de su vida. De hecho, murió en el Castillo de Clos-Lucé y está enterrado en el Castillo de Amboise.

Chambord

El Castillo de Chambord tiene ocho torres enormes, 365 chimeneas, 84 escaleras y 440 habitaciones. En cada piso hay cuatro vestíbulos rectangulares y no puedes perderte la escalera abierta de doble hélice, que se adjudica a Leonardo, en la que puedes subir o bajar sin cruzarte con otra persona que se mueve en sentido inverso.

Chambord

Eso sí, todo el castillo está vacío. Puedes moverte  gusto, dar quinientas vueltas, apreciar las viejas puertas con el logo del rey, subir a sus torres y murallas, contemplar el vasto paisaje a la redonda y todo, pero el sitio es un cascarón.

Château d’Amboise

Amboise

Este castillo está sobre el río Loire y es un castillo casi perfecto. Se supone que esta zona es, desde tiempos del Neolítico, un sitio genial para observar el paisaje. Fue Luis XI quien restaura Amboise para su esposa y su hijo, el futuro Carlos VIII. Es precisamente el delfín, ya convertido en rey, que establece su hogar de la infancia como feudo de los Valois y quien transforma el castillo medieval es un palacio gótico sin igual.

Pero las cosas cambian un poco durante su construcción. En la primera etapa el rey vuelve de Italia encantado con lo que ha visto y contrata artistas italianos para darle al castillo aires renacentistas. Pero cuando muere, curiosamente al darse la cabeza con el dintel de una puerta en el castillo mismo, su sucesor, Luis XII, mete mano en las obras.

Amboise

Es bajo el reinado de Francisco I, que pasa aquí su infancia, que Amboise llega a su mejor momento. Francisco I trae de Italia a Leonardo da Vinci, hoy enterrado en la capilla de Sain-Hubert. Aquí se crían también los hijos de Enrique II y Catalina de Médici, aunque durante las guerras de religión en Francia la corte lo abandona y ya no vuelve a ser lo que era.

Tras la Revolución Napoléon lo cese al ex cónsul Pierre-Roger Ducos, que destruye mucho de la estructura original, pero ya en el siglo XIX es restaurado y hoy brilla en esplendor.

Amboise

Como ves, podríamos escribir varios artículos sobre los mejores castillos franceses. Hay muchísimos, pero tanto aquí como en Francia debees elegir con cual quedarte. Si vas a París puedes acercarte a las oficinas turísticas y contratar el tour allí mismo.

En mi caso, yo contrate un tour de un día para visitar Chenonceau, Chambord y otro castillo devenido en mansión cuyo nombre no recuerdo ya. Partimos a las las 7 am y regresamos alrededor de las 7 pm. Almorzamos en Chenonceau y el tour lo hicimos en una pequeña van en la que viajábamos cinco o seis personas. Pagamos entonces unos 120 euros por cabeza.


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