Monasterio de las Descalzas Reales

Imagen| Wikipedia

A escasos minutos de la Puerta del Sol se encuentra el Monasterio de las Descalzas Reales, un edificio cuyo exterior le hace pasar completamente desapercibido a causa de su decoración austera. Sin embargo, su interior esconde una enorme belleza. Pinturas murales, cuadros, belenes, relicarios y tapices, entre muchas otras obras de arte, nos cuentan la interesante historia de este lugar que pasa desapercibido para muchos turistas en Madrid.

Orígenes del monasterio

Alonso Gutiérrez, el contable del emperador Carlos V, compró los terrenos donde está ubicado el monasterio para hacerse un palacio. Aquí nació Juana de Austria, la hija del emperador al no tener su padre una corte estable. Años más tarde, la infanta decidió crear una comunidad religiosa y pensó que éste era el lugar ideal por lo que optó por comprárselo a los herederos de Alonso Gutiérrez. De esta forma, el 15 de agosto de 1559 llegaron las primeras monjas al Monasterio de las Descalzas Reales.

Ese mismo día tuvo lugar la gran inauguración del monasterio en la que participó la familia real pese a que la iglesia todavía estaba sin construir. Hubo que esperar hasta 1564 para terminar la iglesia y el día de la Concepción se colocó en el altar mayor el Santísimo. A Juan Bautista de Toledo se le atribuye la construcción fachada en estilo clásico mientras que el resto de la iglesia se cree que fue obra del ingeniero italiano Francesco Paciotto.

A lo largo de los años ingresaron aquí mujeres de la realeza y de la alta aristocracia. Este convento estaba ligado históricamente a las mujeres de la Casa de Austria, por lo que se podría considerar un equivalente femenino del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. La mayoría de ellas realizó importantes donaciones por lo que el monasterio llegó a contar con un fondo muy importante en obras de arte. Algunas de las más destacadas tienen la firma de Pedro de Mena, Rubens, Tiziano, Gaspar Becerra, Sofonisba Anguissola, Sánchez Coello, Brueghel, Luini o Antonio Moro, entre otros.

Durante la Guerra Civil Española el monasterio fue privado de su comunidad. No obstante, al igual que ocurrió con el Museo del Prado, se pusieron sus obras de arte a buen recaudo. Algunas bombas produjeron desperfectos en la bóveda de la escalera y en el coro. Posteriormente se realizó una restauración y volvieron las monjas.

Imagen| Wikipedia

Así es el edificio

A nivel exterior, el espacio que en origen abarcaba el Monasterio de las Descalzas Reales era enorme y en él se encontraba una gran huerta, la iglesia y las dependencias monacales. No fue hasta el siglo XIX cuando se desprendieron de parte del complejo y vendieron algunos de los terrenos.

En cuanto al interior, su aspecto actual responde a la posterior remodelación de Diego de Villanueva a mediados del siglo XVIII aunque fue ampliado en sucesivas ocasiones. Las pinturas mural son del siglo XVII, barroco madrileño y en ellas están representados el rey Felipe IV y a Mariana de Austria con la Infanta Margarita y Felipe Próspero.

Juana de Austria instaló sus aposentos al lado del altar, el cuarto real. Esa zona fue después llamada el palacio de ausencia de los Reyes. El Salón de Reyes es un espacio intermedio para recibir a las visitas entre la zona de monasterio y la zona destinada a la realeza. Desde esta sala se puede acceder al relicario (cerrado a visitas exteriores) donde se albergan muchas reliquias.

La infanta española fue enterrada aquí siguiendo su última voluntad, en un sepulcro situado en el presbiterio, en una capilla al lado de la Epístola atribuida a Juan Bautista Crescenzi. Desde aquí ella asistía a misa diaria. El sepulcro lo adorna una estatua de mármol blanco en posición orante obra de Jacobo da Trezzo, un escultor de la corte del rey Felipe II.

Imagen| Investigart

El Monasterio de las Descalzas hoy

En la actualidad son una veintena de monjas de clausura las que viven en el monasterio. Durante las visitas, ellas permanecen en zonas en las que no se las puede ver y fuera de esos horarios realizan sus tareas así como la oración y la meditación. En el coro es donde se reúnen para rezar y cantar. En el piso superior del monasterio todavía hoy se encuentran vestigios de las primeras celdas de las monjas. Ahora allí se exponen maravillosos tapices realizados en Bruselas y diseñados por Rubens, que era el pintor de la Corte en Bruselas donde residía Isabel Clara Eugenia, quien ofreció los tapices al monasterio.

Horario de visitas y precios

Horario

  • De Martes a Sábado. Mañana: 10:00 – 14:00 Tarde:16:00 – 18:30
  • Domingos y festivos. 10:00 – 15:00
  • Lunes cerrado

Precios

  • Tarifa única: 6 euros.

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