Muchos lo denominan como “The End”, o el El Fin, por encontrarse en el extremo E de Long Island, pero en verdad no son pocos los que se aventuran a recorrer los 100 kilómetros que separan a Manhattan de Montauk con el fin de disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza de estos parajes.
La zona se caracteriza pos sus extensas playas de blancas arenas, conformando el marco ideal para alguno, considerados por muchos, de los paisajes naturales más pintorescos de la región; y tal es el encanto de Montauk, que en la zona se han levantado numerosos hoteles y spas destinados para vacaciones de descanso o retiros de salud.
Y si justamente son los paisajes los que te atraen, nada mejor como el Montauk Point Lighthouse para actuar como mirador ideal, pues desde este faro construido en 1792 por orden de George Washington y que aún sigue activo, posee alguna de las mejores vistas de Montauk.
Otro lugar donde disfrutar de la naturaleza es Montauk Point, uno de los 5 parques estatales y de los mejores lugares para pescar, aunque no te sorprendas si una bandada de aves marinas comienzan a revolotear a tu alrededor ni bien captures la primer presa.
Pero la pesca no es el único deporte que se puede practicar en Montauk, sino que también los aficionados al golf podrán disfrutar de su actividad preferida en el Montauk Downs, y, en cambio, si buscas algo más de acción, podrás experimentar la vida de un cowboy americano en Hueco Profundo, un rancho ganadero con 350 años de antigüedad.