El país más barato de Europa para viajar en verano

Viajero

El país más barato de Europa para viajar en verano es Albania. Es cierto que otros como Polonia o Bulgaria también resultan muy económicos, pero, actualmente, son menos turísticos que la nación del Adriático. Y ello a pesar de que, hasta no hace mucho tiempo, estaba ajena a los circuitos de viajes.

Sin embargo, Albania cuenta con playas de ensueño bañadas por las aguas color azul turquesa del citado Adriático y del mar Jónico. Además, te ofrece bonitas ciudades llenas de monumentos y otros espacios naturales de gran belleza. A continuación, vamos a hablarte del país más barato de Europa para viajar en verano.

¿Qué ver en Albania?

Monumento a Skandenberg

Monumento a Skandenberg, héroe nacional albanés, en Tirana

Como sabrás, Albania se encuentra en la península de los Balcanes, rodeada por los montes del mismo nombre y por los mares antes mencionados. Formó parte de la Iliria griega y, posteriormente, fue llamada Albania por los romanos debido a la blancura de sus montañas nevadas. Sin embargo, sus habitantes prefieren el nombre de Shqiperia, que se traduce por águila, haciendo referencia a lo inexpugnable de su territorio.

Ya en la Edad Media, formó parte del Imperio Bizantino y, bajo el liderazgo de Skandenberg, héroe nacional por excelencia, resistió a los otomanos durante 25 años. Pese a ello, terminó siendo derrotada y permaneció en el Imperio Turco hasta el siglo XX. Después pasó varias décadas cerrado a Occidente hasta que, ya en el XXI, se ha abierto al turismo.

Ahora que ya conocemos un poco mejor la historia de Albania, vamos a descubrir todo lo que nos ofrece el país más barato de Europa para viajar en verano.

La Riviera Albanesa

Himarë

Himarë, una de las localidades de la Riviera Albanesa

Si te decimos que una parte de la costa del país recibe el nombre oficioso de Riviera Albanesa, puedes hacerte una idea de su belleza y de lo que te ofrece. Se trata de una zona de unos cien kilómetros que tiene, a un lado, magníficas playas de aguas cristalinas y pequeñas calas circundadas por vertiginosos acantilados. En cuanto al otro, puedes ver grandes montañas y todo ello con un clima que brinda muchas horas de sol.

Principalmente, coincide con la región o condado de Vlore, a orillas del mar Jónico. Más concretamente, empieza al sur del Parque Nacional de Llogara, con sus impresionantes rutas de senderismo, y la articula la carretera nacional SH8. Continúa por localidades como Himarë, Borsh, Piqeras, Queparo y Lukovë. En todos ellos tienes espectaculares playas, buenos hoteles y restaurantes y una animada vida nocturna. Pero también salpican la Riviera Albanesa muchos pueblos tradicionales de estilo mediterráneo (por ejemplo, Dhermi), con sus iglesias ortodoxas, sus castillos, sus pequeños puertos y sus vertiginosos acantilados.

La capital de la Riviera Albanesa es Vlorë, una ciudad de casi cien mil habitantes que rebosa historia y patrimonio monumental. De hecho, es una de las más antiguas del país, ya que fue puerto romano y ejerció como primera capital de la nación tras la independencia en 1912. Precisamente, en ella tienes que ver el monumento y el museo de la Independencia. Igualmente, es interesante el Etnográfico.

Vlorë

Paseo marítimo de Vlorë, capital de la Riviera Albanesa

Pero, sobre todo, si visitas Vlorë, tienes que ver la mezquita Muradije, que se edificó en el siglo XVI y que ha resistido guerras y terremotos. Su autor fue el arquitecto Sinán el Grande por encargo de Solimán el Magnífico. También debes conocer el Santuario de Kuzum Baba, que domina la ciudad desde una colina, y el castillo de Kaninë, igualmente en las afueras.

Asimismo, puedes hacer una excursión a la isla de Zvernec, situada en la laguna de Narta y donde tienes otro monasterio, en su caso edificado entre los siglos XIII y XIV. Todo ello sin olvidar los sitios arqueológicos de Orikum y Amantia.

Finalmente, no puedes abandonar la Riviera Albanesa sin visitar la localidad de Sarandë. En sus alrededores tienes la laguna Blue Sky, una de las más bonitas del país, y las ruinas de la antigua ciudad prehistórica griega de Butrinto, que es Patrimonio de la Humanidad. Asimismo, ya dentro de la población se encuentra la iglesia bizantina de San Nicolás de Bari.

Los fiordos albaneses, otra maravilla en el país más barato de Europa

Lago Komani

El lago Komani. También el país más barato de Europa tiene sus propios fiordos

El país más barato de Europa para viajar en verano también cuenta, como Noruega, con sus propios fiordos. Se trata de las primeras estribaciones de los Alpes Dináricos albaneses y enmarcan el lago de Komani. Este fue creado por el hombre al cerrar con una presa el río Drina.

Para conocerlos, debes realizar una excursión en ferri desde Komani hasta la localidad de Fierzë por las aguas del citado lago. Así, verás las impresionantes moles kársticas de las montañas Prokletije. El trayecto dura entre dos horas y media y tres horas y recorre unos treinta y cuatro kilómetros. Asimismo, los transbordadores tienen espacio para vehículos y asientos exteriores para que disfrutes del paisaje.

A bordo se venden comida y bebida. Pero también se paran en pequeños embarcaderos a los que bajan los lugareños en burros que transportan sus productos para la venta. Por otra parte, desde la villa de Fierzë puedes hacer una preciosa ruta de senderismo hasta el pueblo de Theth, ya en el Parque Natural Valbona, con sus paisajes alpinos, sus bosques frondosos y sus hondos valles.

Berat, «la ciudad de las mil ventanas»

Berat

Vista de Berat

En el país más barato de Europa para viajar en verano también encontrarás preciosos pueblos de interior. Es el caso de Berat, declarada Patrimonio de la Humanidad y conocida como «la ciudad de las mil ventanas». Debe este nombre a la singularidad de su trazado urbano, con casas de muchos ventanales tendidas sobre una colina.

Precisamente, estas viviendas tienen una estructura clásica otomana y conforman un precioso casco histórico. Berat se encuentra rodeada de colosales montañas y la baña el río Osum. Además, presume de ser la ciudad más antigua del país. De hecho, por ella han pasado romanos, bizantinos, otomanos, eslavos y búlgaros.

Dominando la localidad desde lo alto se encuentra su castillo, que también tiene en su perímetro varias iglesias y mezquitas. Bajo él, está las manzanas de Mengalem y el centro de la villa, mientras que, al lado contrario, tienes la histórica plaza del Gorica.

Gjrokastër

Bazar en Gjrokastër

Las calles que conforman el antiguo bazar en Gjrokastër

También es Patrimonio de la Humanidad como la anterior e, igualmente, la baña un río, en este caso el Drino. No en balde, conserva intactos la gran mayoría de sus monumentos. El más importante es su castillo, una fortaleza del siglo XII que la domina desde lo alto de una montaña. Asimismo, forman parte del conjunto sus murallas y otros edificios como la Torre del reloj. En su interior está el Museo Nacional de Armamento.

Pero lo más típico de Gjrokastër es su casco histórico de calles estrechas y empedradas. Son vías como las de Ismail Kadare o Gjin Zenbesi que albergan el antiguo bazar, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. Allí puedes ver también la mezquita O Xhamia e Pazarit.

Otro elemento característico de esta ciudad es el conjunto de casas señoriales de arquitectura otomana. Son construcciones de dos o tres alturas, las inferiores en piedra y la superior lisa con grandes ventanales. Finalmente, las coronan tejados de pizarra. Entre ellas, te recomendamos que te fijes en las casas Zekate y Skenduli.

Precisamente, uno de estos palacetes es el que vio nacer a Enver Hoxha, dictador del país durante cuarenta y un años. Actualmente, es sede del Museo Etnográfico. Por su lado, el puente de Ali Pasha es un antigua acueducto del siglo XIX. Está alejado del centro, pero te ofrece maravillosas vistas de la zona.

Tirana

Tirana

Pirámide de Tirana, capital del país más barato de Europa

Como sucede con cualquier otra nación, para conocer bien Albania, el país más barato de Europa, tienes que visitar su capital. Es una ciudad de, aproximadamente, ochocientos mil habitantes que hunde sus orígenes en el Neolítico. Su centro neurálgico es la plaza Skandenberg, donde están los mejores hoteles y en torno a la que se encuentran los principales monumentos.

La domina una estatua dedicada al personaje que le da nombre, héroe nacional del país, como ya te hemos mencionado. También puedes ver allí el Museo Nacional de Historia, con un espectacular mosaico en su fachada, y el palacio de Cultura. Por su parte, la mezquita de Et’hem Bey data del siglo XVIII y tiene muy cerca la Torre del Reloj, una centuria más joven.

Igualmente, es espectacular el castillo de Tirana, que compite con el de Petrela, este último a doce kilómetros de la ciudad. Pero también tiene la capital varias iglesias católicas de gran belleza. Entre ellas, la catedral ortodoxa de la Resurrección o los tempos de las de Santa María y San Procopio. En fin, otros edificios como la espectacular Pirámide (en realidad, un museo dedicado a Hoxha), el Palacio Presidencial o de las Brigadas, el de la Universidad de Tirana o el de la Academia de Ciencias completan el patrimonio monumental de Tirana.

Consejos para viajar al país más barato de Europa

El castillo de Krujë

Castillo de Krujë

Para que te hagas una idea de los precios que puedes encontrarte en Albania, te diremos que una noche de hotel puede rondar los sesenta euros y una comida los veinte. No obstante, como imaginarás, estas referencias son válidas para determinadas zonas del país, pero no para otras. Por ejemplo, Tirana y la zona turística de la Riviera albanesa son más caras. En cuanto a los vuelos, puedes conseguir ida y vuelta desde Madrid o Barcelona por unos ciento cincuenta euros.

Por otra parte, la mejor época para conocer este país de los Balcanes es el verano si quieres disfrutar de las playas. No obstante, la primavera y el otoño también son agradables para descubrirlo. En cuanto al idioma, no te será difícil que te entiendan. En las zonas turísticas, muchas personas se defienden en inglés y en otras lo hacen en italiano por la cercanía de esta nación.

La moneda es el lek, cuyo cambio está descompensado con el euro: uno de estos equivale a 105 leks. Pero en la mayoría de los negocios aceptan el propio euro. No obstante, te aconsejamos que cambies porque, si pagas en nuestra moneda, perderás dinero.

En conclusión, el país más barato de Europa para viajar en verano es Albania. Y, como ves, tiene mucho que ofrecerte. A los lugares que te hemos recomendado, también puedes añadir la ciudad de Krujë, donde nació el idioma albanés y empezó a configurarse la nacionalidad del país. Anímate a conocer Albania y disfrútala.


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