Palacio de Infantado

Imagen| Pixabay

El Palacio de los Duques del Infantado, en Guadalajara, es el edificio más bello de la ciudad castellano-manchega. Declarado monumento a principios del siglo XX, se trata de una obra de Juan de Guas en colaboración con Enrique Egas en el diseño de la ornamentación y secundado por Lorenzo de Trillo que fue edificado por orden de don Íñigo López de Mendoza, segundo duque del Infantado, hacia 1480.

Son muchos los que lo han calificado de único en su género señalándolo como una muestra de arte universal muy peculiar, siendo su fachada una las mejores en cuanto a palacios renacentistas españoles.

Atractivos del Palacio del Infantado

La maravillosa fachada está elaborada en piedra caliza traída expresamente de Tamajón, una localidad situada a 51 kilómetros de la ciudad, que compone un conjunto de puntas de diamante nada frecuente en España y una puerta principal flanqueada por dos columnas y descentrada, donde el escudo de los Mendoza tiene un protagonismo especial. Todo ricamente decorado con recursos incorporados del gótico europeo como esferas, taqueados, entretejidos o florones y del mudéjar hispánico como mocárabes y epigrafías.

Junto a la puerta principal y las puntas de diamante, la galería superior es otro de los espacios más interesantes al igual que el patio del edificio.

Imagen| Wikimedia Commons

En el interior, el Patio de los Leones tiene esquemas góticos y el conjunto prima sobre la calidad de los detalles. Incluye además figuras enfrentadas como grifos y leones, una iconografía propia de la tradición islámica más oriental. El resultado es una bella puesta en escena que se complementa con un extenso jardín, un espacio de recreo extraído de los palacios de Al-Ándalus  o de los monasterios en los que la monarquía castellana solía usar como residencia temporal. Su refinamiento es tal que reyes como Felipe II de Austria o Felipe V de Borbón lo eligieron para celebrar allí sus bodas.

Del Palacio del Infantado de Guadalajara también son famosos los artesonados mudéjares que desaparecieron durante la Guerra Civil a causa de los destrozos provocados por un bombardeo. No obstante, aún se conservan algunas de las salas que fueron decoradas a finales del XVI por pintores italianos contratados por el quinto duque del Infantado como Rómulo Cincinato.

Destaca la sala de Cronos, dedicada al dios del tiempo y a algunos símbolos del zodiaco, la sala de las batallas de la historia militar de los Mendozas y la sala de Atalanta e Hipómenes, que recrea escenas del popular mito griego. En este último salón se encuentra una hermosa chimenea de mármol de Carrara.

Museo de Guadalajara

Imagen| Turismo Castilla – La Mancha

El Museo de Guadalajara ocupa parte del edificio para albergar el museo provincial más antiguo de España. Fue creado en 1838 e incluye colecciones permanentes de arqueología, bellas artes y etnología, principalmente.

La colección de bellas artes es la más antigua del Museo de Guadalajara. Se compone por los bienes desamortizados a la Iglesia desde 1835 por lo que la temática de las obras es religiosa mayoritariamente. Completan la colección donaciones y compras de más de 200 obras pictóricas y escultóricas que cubren un periodo de tiempo que abarca desde el siglo XV al XXI.

Por otro lado, la colección sobre arqueología es la más grande de este museo y reúne piezas procedentes de excavaciones realizadas en la provincia.  La sección de etnografía resulta muy interesante para conocer las costumbres populares de Guadalajara.

A su vez, el Museo de Guadalajara ofrece dos exposiciones permanentes: Tránsitos, que exhibe los objetos más relevantes de sus colecciones integradas en un discurso de tipo antropológico y El Palacio del Infantado: los Mendoza y el poder en Castilla, que interpreta el significado y la historia de esta familia y su palacio en las salas de los frescos que creó Rómulo Cincinato.

Acoge también varias exposiciones temporales a lo largo del año. Como curiosidad, las salas destinadas a exposiciones temporales fueron en otro tiempo las habitaciones del duque. En ellas se conservan los frescos del siglo XVI y parte de los ricos artesonados que decoraban los techos.

Horario de visita

  • Invierno (del 16 de septiembre al 14 de junio): De martes a sábado de 10h. a 14h. y de 16h. a 19h.
  • Verano (del 15 de junio al 15 de septiembre): De martes a domingo de 10h. a 14h.
  • Domingos y festivos: de 10h. a 14h.

Precios de las entradas

  • General: 3 euros
  • Reducida: 1,50 euros

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