Palacio Real de la Granja de San Ildefonso

Palacio Real de la Granja

El Palacio Real de la Granja de San Ildefonso fue resultado de la fascinación del rey Felipe V por esa zona de la actual provincia de Segovia. Gracias a ella, podemos disfrutar de esta maravilla monumental que parece trasportarnos al mismísimo Versalles o a otras construcciones nobiliarias de esa época.

En concreto, el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso se halla en la vertiente norte de la sierra de Guadarrama, a apenas trece kilómetros de la ciudad de Segovia y a unos ochenta de la de Madrid. Para que lo visites sabiendo en qué debes fijarte, te explicamos todos los detalles acerca de este palacio. Pero antes vamos a hacer un poco de historia.

Palacio de la Granja: un poco de historia

El palacio de la Granja

Palacio Real de la Granja de San Ildefonso

La vertiente norte de la sierra de Guadarrama había sido lugar de caza para la monarquía española desde tiempos muy antiguos. Cuando Felipe V llegó de Francia convertido en el primer rey de la Casa Borbón, este gran aficionado a la actividad cinegética quedó fascinado por los montes de la zona.

Por ello, ordenó comprar unos terrenos que poseían los monjes jerónimos del monasterio del Parral para construir un palacio. La obra fue encargada al arquitecto Teodoro Ardemans, que era maestro mayor del Real Palacio y de la Villa de Madrid. En 1721 se iniciaron las obras, para las que se contó también con el aparejador Juan Román.

Al mismo tiempo, comenzaba la creación de los maravillosos jardines del palacio. En este caso, el responsable del proyecto fue el galo René Carlier, quien ya se había encargado del Palacio del Buen Retiro. Este colaboró con el jardinero Étienne Boutelou y con el ingeniero Étienne Marchand, que se ocupó de dirigir las obras. Asimismo, varios escultores se encargaron de elaborar las fuentes monumentales de este espacio verde de las cuales te hablaremos más adelante. Entre ellos, René Frémin, Hubert Demandré, Jean Thierry y Pedro Pitué.

Apenas tres años más tarde, tanto el palacio como los jardines estaban, más o menos, terminados. No obstante, a la muerte del rey en 1746, su esposa, Isabel de Farnesio, se retiró a San Ildefonso y mandó ampliar las instalaciones. Varios arquitectos trabajaron en la obra bajo la supervisión de Andrea Procaccini. Principalmente, Filippo Juvarra creó una nueva fachada en la parte central del jardín.

El Palacio Real de la Granja de San Ildefonso: aspecto exterior

Patio de la Herradura

Patio de la Herradura, una de las entradas al Palacio Real de la Granja

Esta maravillosa construcción está formada por el palacio propiamente dicho y una serie de edificios anejos que le otorgan planta en forma de U. Desde una perspectiva frontal el palacio tiene dos patios, el de Coches y el de la Herradura, que, actualmente, es la entrada principal. Por otra parte, como dato trágico, te diremos que, en 1918, la construcción sufrió un devastador incendio que causó enormes pérdidas de frescos, tapices, mobiliario y otros objetos decorativos.

Por otra parte, como te decíamos, varios edificios conforman el conjunto palaciego. Anexa al palacio está la Real Colegiata de la Santísima Trinidad, que alberga tanto la Capilla de las Reliquias como el Cenotafio Real. Sin embargo, ni Felipe V ni Isabel de Farnesio fueron enterrados en estos, sino en una cripta ubicada tras el altar mayor.

El panteón real de San Ildefonso, debido al talento del ya citado escultor Hubert Dumandré, fue la primera manifestación de arte funerario neoclásico en España. Y, posteriormente, sería imitado en las tumbas de Fernando VI y su esposa Bárbara de Braganza en el madrileño convento de las Salesas Reales.

Asimismo, en sentido perpendicular al palacio, puedes ver la Casa de las Damas, que hoy alberga el precioso Museo de Tapices. Y, en la parte izquierda de esta plaza, se halla la Casa de los Oficios. Finalmente, la Casa de las Flores completa el conjunto monumental unido al Palacio Real de la Granja de San Ildefonso.

No obstante, en este Real Sitio hay otras construcciones que no pertenecen estrictamente al palacio, pero también te aconsejamos visitar. Más adelante, te hablaremos de ellos. Sin embargo, antes queremos hacerlo del interior y de los jardines palaciegos.

El palacio por dentro

Salón del palacio

Uno de los salones del palacio

El interior del palacio tenía y tiene una profusa decoración barroca. Abundan los techos con molduras policromadas en oro, los frescos pictóricos en los techos e impresionantes lámparas elaboradas en la Real Fábrica de Cristales de la propia Granja de San Ildefonso. Afortunadamente, pese al incendio que te hemos mencionado, muchos de los frescos originales se conservan.

La parte del palacio que puedes visitar en la actualidad tiene dos plantas. En la principal se encuentran las estancias privadas de los reyes. Entre ellas, destacan la Galería de Retratos, el propio dormitorio, el Gabinete de Espejos y el Salón de Lacas. Por su parte, la planta baja presenta una decoración más fastuosa. De hecho, cada una de sus salas recibe el nombre de la temática que posee el fresco que decora su techo. Así, tenemos las salas de la Justicia y de Hércules, la de la Fuente de la Galatea y, sobre todo, la impresionante sala de Mármoles o de Europa.

Los jardines del palacio

Jardines del palacio

Jardines del Palacio Real de la Granja de San Ildefonso

Si la edificación palaciega es muy bonita, más espectaculares aún son sus jardines. Ocupan una extensión de ciento cuarenta y seis hectáreas en torno al edificio principal. Su diseño responde al estilo francés, cuyo mejor exponente son los del palacio de Versalles. No podemos olvidar que Felipe V era galo, misma nacionalidad del principal artífice de los jardines: el ya citado René Carlier.

Pero, además de destacar por su belleza, lo hacen como obra de ingeniería hidráulica. Para abastecer a las veintiún fuentes que adornan los jardines, se creó en la parte más alta de la finca un gran depósito al que se bautizó, significativamente, como el Mar. Desde este, el líquido fluía hasta las primeras por tubería subterráneas de hierro fundido con una longitud de trece kilómetros.

Si te decimos que estas fuentes tienen trescientos surtidores de agua y que, si todas funcionasen a la vez, consumirían nueve mil metros cúbicos de líquido, te harás una idea de la complejidad de la obra. Especial relevancia en cuanto al consumo tiene la fuente de las Ranas, que posee sesenta surtidores y depósito propio.

Junto a ella, destacan otras muchas como la de los Baños de Diana, la de Andrómeda, la de los Dragones Altos y Bajos o la de Neptuno. Como sus propios nombres te dan a entender, estas fuentes presentan temáticas de la mitología clásica. Así, incluyen deidades y escenas alegóricas. Y, como anécdota, te diremos que se hicieron en plomo para evitar la corrosión. No obstante, para que quedasen más bonitas, se las pintó imitando bronce.

Otros monumentos del Real Sitio de San Ildefonso

Puerta de la Reina

La puerta de la Reina

Tal como te decíamos anteriormente, puedes visitar otros magníficos monumentos en el Real Sitio San Ildefonso. Así, la Real Fábrica de Vidrios y Cristales, que ya te hemos mencionado de pasada. Es una construcción del siglo XVIII que alberga un interesante museo. También te recomendamos que visites las iglesias neoclásicas de Nuestra Señora del Rosario y de Nuestra Señora de los Dolores, al igual que la de Santa Isabel, aunque esta última es neogótica del siglo XIX.

A esta misma centuria pertenece la Casa de Canónigos. Por su parte, la Casa de Infantes es el actual parador de turismo y el cuartel de Guardias de Corps es un centro de congresos. Junto al parador, igualmente, tienes la Casa Bauer, edificada en el XVIII, con sus espléndidos pórtico y jardín. De esa misma época son las Caballerizas Reales y el Ayuntamiento, este último construido para que funcionase como hospital. Finalmente, no dejes de ver alguna de las puertas de la villa. Por ejemplo, la de la Reina.

Cómo y cuándo visitar el Palacio Real de la Granja

El Mar en el palacio de la Granja

Estanque del Mar en el palacio de la Granja de San Ildefonso

Puedes realizar tu vista al Palacio Real de la Granja de San Ildefonso de martes a domingo entre las 10 y las 18 horas. No obstante, debes entrar antes de las 17. Y, si quieres hacerlo de forma gratuita, tendrás que ir un miércoles o un domingo entre las 15 y las 18 horas. Por su parte, los lunes permanece cerrado. En cambio, los jardines tienen un horario diferente. De noviembre a febrero, puedes acceder a ellos entre las 10 y las 18 horas. Sin embargo, en octubre y marzo, se amplía hasta las 18.30. Y en abril, mayo y septiembre hasta las 20 horas. Finalmente, tanto del 16 al 30 de junio como en los meses de julio y agosto, el horario se prolonga hasta las 21 horas.

En cuanto a las tarifas, la básica es de nueve euros, aunque, si contratas la visita a través de una agencia, baja a siete. También hay otra reducida de cuatro euros. Y, en caso de que quieras que te acompañe un guía, tendrás que abonar cuatro más (cinco, si deseas audioguía).

Por otra parte, si viajas en tu propio coche, las carreteras que te llevan hasta la Granja de San Ildefonso desde Madrid son la A-6, la AP-6 y la AP-61. Y, desde Segovia, tienes que tomar la M- 601. Pero también tienes líneas de autobuses desde ambas ciudades. E incluso puedes viajar en tren hasta Segovia para luego tomar otro transporte hasta el Real Sitio.

En conclusión, te hemos explicado todo lo que necesitas saber acerca del Palacio Real de la Granja de San Ildefonso. Te aconsejamos que, si tienes oportunidad, lo visites porque es una maravilla a la altura del mismo Versalles. Y, de paso, acércate a la no menos preciosa ciudad de Segovia, una de las más monumentales de Castilla y León.


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