Pamukkale, cuándo ir y qué ver

Pamukkale, cuándo ir y qué visitar

Una de las atracciones turísticas más populares de Turquía es Pamakkale, el «castillo de algodón» que se esconde en el valle del río Menderes.

Es un sitio hermoso, una postal que todo viajero pretende conservar de su paso por este país. Pero antes de ir siempre conviene saber un poco más, por eso veamos hoy Pamukkale, cuándo ir y qué ver.

Pamukkale

Pamukkale, en Turquía

Esta atracción turística está en la provicnia de Denizli. Tiene 2700 metros de largo y 160 metros de altura. Se ve desde lejos y nos cuentan los geólogos que estas termas tan populares se originaron gracias a los constantes terremotos en la zona.

Las aguas contienen muchos minerales y a la larga fueron ellos los arquitectos fantásticos que le dieron forma a Pamukkale. La acumulación de minerales y de caliza blanca y piedra travertino son lo que vemos en forma de cascada colina abajo, como se vierámos cascadas congeladas.

Se forman así terrazas de travertino con aguas poco profundas, cual escalones de entre uno y seis metros de altura, con estalactitas aquí y allá. Hay mármoles, esquistos, cuarcitas y todo es tan blanco que de allí el nombre, castillo de algodón.

Pamukkale es Patrimonio de la Humanidad desde 1988.

Qué ver en Pamukkale

Terrazas de Pamukkale, en Turquía

Primero hay que saber que cuando buscas en Google imágenes vas a ver escenas fantásticas: aguas turquesas, blanco por todas partes. Bueno, es y no es tan así. Hay mucho uso de Photoshop, hay que decirlo.

Las piscinas no son ni tan blancas ni están tan llenas de aguas azules. Verás muchas piscinas aterrazadas con apenas agua, incluso secas o decoloradas. Hay zonas y zonas. Algunas partes incluso están cerradas para el turismo con la idea de proteger y preservar. Las aguas son direccionadas en distintos momentos mediante distintos canales, por ejemplo, para proteger las piscinas.

También hay terrazas fabricadas por las personas a lo largo del borde del valle, que es por donde circulan muchos turistas y desde toman las fotos. Hablando de fotos, como es un destino popular y estamos viviendo una explosión de Instagramers verás chicas en bikinis de colores o con vestiditos, tomándose fotos.

Con suerte, no se quedan mucho, así que ten paciencia y espera el mejor momento, solitario, para tomar tus fotos. Con todo esto no queremos decir que Pamukkale no vale la pena. ¡Sí lo vale! Es hermoso y si logras quedarte relativamente solo, pues mucho mejor.

Pamukkale

Entonces, lo que no puedes perderte en Pamukkale son las terrazas de travertino. Ocupan gran parte del valle con el pueblo mismo de Pamukkale en el fondo, a sus pies. La zona es pequeña así que puedes caminar. De hecho es mejor quedarse aquí que en la vecina Denizli.

Pamukkale es algo así como un resort ya que todo lo turístico se concentra en la base de las terrazas y se extiende un par de kilómetros: hoteles, restaurantes, tiendas. También a los pies de las terrazas hay un lago y está la entrada misma al pueblo de Pamukkale. Es desde esta entrada que puedes ir caminando, siguiendo el sendero que te lleva tierra arriba dónde están las mejores terrazas blancas, y claro, las ruinas de Hierapolis.

Hierapolis

Y si sigues subiendo un poco más el camino te lleva hasta las ruinas del maravilloso Gran Teatro de Hierapolis y la necrópolis. A fines del siglo XX estas ruinas fueron maltratadas por los desarrolladores turísticos, pero por suerte los planes de recomposición son bastante serios.

La entrada cuesta 200 liras turcas y te permite conocer las terrazas de travertino y el Sitio Arqueológico de Hierapolis. Los niños menores de 8 años entran gratis. Puedes comprar un ticket combinado que cuesta unas 850 liras turcas e incluye un poco más: el Museo Arqueológico de Hierapolis y el Sitio Arqueológico de Denizli Laodikeia, a solo 15 minutos en coche desde Pamukkale.

Denizli Laodikeia

Debes saber que hay tres entradas a Pamukkale: la entrada principal, la entrada sur y la entrada norte. Ésta última es dónde te dejan los autobuses turísticos. A la hora de hacer la visita hay que tener en cuenta algunas cuestiones: llevar traje de baño bajo tu ropa y llevar toalla, gafas de sol, sombrero y protector solar. También conviene llegar temprano. La puerta que abre más temprano es la entrada sur y abre a las 6:30 am.

Desde esta entrada sur llegas en solo cinco minutos a las terrazas, siguiendo los letreros. Los guardias de seguridad te pedirán que te saques los zapatos, así que vas a sentir que el polvo al fondo de las terrazas es bastante frío. ¿Puedes nadar en alguna terraza? Sí, en las que fueron talladas por el hombre, pero dependerá del momento del día en el que hagas tu visita. Si optas por ir temprano va a hacer algo de frío para eso. Si tienes frío, lo mejor es buscar el agua tibia de alguno de los canales.

Estanques de Cleopatra, en Pamukkale

Los autobuses turísticos llegan a las 7 am, así que recuerda el dato si no quieres cruzarte con ellos. Y claro, si quieres nadar o mojarte y aprovechar el traje de baño entonces el sitio son las Piscinas de Cleopatra, a poca distancia caminando desde las terrazas.

La entrada no está incluída en el ticket principal y para disfrutar de sus aguas tibias hay que pagar 130 liras turcas por persona. Conviene, otra vez, ir temprano en la mañana. Puedes llegar a Pamukkale a las 6:30 e irte a las Piscinas de Cleopatra cuando llegan los turistas en los autobuses.

Finalmente, hay que ver las ruinas de Hierapolis, arriba de la colina que está detrás de las terrazas blancas. Hierapolis significa ciudad sagrada y se creía hace siglos que las termas eran curativas. Verás además un santuario dedicado a Plutón, murallas, calles y un gran teatro. Y por detrás de las murallas de la ciudad hay una enorme necropolis, la más grande de Anatolia.

El Sitio Arqueológico de Denizli Laodikeia todavía está en etapa de excavación y es muy grande. Las ruinas se remontan al año 5500 años a.C ,y la ciudad aprovechaba entonces su posición entre rutas comerciales importantes. Desde 2013 es Patrimonio Mundial.

Cueva Kaklik, en Turquía

Y si tienes tiempo no te pierdas este tesoro: la Cueva Kaklik. Está bajo tierra, en realidad es un cañón subterráneo con un manantial enorme que surge y forma una cascada de agua termal maravillosa. Y sí, allí abajo también encontrarás terrazas blancas iguales a las de Pumakkale.

Globos sobre Pamukkale

¿Dónde queda la cueva? A unos 50 kilómetros de Pamukkale. No suele haber turistas y eso es genial. Por último, entre otras experiencias que puedes hacer en Pamukkale puedes volar en globo, hacer parapente…

Cuándo conviene ir a Pamukkale

Cuándo ir a Pamukkale

Los meses de primavera son los mejores para visiatr este lugar maravilloso, entre abril y junio. Entonces la temperatura es más templada y agradable y hay flores silvestres por doquier. También es lindo el verano, pero hay muuucha gente alrededor.

¿Tienes dudas con respecto a cuántos días quedarte en Pamukkale? Con dos noches es más que suficiente, no es un sitio grande. Recuerda: trata de alojarte en Pamukkale. Denizli es una ciudad pequeña a 18 kilómetros de distancia pero allí no pasa nada. Lo mejor es estar a pasos de las terrazas.


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