En España, dentro del Parque Natural del Alto Tajo, hay un pequeño pueblo llamado Peralejos de las Truchas. Se trata de un sitio montañoso, rodeado de tres fabulosos ríos, con farallones de rocas y una flora y fauna de encanto.
Veamos hoy Peralejos de las Truchas y la oferta de senderismo, observación de aves, caza y pesca y recolección de setas, historia y cultura que nos ofrece..
Peralejos de las Truchas
En la zona se han detectado algunos asentamientos prerromanos que duraron hasta la Edad Media, así que se supone que ha estado habitada desde hace mucho tiempo. Siempre ha estado relacionado al Real Señorío de Molina, fundado como un señorío independiente por Manrique Pérez de Lara, entre los reinos de Castilla y de Aragon. El título estuvo ligado primero al rey de Castilla y luego al de rey de España, y perduró en el tiempo hasta que fue abolido en 1813.
Esta situación entre Aragón y Castilla se dio tras la reconquista cristiana, pues si bien la taifa de Molina la conquistó Alfonso I de Aragón la zona fue repoblada por Castilla, así que las tierras estaban en cierta disputa. La misma fue resuelta por Manrique Pérez de Lara, conde y señor de Lara, que se llevaba bien con ambos soberanos, en 1138. Y finalmente, tras siglo y medio de independencia, el señorío de Molina quedó en manos de Castilla después de algunos traspases dentro de la nobleza y así, eventualmente, quedó ligado al rey de España.
Lo cierto es que hay que tener presente que estas tierras fueron muy importantes en los siglos XIV y XV debido a que era frontera con el mundo arabe, pero aún después, siendo la frontera entre dos reinos cristianos importantes como eran Castilla y Aragón. Cuando ambas coronas se juntan la zona cobra vuelo y se vuelve más rica, lo que se traduce en un gran desarrollo urbanístico.
Pero los conflictos internos, la Guerra de los Treinta Años y la Guerra de Sucesión española convirtieron estas tierras de nuevo en campos de batalla. Esto, más las enfermedades que golpearon España en el siglo XVIII hicieron que las tierras del Real Señorío de Molina perdieran riquezas y gente. En el caso puntual de la localidad de Peralejos de las Truchas su mejor momento lo tuvo en el siglo XX, cuando su población casi llegó a los mil habitantes.
¿Cuántas personas residen hoy aquí? Alrededor de un centenar y medio (por lo menos así lo dice el censo de 2015), pero los números varían según sea invierno o días festivos, el verano o fines de semana largo que es cuando llega el turismo.
Qué ver y hacer en Peralejos de las Truchas
Podemos empezar primero por el pueblo mismo y su urbanismo. Hay dos plazas importantes por aquí. Tenemos la Plaza de la Fuente, corazón de los servicios del pueblo, es decir, dónde está la iglesia, el médico y el ayuntamiento.
La fuente a la que hace referencia es el caño de agua potable que tiene en el centro. En la parte más alta de la plaza hay un ganchero, como vigilandola, con una frase homenajeando a José Luís Sampedro: «el río que nos lleva«. La otra plaza es la Plaza Mayor que es el escenario de todas las fiestas populares y la principal zona de encuentro.
La Iglesia de San Mateo está en la Plaza de la fuente, y se construyó en el siglo XVI pero tuvo algunas modificaciones en el siglo XVII. La portada, un arco de grandes dovelas, es de 1652. Tiene dentro tres naves de estilo románico distribuidas en cuatro tramos con bóvedas de crucería en lo alto.
En la nave mayor hay óleos de la escuela de Ribera que representan a once apóstoles, porque falta San Andrés, y a Jesús, varios altares, un retablo barroco, una talla en madera de la virgen de Ribagorda, entre otras, y un órgano de madera del siglo XVII. Todo bastante bien conservado. La iglesia tiene demás un jardín precioso y una torre campanario con dos huecos que espera una tercera campana. Las campanas ofician de reloj de todo el pueblo.
El pueblo tiene además de su iglesia algunas casonas históricas que siguen el estilo tradicional de estos lugares. La construcción es de mampostería de caliza con mortero de cal, blanco, que recubre casi por completo la piedra, en ocasiones piedra tobácea del Tajo. Las casas antiguas por aquí son en su mayoría de entre una y tres plantas de alto y no son muy grandes. Las más grandes y de mayor calidad pertenecían a las familias ganaderas de más riqueza de entonces.
La iglesia, las plazas y las casas las encuentras fácilmente en un recorrido a pie por las calles de Peralejos de las Truchas. Verás también las zonas de juego de la población y las escuelas. Ahora bien, es hora de dejar el centro urbano y salir a la redonda que es donde se esconden las bellezas naturales que atraen visitantes todo el año.
En primer lugar llega gente a cazar y a pescar. El pueblo tiene un entorno fabuloso para esas dos actividades, siempre dentro de la ley. Aquí, como el propio nombre del pueblo lo indica, se pesca trucha, pero si hablamos de caza la zona del Alto Tajo tiene ciervo ibérico, gamo o monterías de jabalí como alternativas.
Siguiendo con la onda de la fauna la zona también tiene unos cielos hermosos surcados por aves. Hay muchas aves rapaces, como águilas reales, una numerosa colonia de buitres leonados y también halcones peregrinos.
Si te gustan las setas y las trufas aquí en peralejos de Truchas puedes recolectarlas. Eso sí, debes pasar antes por el ayuntamiento y debes hacerlo en otoño que es la mejor estación para recolectar setas y trufas. En primavera también se puede pero son mejores las del otoño. ¿Qué tipos de trufas hay aquí? Tienes trufas negras y blancas.
Y finalmente, muchos viajeros llegan a practicar senderismo para disfrutar de los paisajes. Hay muchas rutas y para todos los niveles, así que no te preocupes que no debes ser un especialista para pasarla bien y disfrutar. Los recorridos más famosos son el de la Laguna de Taravilla y el de El Barranco del Horcajo, pero lo cierto es que solo basta salir un poco del núcleo urbano para sentirse de lleno en el Parque Natural del Alto Tajo.
Puedes hacer la ruta de senderismo, la de mountain bike, la de cicloturismo, la de todo terreno, la de moto rail, la de bicicleta, la de paseo, la de coche, bikepacking, running, la de barranquismo, la de bicicleta gravel, la de bici eléctrica, a caballo, la ruta de espeleología, la de kayak/canoa, la de alpinismo, la de escalada, la de canicross o incluso la ruta de camello. ¡La que más te guste!
Aquí el río corre por cauces que dan mil vueltas, transparente y fuerte, y puedes observarlo desde cualquiera de los cortados que hay en la zona. Puedes conocer la laguna Taravilla que, aunque en realidad pertenece a Taravilla la gente de Peralejos la considera también parte de su entorno, o el camino al Martinete, los fabulosos miradores o el arroyo de la hoz seca, «Hoceseca«. También está la sima El Chaparral y la Sima de las Grobias.
Finalmente, la zona es popular también por la historia de los gancheros, una profesión que aunque está desaparecida desde comienzos del siglo XX, supo durar cinco siglos. Los gancheros, antes de la construcción de carreteras y del transporte pesado, eran los encargados de acarrear troncos desde Peralejos de las Truchas hasta Aranjuez por el cauce del río Tajo. Trabajo peligroso si los hay, los maderos eran llevados sueltos y los hombres se ayudaban con un gancho llamado Bichero.
Los gancheros eran entonces hombres fuertes, con gran conocimiento del río, y en tres grupos (delantera, en medio y zaga), recorrían con éxito la difícil ruta. La profesión ha muerto pero el pueblo la recuerda con orgullo, lo mismo que otros pueblos de la zona del Alto Tajo, por eso la fiesta que los honra es considerada de Interés Turístico Regional.