A menudo conocida como la octava maravilla del mundo antiguo, Petra es el tesoro más preciado de Jordania y su atracción turística más importante. Su fama es bien merecida y nada nos prepara para este impactante lugar en realidad. Hay que verlo para creerlo.
La espectacular ciudad de Petra fue edificada por los Nabateos hacia el siglo III a.C, quienes excavaron templos, tumbas, palacios, establos y otras dependencias en los acantilados de arenisca roja. Este pueblo se estableció en la zona hace más de 2.000 años y la convirtió en una importante ciudad de paso que unía las rutas de la seda, las de las especias y otras que conectaban a China, la India y el sur de Arabia con Egipto, Siria, Grecia y Roma.
Descubrimiento de Petra
Durante siglos fue un misterio. Los habitantes locales del desierto jordano rodearon de leyendas la mítica ciudad de los nabateos, probablemente para preservar sus rutas caravaneras y que nadie se atreviera a llegar hasta allí. De hecho, el primer europeo capaz de infiltrarse en esas rutas y llegar hasta Petra tuvo que hacerse pasar por un jeque para contemplar este antiquísimo lugar, ya que estaba prohibido a los extranjeros deambular por estas zonas.
De esta manera, en 1812 el suizo Johann Ludwig Burckhardt fue el primer europeo capaz de llegar a Petra para comprobar qué había de cierto en esas leyendas que se contaban sobre la ciudad roja. Con la excusa de querer ofrecer un sacrificio en la tumba del profeta Aarón, consiguió separarse junto a su guía de la caravana en la que viajaba y pudo contemplar con sus propios ojos el legendario tesoro nabateo. Era el primer occidental que lo hacía en los últimos seiscientos años.
A su muerte en 1822 se publicaron sus recuerdos de aquel lugar extraordinario excavado en la piedra rosa del desierto jordano y en los años posteriores llegaron a Petra otros muchos aventureros europeos, entre ellos el famoso dibujante escocés David Roberts, que llevaron a Europa más noticias y los primeros dibujos de aquel lugar.
Conociendo Petra
Se necesitarán varios días para conocer la ciudad a fondo ya que el resto de monumentos están muy dispersos y hay que andar bastante para verlos todos. El más emblemático de todos ellos es el Tesoro, al que se accede por el paso del angosto desfiladero llamado Siq.
Según se accede al valle de Petra, el visitante se encontrará con su impresionante arquitectura y quedará sobrecogido por la belleza natural de este lugar. Tal y como le ocurriese al aventurero Johann Ludwig Burckhardt hace 200 años.
Aquí se pueden encontrar cientos de tumbas excavadas en la roca y decoradas con elaborados grabados que se construyeron para la posteridad. Muchas de ellas se conservan en buen estado aunque están vacías. También se conserva un gran teatro de estilo romano construido por los nabateos, a diferencia de las casas que fueron destruidas por un terremoto.
Hay obeliscos, templos, altares, calles con columnas y, a gran altura, dominando el valle, se eleva el impresionante monasterio Ad-Deir, una subida de 800 peldaños excavados en la roca llevan hasta él.
En el interior del sitio también se pueden visitar dos fantásticos museos que cuentan con un gran fondo de piezas procedentes de la región de Petra: el Museo arqueológico y el Museo nabateo.
También existe un santuario para conmemorar la muerte de Aarón, hermano de Moisés, construido por un sultán mameluco del siglo XIII.
Dentro del recinto, varios artesanos de la ciudad de Wadi Musa y del cercano asentamiento beduino montan sus pequeños puestos para vender artesanía local, como cerámica y joyería beduina, además de botellas de arena de colores de la zona.
¿Cuál es el mejor momento para conocer Petra?
En caso de que se quieran tomar fotografías, el mejor momento para visitar la ciudad es desde primera hora de la mañana hasta media mañana o a última hora de la tarde, cuando la inclinación de los rayos solares resalta los colores naturales de las rocas.
Sin embargo, las visitas nocturnas al Tesoro de Petra a la luz de las velas son algo inolvidable, una experiencia mágica que también se ha de vivir allí. Es conveniente llevar ropa de abrigo ya por la noche las temperaturas son bajas y el espectáculo de luces y música que allí se proyecta puede durar tres horas al aire libre.
¿Cómo acceder a Petra?
No se permite el acceso al recinto a vehículos pero se puede alquile un caballo o un carruaje para recorrer el Siq. Las personas discapacitadas o los ancianos pueden obtener un permiso especial en el Centro de Visitantes para su traslado al interior de Petra y la visita de los principales lugares de interés por un precio adicional.
Jordania es mucho más que Petra
Petra es un motivo más que suficiente para visitar Jordania pero no el único. Además de sus muchos otros monumentos, el país ofrece espectaculares paisajes desérticos, tierras llenas de flores y pueblecitos que conservan sus antiquísimas tradiciones.
Además, Jordania está apostando por potenciar su turismo religioso y el Jordan Tourism Board, organismo público de promoción turística del país en colaboración con expertos de la Ruta Jacobea, diseñaron la ruta ‘Jordan Trail‘, que recorre los principales puntos bíblicos jordanos: el bautizo de Cristo en el río Jordán, el ascenso del profeta Elías a los cielos en un carro de fuego desde la orilla este del mismo río, el lugar desde el que Moisés divisó la Tierra Prometida en el Monte Nebo o la ciudad que esconde el mapa mosaico de Tierra Santa datado en el siglo VI conocida como Madaba.
Estos son solo algunos ejemplos de los lugares que aparecen en la Biblia y que forman parte de este gran proyecto que pretende atraer a peregrinos de todo el mundo. En total más de 600 kilómetros repartidos en 40 días que permiten descubrir todo el país al atravesarlo de norte a sur.