La playa de Bolonia es una de las más populares de Cádiz, de toda Andalucía e incluso se le considera como una de las mejores playas de España, por lo que estamos ante un arenal que se ha convertido en todo un punto turístico para quienes viajan hasta Tarifa. Se trata de una playa virgen, muy bien conservada y cuidada, puesto que se encuentra en un enclave que cuenta con lugares de gran interés.
No solo iremos a la playa de Bolonia en busca de sol y calor, sino que tendremos todo un espacio por descubrir. En ella hay una antigua ciudad romana que está muy bien conservada, unas preciosas dunas y también la posibilidad de hacer surf o alguno de los deportes acuáticos que son tan populares en esta zona.
Cómo llegar a la playa de Bolonia
Si hemos llegado a Cádiz, nos será fácil llegar a esta playa que se encuentra a una hora en coche. Nos dirigiremos a la A-48 y más tarde a la N-340 desde Cádiz. Iremos en dirección Vejer de la Frontera y al pasar este nos dirigiremos a Zahara de los Atunes. La playa de Bolonia está a unos pocos kilómetros de esta población, pero en esta zona la carretera no es muy buena. Es estrecha y sinuosa y hay que tener cuidado. De todas formas al llegar a la playa hay un aparcamiento. Evidentemente, casi siempre es mejor madrugar o ir en temporada baja para no encontrarnos con muchos visitantes.
Ciudad de Baelo Claudia
Este conjunto arqueológico fue todo un descubrimiento en 1917, ya que se hallaba sepultado, de ahí su gran estado de conservación. Este asentamiento romano se hizo sobre otro fenicio y nos da una idea de la gran importancia del comercio con mar que había en esta zona ya hace siglos. En esta playa no solo tomaremos el sol, sino que viajaremos atrás en el tiempo. Esta pequeña población no solo comerciaba con África y el Mediterráneo, sino que fue impulsora de la venta del atún, una actividad que ha perdurado durante siglos, ya que gracias a este descubrimiento se tuvo conocimiento de la fórmula del Garum, la salsa con la cual se sazonaba el atún para comercializarlo por todo el Imperio Romano. En la actualidad no solo se pueden visitar estas ruinas, sino que además nos encontramos con un centro de interpretación en el que aprenderemos muchas más cosas y resolveremos las dudas que puedan surgir.
Las dunas en Bolonia
En la zona oeste de la playa nos encontramos con la gran duna de Bolonia, que ya forma parte de las estampas típicas en este arenal. Tiene un gran valor ecológico y es un sistema dunar que continúa en movimiento tierra adentro. Hay que recordar que en esta zona sopla muchísimo viento de levante, lo que hace que la duna siga su camino sepultando los pinos circundantes. Cuenta con una altura de unos treinta metros y una de las actividades más divertidas que casi todo el mundo hace es subir hasta su cima para bajar rodando o como lo deseemos. Es toda una experiencia que nos hará sentir como niños.
Qué hacer en la playa de Bolonia
Esta playa es un lugar natural de gran belleza que nos ofrece muchas posibilidades. Una de ellas es visitar la zona del Ancón y las piscinas naturales. El agua del mar se queda entre las rocas cuando baja la marea formando estas apreciadas piscinas naturales. Esta es una zona más apartada a la que se puede llegar andando. Es una zona en la que se practica nudismo y que tiene menos afluencia de gente, para quienes busquen un poco de tranquilidad. Además, se puede disfrutar del masaje de las olas entrando en esta zona y del barro formado por el suelo de pizarra que muchos bañistas utilizando sobre la piel de forma terapéutica. Todo un spa en una zona natural.
No podemos dejar de mencionar la ruta que se puede hacer desde Bolonia al faro de Camarinal. Es una de las más bonitas y transcurre en el Parque Natural del Estrecho, una zona protegida. Debemos estar atentos, pues puede que en el camino veamos algunas aves y también algún cetáceo en el mar si tenemos suerte. Se pasa por la playa del Cañuelo y se llega al Faro de Camarinal y Cabo de Gracia, en donde encontrar también un antiguo búnker de la Segunda Guerra Mundial.
Consejos para disfrutar de Bolonia
Esta playa es realmente turística, así que es recomendable, si queremos ver todo con tranquilidad, no acudir en pleno verano. Además, durante el verano el sol en las horas centrales puede llegar a ser excesivo e incluso a causar problemas cuando subamos a las dunas. En esta playa hay pocos bares y tiendas, por lo que hay que estar preparados para unos precios elevados. Siempre es recomendable llevar algo con nosotros, pero mucho cuidado con dejar algo porque se trata de un espacio natural protegido.