Si bien Dublin es una ciudad hermosa que tiene todo para que uno disfrute de un viaje, lo cierto es que Irlanda entera ofrece mucho más.
Puedes coger el tren, el autobús o un coche de alquiler y salir de la ciudad para conocer los pueblos bonitos cerca de Dublin que merecen visitarse. ¡A viajar!
Malahide
Esta pintoresca aldea pertenece al norte del condado de Dublin y realmente tiene de todo: playa, cafeterías, irish pubs y un enorme y bonito parque. Tiene tanto que no te va a alcanzar el tiempo y querrás quedarte más.
Llegas por un camino bordeado de árboles, rural y hermoso, dejando atrás una escuela y un clásico cottage y un puente ferroviario, y entonces el pueblo se despliega ante tus ojos con la torre de la Iglesia de San Silvestre coronando la postal.
La marina de Malahide es preciosa, con un malecón para caminar una playa de arena para descansar y perder la vista en el mar. Todo alrededor de la aldea hay un terreno que otrora estuvo protegido por el Castillo de Malahide. Hoy hay jardines botánicos, zonas de juegos para niños y paseos.
Howth
Alguna vez esta aldea costera fue uno de los pueblos más bonitos de Dublin, y ha sido inmortalizado en la clásica novela de James Joyce, Ulises.
Originalmente era un pueblito de pescadores pero hoy es una activa comunidad costera cuyo puerto es muy activo. Está en la Península Howth, a corta distancia de Dublin. ¿Qué se puede hacer en Howth?
Pues puedes conocer el Castillo de Howth, del siglo XV, con su historia de la pirata Gráinne O’Malley, a las afueras de la aldea. También esta la Torre Martello, del siglo XIX, la Isla Lambay, el Faro Baily, las ruinas medievales de la Abadía de Santa María y el santuario de aves llamado Ireland’s Eye.
Después, si te gusta caminar, hay decenas de senderos para conocer y apreciar los verdes paisajes de Howth. Y claro, el mercadillo que se organiza en la aldea los fines de semana es estupendo.
¿Cómo llegas a Howth? En autobús tomas los números 31a y 31B, o el Dart.
Dalkey
Al sur de Dublin está Dalkey, aldea a la que llegas en el Dart. Muchos senderistas llegan aquí para caminar hasta Killiney Hill, considerada una de las mejores caminatas de Dublin.
Este camino clásico cruza por la aldea y baja a la costa, la sigue por Vico Road y llega al final a la cima de la colina. A lo largo del camino ya puedes ver algunas de las casas de gente conocida que ha elegido vivir aquí, como Enya, Bono o Van Morrison, todas escondidas detrás de frondosos árboles, pero aún allí.
Si la caminata no te apetece puedes cruzar camino y enfilar derecho a Killiney Hill a través del parque, siempre el mar asomándose aquí y allá. En la cima de la colina hay un obelisco y tienes unas vistas estupendas que se asemejan a las que proporciona la Bahía de Nápoles.
Detrás de la colina está la cantera Dalkey, pero también puedes pasear en kayak por la bahía, visitar el Castillo de Dalkey (con suerte caes en la celebración del Día del Escritor en el que se honra a Joyce o a Becket), o caminar por el Jardín Morrington, plantado entre 1935 y 1940.
Skerries
En nuestra lista de pueblos más bonitos cerca de Dublin que merecen visitarse tenemos a Skerries. Se ubica al sur de la ciudad y es un verdadero tesoro.
Skerries es una pequeña aldea de pescadores ubicada en Fingal cuyo nombre deriva del vocablo nórdico skere que significa rocas. Skerries fue primero un puerto de pescadores y despues, cuna del bordado a mano, mientras que en el siglo XX se convirtió en un pueblo resort y más tarde, conurbano de Dublin.
Tiene cinco islas sobre la costa, y es conocido por las Torres Martello, una en la Isla Red y la otra en la Isla Shenick, parte de la cadena de 29 Torres Martello construídas en el siglo XIX. Fueron construídas por los británicos para protegerse de la armada napoleónica.
Skerries también es hogar de uno de los molinos más antiguos de Irlanda: em realidad son dos, uno de cuatro aspas y otro de cinco, ambos funcionan con agua y su trabajo era la molienda de harina. El más antiguo se cree que data del siglo XII, y el más grande del siglo XVII. Ambos están restaurados.
También puedes caminar por alguno de los senderos a la vera del mar. La Playa Sur tiene dos kilómetros y medio de extensión y es hermosa.
Dun Laoghaire
En tiempos victorianos este pueblito costero era muy popular y cuando lo visitas te das cuenta de por qué.
Puedes caminar un montón: por el puerto y contemplar el atardecer, por el Parque del Pueblo, entre fuentes y flores, los domingos por los puestos del mercado, por Sandycove está Forty Foot, famoso por la novela de James Joyce, Ulises, para zambullirse un rato, o mismo el Museo James Joyce que funciona en la Torre Martello.
Con buen tiempo puedes pasear por la bahía en velero, practicar algún deporte acuático o alquilar una bici y hacer el recorrido de cino kilómetros hasta Booterstown pasando por Seaside Beach. En el pueblo mismo puedes visitar el Museo Nacional Marítimo, dentro de una iglesia de 180 años, y el Teatro Pavillion.
Bray
Si bien no forma parte de Dublin per se la línea del Dart llega, así que siempre puedes visitar esta aldea que se ubica al norte del condado de Wicklow, a 20 kilómetros a sur de Dublin.
Bray es un pueblito típico del siglo XIX, desarrollado de la mano del turismo una vez que se extendió el ramal del tren a mediados de ese siglo. Su boom decayó cuando la gente comenzó a poder viajar al exterior, pero el turismo nacional se suplantó después por los visitantes internacionales y day trippers.
¿Qué sitios turísticos nos ofrece Bray? Pues está la Mansión Killruddery, de estilo revival isabelino, que solo abre al público los meses de verano, la iglesia medieval de Raheen-a-Cluig, Monumento Nacional, y la colina de Bray Head, por ejemplo.
Estos son los pueblos más populares como day trips desde Dublin. A todos llegas fácil y rápido, así que más te vale elegir uno o doa para conocer en tu próximo viaje.