Los pueblos para viajar en Santander de los que vamos a hablarte combinan maravillosas playas con un entorno natural privilegiado y monumentos que hablan de su pasado. De hecho, algunos de ellos figuran entre los más bonitos de España.
Asimismo, entre las localidades que vamos a visitar hay preciosas villas costeras en las que puedes disfrutar de actividades acuáticas. Pero también otras de interior que se encuentran en el inigualable marco de los Picos de Europa. En suma, todos los pueblos para viajar en Santander que vamos a mostrarte merecen tu visita, al igual que otros muchos de esta maravillosa provincia de los cuales no podremos hablar.
Castro Urdiales
Puerto de Castro Urdiales
Situado en la frontera con el País Vasco, es la tercera localidad por número de habitantes de la región, tras Santander y Torrelavega. Su término municipal cuenta con unos veinte kilómetros de costa que albergan magníficas playas como las de Oriñón, Brazomar, Ostende o Arenillas.
Por otra parte, Castro tiene un precioso casco histórico de origen medieval. Una de sus construcciones más relevantes es la iglesia de Santa María de la Asunción, construida en el siglo XIII y uno de los edificios góticos más importantes de Cantabria. Declarada Monumento Nacional el 1931, alberga pinturas que se atribuyen, entre otros, a Zurbarán.
Detrás del templo se encuentra el castillo de Santa Ana, que se construyó en la misma centuria y en cuya cubierta se ubicó un faro. No te pierdas las maravillosas vistas que hay desde sus torres. Asimismo, en la zona puedes visitar las ruinas de la iglesia de San Pedro, que datan del siglo XI.
Calle Jardines en Castro Urdiales
De vuelta al centro de la localidad, acércate a la plaza del Ayuntamiento, construido en el XVII. La recorre una galería de arcos bautizada como La Correría y, al final, verás la casa de los Chelines. Se trata de una edificación neogótica de principios del siglo XX que ha sido catalogada como Bien de Interés Cultural. Además, es una de las muestras de arquitectura modernista que descubrirás en Castro Urdiales.
También la integran otras construcciones como el edificio Royal, o la casa de Isidra del Cerro, pero, sobre todo, destaca entre ellas el palacio y castillo de Ocharán. Fue construido en 1901 por el arquitecto Eladio Laredo y responde a un estilo ecléctico. Asimismo, cuenta con unos preciosos jardines. En cambio, el chalet Sotileza presenta estilo regionalista montañés.
Laredo, uno de los pueblos para viajar en Santander más visitados
Vista de Laredo, con su gran playa
Después de conocer Castro Urdiales, nos acercamos a Laredo, que es uno de los pueblos para viajar en Santander con más éxito turístico. Esto se debe, en gran medida a playas como las de Regatón, Aila o La Salvé, que es la más grande de toda Cantabria. Asimismo, ejerce como capital oficiosa de la comarca de la Costa Oriental y tiene unos diez mil habitantes.
Otro de los grandes atractivos de Laredo es el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, que comparte con los municipios vecinos. Ocupa unas seis mil hectáreas en las que anidan aves migratorias y que te ofrecen preciosas rutas de senderismo.
En cuanto a los monumentos de la villa cántabra, tu visita debe comenzar por la llamada Puebla Vieja, conformada por varias calles de época medieval. Todas ellas se encuentran al lado de la iglesia de Santa María de la Asunción, de estilo gótico. Pero también abundan en ellas las casonas y palacetes.
El antiguo Ayuntamiento de Laredo, uno de los pueblos para viajar en Santander imprescindibles
Muestra de ellos son la casa de Zarauz, construida en el siglo XVIII; la de los Peregrines, de estilo cántabro; la de los Villota, edificada en el XVI y que posee un magnífico claustro herreriano, o la de la familia de la Hoz. Por su parte, el edificio del Ayuntamiento es del XVII y se encuentra cerca de las puertas de Santa María y San Lorenzo, así como del convento de San Francisco.
No obstante, también posee Laredo monumentos de época más reciente. Muestra de arquitectura militar es el fuerte del Rastrillar, en La Atalaya. Precisamente, esta se atraviesa por un túnel construido en 1863. Pero más importantes son las construcciones indianas. Su mejor ejemplo es la casa de las Cuatro Témporas, construida a principios del siglo XX, aunque también lo son el palacio de Carasa (el citado Ayuntamiento); las escuelas del Doctor Velasco y el Mercado de Abastos.
Santillana del Mar
Casco histórico de Santillana del Mar
Conocida popularmente como «la villa de las tres mentiras» porque «ni es llana, ni santa, ni tiene mar», es otro de los pueblos para viajar en Santander de visita obligada. No en balde, está catalogada como Conjunto Histórico Artístico desde 1889 y pertenece a la red de pueblos más bonitos de España.
El simple hecho de pasear por sus calles estrechas y empedradas supone un retorno a la Edad Media. Esto se debe, igualmente, a torres como la del Merino, construida en el siglo XIII, o de don Borja, del XV y actual Ayuntamiento. Pero también a conventos como los de Regina Coeli y San Ildefonso.
Torre de don Borja, uno de los monumentos medievales de Santillana
No obstante, el gran símbolo de Santillana es la imponente colegiata de Santa Juliana. Se trata de una construcción románica del siglo XII que ostenta la categoría de Monumento Nacional. Considerada una de los edificaciones religiosas más importantes de Cantabria, su iglesia presenta tres naves, otros tantos ábsides semicirculares, torre cilíndrica, cimborrio y un hermoso claustro.
También verás en Santillana muchos palacios renacentistas y barrocos. Entre ellos, los de Valdivieso, las Arenas o Barreda-Bracho, al igual que casas señoriales como las de los Quevedo y Cossío, los Hombrones, la Archiduquesa o de los Polanco. Muy diferente es el conjunto prehistórico de la Cueva de Altamira. Como sabrás, esta no puede visitarse para preservar su tesoro arqueológico. Pero sí puedes ver una réplica, al igual que el museo sobre arte rupestre. Finalmente, debes visitar el Zoológico de Santillana, dotado con un hermoso jardín botánico.
Comillas, una joya entre los pueblos para viajar en Santander
Comillas, tradición y modernismo entre los pueblos para viajar en Santander
Si bonita es Santillana del Mar, otro tanto podemos decir de Comillas, una de las joyas de Cantabria. En su caso, combina los monumentos medievales y renacentistas con un gran patrimonio de estilo modernista e incluso con edificaciones de tipo indiano.
En cuanto a los primeros, se trata de casonas de estilo montañés que se agrupan en los barrios de Campíos y La Peña. Aún más importante es la torre de la Vega, fechada en el siglo XIV y de factura gótica. Y, sobre todo, la iglesia de San Cristóbal, construida entre el XVII y el XVIII siguiendo los cánones de la arquitectura barroca. En su interior, debes fijarte en la imagen del Santo Cristo del Amparo y en el órgano.
Por su parte, el patrimonio modernista de Comillas es impresionante. En buena medida, se debe al gusto por ese estilo de Antonio López y López, primer marqués de Comillas. Para él se construyó el palacio de Sobrellano, con su capilla panteón. Ambas son obras del arquitecto catalán Joan Martorell y responden a rasgos neogóticos. En su interior, el primero alberga muebles diseñados por Antonio Gaudí, que, no obstante, dejó su impronta en la villa gracias al llamado Capricho, una construcción inspirada en el arte islámico de la Península Ibérica.
El Capricho de Gaudí
Por su parte, el también modernista Lluis Domènech y Montaner intervino en el cementerio (impresionante es la estatua del Ángel Exterminador debida Josep Llimona) y en el parque Güell y Martos, así como en la fuente de los Tres Caños. Pero, sobre todo, en el diseño de la Universidad Pontificia, uno de los edificios más espectaculares de Comillas.
A principios del siglo XX pertenece también la casa del duque de Almodóvar del Río, una construcción de estilo historicista inglés. Y en la casa Ocejo se alojó el rey Alfonso XII durante sus estancias veraniegas en la localidad. No en balde, Comillas también dispone de preciosas playas. Entre ellas, puedes disfrutar de la urbana y de la integrada en el parque natural de Oyambre, junto a la ría de la Rabia.
San Vicente de la Barquera
Vista de San Vicente de la Barquera
En nuestro recorrido por los pueblos para viajar en Santander llegamos ahora a la localidad de San Vicente de la Barquera, cuyo término municipal también integra mucho territorio del citado parque de Oyambre. De hecho, su naturaleza es uno de sus principales atractivos. El estuario que forma la desembocadura de los ríos Gandarilla y Escudo es impresionante y también playas como las del Tostadero, la Maza y Merón son magníficas.
Por otra parte, la llamada Puebla Vieja o casco antiguo de San Vicente es Conjunto Histórico desde 1987. En ella se encuentran monumentos como la torre del Preboste. Sin embargo, dos son las principales atracciones de la villa. Se trata de la iglesia de Santa María de los Ángeles y del castillo del Rey.
La primera, declarada Bien de Interés Cultural en 1931, se construyó entre los siglos XIII y XIV y es una de las mejores muestras del gótico en Cantabria. En su interior, no obstante, destaca el retablo mayor barroco y, sobre todo, la capilla renacentista de la familia Corro.
Castillo del Rey, emblema de San Vicente de la Barquera
Por su parte, el castillo del Rey se encuentra junto al templo y también es Bien de Interés Cultural. Datado, igualmente, en el siglo XIII, cerraba la población junto a con sus murallas. Construido con mampostería y sillería, presenta dos torres, una cuadrada y otra pentagonal, que están unidas por el cuerpo central.
En conclusión, te hemos mostrado algunos de los pueblos para viajar en Santander. Pero podríamos recomendarte otros muchos como, por ejemplo, Bárcena Mayor, con su arquitectura tradicional montañesa; Mogroviejo, a los pies del macizo de Ándara y con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción; Potes, en los Picos de Europa y con su torre del Infantado, o Ríocorvo, cuyo casco urbano es Conjunto Histórico. Anímate a descubrir estas preciosas localidades de Cantabria.