La localidad alemana de Kromlau, al este del país teutón, alberga un parque conocido por la gran variedad de plantas que posee, pero también por una singular construcción conocida como Rakotzbrücke o el Puente del Diablo.
Construido alrededor de 1860 con columnas hexagonales de basalto, este puente de estilo gótico llama la atención por el modo en que su reflejo en el lago de Kromlau Park forma un círculo perfecto, sin importar el ángulo desde donde se mire.
Por los alrededores del lago, así como por todo el Parque de Kromlau, que tiene un tamaño de 80 hectáreas, además del pintoresco Puente del Diablo, podemos hallar más construcciones de piedra de la misma época.
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Fotos – Curious History