El verano tal vez no sea la mejor época del año para viajar a Tokio ya que hace mucho calor, llueve y hay mucha humedad pero el común de los mortales no puede elegir cuando tomarse vacaciones así que, a veces, no tenemos otra opción.
Lo bueno es que Tokio es una ciudad con tanta gente que el exilio estival prácticamente no se nota y hay un montón de actividades para hacer. Además, aquí la cerveza siempre se toma fría y hay unos platos veraniegos que son para chuparse los dedos. ¡Apunta!
Restaurantes en Tokio
Primero es hora de algunas recomendaciones ya que los japoneses son particulares y en Tokio hay que saber moverse para disfrutar. Uno puede estar acostumbrado a que los restaurantes saquen mesas afuera y a comer y beber en la acera, bajo sombrillas coloridas, bajo el sol, mirando la gente pasar. Aquí no es el caso.
Tokio es una ciudad excesivamente poblada así que lo que abundan son los edificios y aunque es un país sísmico los edificios tanto van para arriba como para abajo. Cada uno suele tener subsuelo así que la gran mayoría de los restaurantes japoneses no están a la vista. Y a eso uno tiene que acostumbrarse. Además, salvo que los letreros afuera del edificio tengan fotografías de cómo son los ambientes además de la comida que sirven, no podemos darnos una idea de lo que encontraremos…
Pero el atractivo es precisamente ese. No saber lo que encontrarás pero con la certeza de que se será un sitio único y con buena comida. Una vez que pruebas con bajar a un par de subsuelos o tomar un par de elevadores hacia restaurantes ignotos aprendes la lección. ¡No importa dónde esté el restaurante!
Soba frío
Sí, fideos, pasta fría. Es cuestión de acostumbrarse. Los sabores japoneses son exquisitos así que pronto pasas la barrera de la sorpresa y disfrutas. Los fideos de trigo sarraceno, soba, son muy ricos y aunque se sirven todo el año en el calor del verano vienen de maravillas.
No aportan mucho carbohidratos, contienen mucha vitamina B y estamina. El bowl de soba se sirve con una salsa fría acompañada de cebollas cortadas en rodajas finas y claro, un toque de verde y picante wasabi.
Kakigori
Se ve por todas partes, se come rápido, se repite siempre. Se trata de un tipo de helado hecho con hielo granizado bañado con salsa dulce que suele servirse con helado común o judías rojas dulces. Es super refrescante aunque lo de las judías nos parezca raro…
Hiyashi Chuka
Nada mejor que una ensalada para el verano y más o menos de eso se trata. Aunque tiene fideos, al mejor estilo japonés. Los fideos están fríos y se sirven con muchos vegetales coloridos. La idea es que el plato sea lo más parecido a un arco iris, ya lo sabes cuanto más colores más vitaminas.
Así que hay zanahorias, pepino, jenjibre rojo y hasta carne de pollo. Después se sazona con vinagre y salsa de soja.
Ayu
Este plato vale la pena aunque sea solo para acercarse al puesto y tomar una foto de su técnica de cocción. ¡Es tan pintoresca! Se ve mucho en los festivales y es típico del verano: pescaditos de agua dulce, de sabor y textura suaves, se llaman ayu, cocinados a las brasas: se clavan en unos palillos y se ubican en círculo.
Los ayu son parecidos a las carpas, nadan contra la corriente como las truchas y son muy populares en Japón porque se los considera corajudos.
Unagi
Desde el Período Edo, así se llamaba Tokio antiguamente, este platillo es el rey indiscutido del verano. Se trata de un plato rico en vitamina B y en grasas Omega-3 así que un bocadillo es una bomba de energía.
La manera de servirlo más popular es el Kabayaki, anguila cocida al vapor con salsa de soja dulce sobre un colchón de arroz a la japonesa. Hummm…
Rei Shabu
Este es un plato con carne de cerdo. Una vez que el cerdo está cocido se coloca en agua fría y se sirve con zanahorias cortadas en juliana, judías verdes y salsa. Te sirven una bandeja con varios bowls, el grande con la carne de cerdo cortada en bocados sobre colchón de verduritas, unos pickles ácidos en otro bowl más pequeño y dos recipientes pequeños con salsas.
Somen frío
Se llama somen a los fideos bien delgaditos… Se cocinan en un abrir y cerrar de ojos y en verano forman parte de una sopa fría que puede tener otros extras. Hay sitios en los que incluso se les agrega cubitos de hielo. Todo sea para espantar la humedad sofocante de Tokio.
Goya
¿Goya? Sí, es el nombre de una fruta, una especie de melón que según la medicina china brinda muchísima energía ya que es rico en vitamina A y C y antioxidantes. La forma que tienen los japoneses de exhibir la comida es sumamente coqueta así que lo verás mucho por ahí. Pero tiene una sorpresa…
¡Es amargo! No se trata de un melón dulce, néctar y esas cosas. Si vas a Okinawa, clásico destino de verano dentro de Japón, terminarás probándolo porque es muy popular. Forma parte del goya champuru, un platillo con tofu frito, huevos y cerdo.
Sushi
He ido a Japón en invierno y la verdad es que nunca me ha apetecido comer suhi con frío pero en verano es otra historia. Si decides visitar el popular y ahora turístico Mercado Tsukiji puedes ir a comer sushi a Sushi Dai y Daiwa Sushi. Siempre hay clientes pero la espera vale la pena. El sushi es super fresco.
Waku Tonkatsu
Sabroso. Es cerdo empanado con panko, pan rallado japonés, grueso, y frito. Bien crujiente, bien sabroso. En general se sirve con arroz blanco y simple y mucho repollo rallado, algunos pckles y sopa miso. Todo en una bandeja, al estilo japonés.
Puedes pedir el filete de cerdo, hire-katsu, o rosu-hatsu, carne de la parte de la cola o el lomo trasero del animal. El segundo es mas jugoso, con mas vetas de grasa. En este caso lo que debes saber es que dependiendo del corte el sabor varía aunque, por suerte para quienes no entendemos japonés o entendemos muy poco, todas las variedades son deliciosas. Hay muchos restaurantes que son especialistas en waku Tonkatsu. En Shunjuku prueba con Inaba Wako, dentro de Takashimaya, en el Tokyu Hands.
Estos platos son exquisitos, simples, populares y baratos. Un último consejo: como en muchas ciudades del mundo el menú del mediodía es más barato que la cena así que si te gusta un restaurante prueba ir al mediodía. He almorzado en sitios espectaculares, de película, por 1000 yenes, unos 10 dólares.