Cuando era niña teníamos en casa una vieja enciclopedia de dos tomos. En una había dos páginas a color con trajes de todas las épocas y mis favoritos eran los de la Edad Media. Me gustaban tanto que los copiaba en mi cuaderno del colegio.
El jubón es una prenda medieval, especialmente masculina, aunque como veremos en algún momento también la usaron las mujeres. Pero qué es un jubón y qué utilidad tenía, vamos a averiguarlo hoy.
Historia del jubón
Si bien es una prenda que se usó por mucho tiempo, sus orígenes hay que rastrearlos en la Edad Media tardía. Los primeros jubones aparecen a fines del siglo XIV, comienzos del siglo XV, pero eran más bien prenda sueltas que parecían chaquetas acolchadas.
Se cree que el orígen es el jubón de armar, una prenda que protegía a los caballeros de los roces de la armadura. Pero los estudiosos de las vestimentas en realidad rastrean su historia un poco más lejos, a la Edad de Bronce en el Mar Ego. Parece que aquí los hombres usaban una prenda estrecha sujeta con un cinto, y que es ésta la que reemerge en Europa para ser clave en la moda masculina en el siglo XV.
Por entonces solían tener mangas anchas que, en ocaciones, eran desmontables. Aquellos tempranos jubones usualmente eran llevados por hombres o mujeres como accesorios externos por sobre la camisa y las calzas, y podían tener bolsillos para guardar cosas pequeñas como dinero o pañuelos. Sorprendentemente el jubón aparece en occidente casi en simultaneo en todas las culturas, para luego llegar a ser una prenda que los hombres no podían dejar de vestir.
El jubón cubría la mitad superior del cuerpo y se sujetaba, en la cintura, con agujetas a las calzas. Para hacer rígido llevaba varías capas de tela y hasta algunos, los llamados «fornidos», eran rellenados con algodón o borra. Después, los demás vestidos lo ocultaban y solo llegaba a verse el collar duro y las mangas.
Podemos hablar de tres partes en un jubón: el cuerpo, las mangas y el cuello o collar. Las mangas pueden ser con mangas, medias mangas o sin mangas, y el collar solía ser de terciopelo, raso, fustan y telas ricas para los más afortunados. No faltaban las cintas, botones, bordaduras o faxas.
Después, a lo largo del siglo XV el jubón empezó a llevarse cada vez más ajustado y entallado. En realidad empezó a usarse para enfatizar la forma natural del cuerpo con un ajuste bien apretado alrededor del torso.
Esta tendencia fue de la mano con la figura que se usaba en esa época, tendiente a considerar bella una cintura estrecha y un pecho prominente. Este jubón también era acolchado y con varillas para marcar la silueta deseada.
El siglo siguiente, el siglo XVI, es el siglo de oro del jubón. Fue super popular y aunque siguió siendo un accesorio se volvió super elaborado y decorado. Las mangas se angostaron y se apretaron a los brazos, y empezó a ser bordado con barras y parches de otras telas en forma de triángulos o rectángulos.
Empezó siendo algo cómodo y práctico a algo decorativo y estiloso, pasando por todas las telas: algodón, sarga, brocado, telilla, terciopelo, Damasco, fustan, raso y mucas más. ¿Los colores? Negro, carmesí, blanco, pardo, amarillo, naranja, verde, morado… Todos debían vestir jubón, de arriba hacia abajo en la escala social, desde el rey hasta los labradores.
En el siglo XVII el jubón empezó poco a poco a caer en deshuso para ser reemplazado por accesorios más sueltos y vaporosos, típicos de la época barroca. Perdida esa «esponjosidad» que tenía quedó en uso hasta el siglo XVIII como la prenda para la sujeción delantera de los calzones.
Lo cierto es que en líneas generales la historia del jubón lo que hace es reflejar las siempre cambiantes tendencias de moda y las preferencias de la sociedad. Si pensamos que la moda solo es tirana con las mujeres, pues no, los jubones vendrían a ser los corsets de los hombres. Seguro no tan incómodos, pero igual de pendientes de la moda. Reyes como Francisco I de Francia o Enrique VIII marcaron tendencia en este sentido por su extravagancia.
Dijimos al comienzo que si bien es una prenda escencialmente masculina, las mujeres también lo usaron. Es cierto, si bien tiempo después de que prendiera en los hombres, el jubón femenino era distitno pues tenía una prolongación en el talle y terminaba en forma de pico.
Jubones, jubones, jubones… de bastidor, de nudillos, ojeteado, con faldetas. Pero, ¿qué utilidad tenía un jubón, para que servía? Pues la respuesta más simple es que el jubón servía para darle al torso una silueta a la moda.
Esto se lograba, como hemos visto, colocando estratégicamente relleno aquí y allá y restringiendo otras partes. El jubón también porprocionaba calor, justamente por estos rellenos, a veces de telas diversas o incluos de algodón. También servía para sujetas las calzas de los hombres, con agujetas o lazos.
Lo cierto es que la mejor época para el jubón fue el Renacimiento, podemos decir que es el ícono de la moda de este período, y que representa además un período de innovación, arte textil y expresión cultural. Su largo camino en la moda de los hombres no hace otra cosa que evidenciar la creatividad y la artesanía de un tiempo.
Si hubo un momento en que el arte se combinó con la moda fue en aquellos años. Por lo menos en la ropa de las clases altas que invertían de uan manera única tanto en arte como en moda.