Malta es una isla del Mediterráneo, una república que está a solo 80 kilómetros de la costa sur de Italia y a menos de 300 de Libia y Túnez. Es la tierra del sol, podríamos decir, ya que suele gozar de 300 días de sol al año y si a eso sumamos aguas cristalinas y limpias pues es indudable que se trata de un gran destino de vacaciones.
Malta tiene de todo: paisajes y buen clima, pero también miles de años de historia desde la prehistoria, pasando por la Edad Media hasta la Edad Moderna. A mí siempre me ha atraído por las ruinas megalíticas y por sus extraños canales tallados en el suelo rocoso, así que Malta es un signo de interrogación al mismo tiempo que un destino turístico. Misterio y belleza, ¡vaya combinación!
Malta
La isla se independizó de Gran Bretaña en 1964 pero sigue teniendo una impronta inglesa en sus calles, cabinas telefónicas y buzones rojos. Por suerte la cocina es bien mediterránea, eso sí. A Malta conviene ir en otoño y primavera así que está comenzando una de las mejores temporadas para ir de visita. El invierno no conviene ya que puede llover y la temperatura no sube de los 15 º C, pero si estás apretado en el presupuesto te conviene porque los precios del alojamiento y los vuelos son más económicos.
La moneda en Malta es el euro y te aconsejo darte una vuelta por el sitio web Visit Malta antes de viajar porque es la mar de útil. Una vez en Valleta, la capital, siempre tienes a mano la oficina de turismo local porque en verdad no se trata de una única isla sino de varias y ya que estás por allí deberías conocerlas a todas.
Está Malta, Comino y Gozo. Entre sus atracciones turísticas tienes playas, sitios arqueológicos, museos, galerías, viejos fuertes y torres medievales y entre todo eso algunos sitios Patrimonio Mundial. Aquí te dejo información sobre qué puedes hacer y ver en cada una de las islas. Empecemos por Malta.
Qué hacer y ver en Malta
Es la isla más grande y podríamos definirla como un enorme museo al aire libre. En Valleta, la capital, bautizada así por el fundador de la Orden de San Juan, Jean Parisot de la Valete, es una ciudad fortificada impresionante construida en lo alto del Monte Sceberras. La fortaleza empezó a construirse en 1566 y en solo 15 años cobró vida este complejo de bastiones, fuertes, murallas y hasta una catedral dentro.
Es una ciudad para caminar, siempre con mucha gente, con edificios históricos, estatuas, fuentes y parapetos por todas partes. Hay restaurantes y cafeterías en cada callejuela así que sí o sí debes recorrerla a pie. Apunta estas atracciones turísticas:
- Palacio del Gran Maestro
- Museo Nacional de Arqueología: guarda las «diosas de la fertilidad» tan populares en el mundo, pero además hay amuletos fenicios, maquetas de viejos templos y mucho más.
- Catedral de San Juan y su museo
- Iglesia del Naufragio de San Pablo
- Puerta de la Ciudad
- Fuerte de San Elmo
- Museo Nacional de la Guerra
- Museo Nacional de Finas Artes
Si no sabes mucho de Malta y quieres un pantallazo general entonces puedes ir al Centro de Conferencias del Mediterráneo, en el hospital del siglo XVI de la Orden de san Juan, la Sacra Infermeria, pues se proyecta siempre un vídeo de 45 minutos relatando los siete mil años de Malta. Y si quieres, hasta haces la visita guiada por el antiguo y pintoresco edificio.
Caminando por la ciudad te vas a topar con mi misterio favorito de Malta: los surcos que van y vienen y hasta se internan en el mar. Van de dos en dos, como carriles que corren paralelos, y han sido tallados vaya a saber por quién y porqué en el suelo rocoso. Teorías hay varias pero la verdad sigue siendo esquiva. Tienen más de seis mil años También puedes hacer un tour por la noche en un autobús al aire libre. Es en 16 idiomas y dura cuatro horas pero hay un descanso de 60 minutos.
Gozo
Una de las excursiones que puedes hacer desde Malta es cruzar a la isla de Gozo, una isla más tranquila, más verde, más rural y más pequeña. Es la legendaria isla de Calipso que aparece en la Odisea, una isla de paisajes escarpados y costa maravillosa con un interior tachonado de viejas iglesia barrocas y granjas.
Bajo sus aguas se esconden excelentes sitios de submarinismo pero en tierra firme tampoco le faltan atractivos pues hay templos antiguos, como el de Ggantija, y viejos fuertes. Si te quedas a dormir tiene una vida nocturna muy interesante con muchos restaurantes y cada temporada trae su propio calendario de eventos culturales. En otoño, por ejemplo, está el Festival Mediterráneo con excursiones, paseos, eventos gastronómicos y exhibiciones de arte.
Es una isla de pescadores y precisamente en los pueblos costeros debes degustar los mejores pescados y mariscos. Incluso, la isla ofrece sus propios paseos turísticos en torno a la comida y la bebida, el aceite de olivo, sus vinos, por ejemplo.
Comino
La isla está entre Malta y Gozo y es más pequeña todavía que Gozo: 3.5 kilómetros cuadrados. Si quieres algo con menos turistas, más surfistas y gente que disfruta buceando este es el destino que no puede faltar en tu visita a Malta. Aquí no vive casi nadie, no se permiten coches y solo hay un hotel.
Es dueña de una Laguna Azul impresionante rodeada de arenas blancas y de aguas transparentes. Hay otras playas, las de las bahías San Niklaw y Santa Marija, así que la gente llega para pasar el día, caminar, tomar el sol, nadar y tomar buenas fotos. Y si esta paz veraniega te encanta entonces puedes quedarte en el hotel.
La UNESCO ha declarado Patrimonio Mundial los templos megalíticos de Maleta y Gozo, siete templos en total muy distintos entre sí y todos maravillosos. En Gozo están los dos templos de Ggantija, enorme estructurar de la Edad de Bronce, y en malta encuentras los de Tarxiwn y Hagar Quinn Mnajdra. Si consideramos la escasez de recursos resulta impresionante que se hayan construido.
Dos semanas en Malta te alcanza para saltar de isla en isla y disfrutarlas a pleno a las tres. Un microuniverso milenario de historia, cultura, turismo y gastronomía que no está nada lejos. ¿Te animas?