¿Conoces la capital de Hungría? Si todavía no, no te pierdas nuestra selección de qué ver en Budapest en cuatro días.
Budapest es una gran ciudad, encantadora, antigua, muy cultural, tiene de todo un poco para satisfacer la curiosidad de cualquiera. ¡A descubrirla!
Budapest
Primero hagamos una breve reseña de la capital húngara. Hay que saber que Budapest es, en realidad, dos ciudades: Buda y Pest.
Eran ciudades absolutamente independientes hasta que se unieron en el año 1873. El río Danubio la divide en dos partes y por ende hay muchos puentes conectándola.
Si tomas cuatro días para recorrer Budapest podrás tener un muy buen pantallazo de sus principales atracciones, algunos tesoros escondidos y hasta tendrás algo de tiempo para relajar en alguna de sus termas. ¡Empecemos!
Día 1 en Budapest
Pues el viaje comienza en Buda y sus atracciones. El punto de inicio será el distrito del Castillo de Buda. Si te gusta caminar puedes subir la colina a pie, sino tienes el funicular. De hecho, lo mejor es combinar y así disfrutas de las dos experiencias.
El viaje en funicular solo lleva 45 segundos y las vistas de la ciudad y sus puentes son espectaculares. Además, el funicular es una joya en sí mismo, operando desde 1870. Abre a las 8 am, pero también hay un par de autobuses, el 16 y el 16A.
Por su parte, arriba, te espera el Castillo de Buda, con casi ocho siglos de vida. Puedes visitar el museo del castillo o recorrer el complejo y tomar fotos geniales. A solo 10 minutos a pie desde el castillo llegas al Bastión de los Pescadores.
Parece sacado de un cuento de los hermanos Grimm, pero en realidad solo tiene poco más de un siglo. Se construyó para celebrar el cumpleaños número mil del estado húngao, en estilo medieval temprano que era popular en el tiempo del primer rey húngaro. Nunca entró en batalla, la mayor parte es de entrada gratuita, abre las 24 horas y solo la muralla superior es de entrada paga.
Detrás del bastión está la hermosa Iglesia Matthias, funcionando desde el 1015, fundada por el primer rey húngaro, siendo fuente de inspiración para la construcción del bastión, en estilo neo gótico pero con elementos bizantinos. Si te gustan las iglesias, ésta es maravillosa.
Del otro lado del Puente Széchenyi, famoso puente que conecta ambas partes de la ciudad, está Pest. Éste fue el primer puente en conectar ambos aldos del Danubio, así que siempre ha jugado un rol importante en la historia local.
En Pest está el edificio del Parlamento y llegando verás a la orilla del Danubio un grupo de esculturas conocido como los Zapatos del Danubio, un memorial que honra a los judíos que fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial.
La historia nos cuenta que fueron obligados a descalzarse antes de ser acribillados. La verdad, dedícale un tiempo a la silenciosa contemplación de estas esculturas pues en los tiempos que vivimos, con tanto florecimiento de ideología ultra derechista, no viene mal recordar cómo pueden terminar las cosas.
El Parlamento Húngaro es una estructura preciosa e impresionante. Se construyó también para celebrar el aniversario mil de Hungría. Tiene 691 habitaciones y nada más y nada menos que 20 kilómetros de escaleras. Hay visitas guiadas y podrás ver desde las Joyas de la Corona Húngara hasta la Cámara de los Lores.
Día 2 en Budapest
Si ya visitaste una iglesia, hoy puedes visitar la Sinagoga de la calle Dohany, en el Barrio Judío. Es la sinagoga más grande de Europa y la segunda más grande del mundo. Hay visitas guiadas en distintos idiomas y la entrada incluye la entrada al Museo Húngaro Judío, situado al lado. Tampoco dejes de visitar el Árbol de la Vida, un memorial en el patio con el nombre de los 30 mil víctimas del Holocausto.
Explorar el Barrio Judío también es un bonito paseo pues hay callecitas hermosas con cafeterías y tiendas pintorescas. En tu caminata te vas a encontrar después con el Mercado Central. El edificio del mercado es de estilo neo gótico, ha sido restaurado muy bien, y tiene todo tipo de puestos para comprar recuerdos, comida y demás productos húngaros. Y en el piso de arriba incluso puedes comer.
No muy lejos del mercado encuentras el Puente de la Libertad, que te lleva de vuelta a la zona de Buda. Es el puente más corto de Budapest y fue el primero en ser reparado trás la Segunda Guerra Mundial. Al cruzar, llegas a la Plaza Gellert.
Como dijimos al comienzo, debes hacerte un tiempo para relajarte en uno de los tantos spas o temas por los cualess Budapest es conocida. Hay 125 termas natuales en la ciudad y ya que estás en la Plaza Gellert puedes visitar el Spa Gellert que es uno de los más populares y permite mezclar hombres y mujeres.
Y por la noche, si regresas al Barrio Judío podrás disfrutar de unos tragos en cualquiera de los bares de la zona, muchos de ellos ubicados en viejos edificios, la mar de pintorescos.
Día 3 en Budapest
Del lado de Buda empiezas este tercer día en la Colina Gellert. Puedes ver el Monumento a Gerard de Csanád, el primer obispo local, y en la subida las vistas son geniales, en especial la vista de la Estatua de la Libertad.
Por la tarde puedes elegir entre alguno de los tantos museos de Budapest. Puedes ir al Museo Nacional Húngaro, para ver arte y arqueología, o a la Casa del Terror, que se centra más en el período fascista y comunista de la historia húngara.
También está la Basílica de San Esteban, la iglesia mas grande de la ciudad, con la mano momificada del priemer rey húngaro, San Esteban. La visita es gratis, pero hay visitas guiadas si quieres aprender más de lo que a simple vista verás.
Si llegas aquí para las fiestas navideñas éste es el lugar donde se arma el Mercado de Navidad de Budapest, frente a la basílica, así que la postal se vuelve más hermosa aún.
Día 4 en Budapest
La Plaza de los Héroes es un sitio que la UNESCO ha declarado Patrimonio Mundial. Es una de las palzas más impresionantes de Budapest, construída en 1896, para celebrar el aniversario 900 del estado y sus reyes y líderes militares. Es aquí donde, además, está la Tumba del Soldado Desconocido.
Si cruzas esta plaza terminas en el Parque de la Ciudad. En invierno hay una pista de hielo enorme, la mas grande y vieja de Europa. Abrió en 1870. Pero si vas en verano se llena de agua y se convierte en un estanque ideal para los días de calor.
En terrenos del parque se esconde el Castillo Vajdahunyad. No es nada antiguo pero es super bonito, mostrando los distintos estilos arquitectónicos a través del tiempo. No muy lejos funciona también el Museo de la Agricultura Húngara.
Y finalmente, si lo de las termas te encantó otro spa super famoso es el Szechenyi, construído en 1913 y con aguas de dos manantiales. Es el spa más grande de Europa, con 15 baños interiores, tres exteriores y 10 saunas. Las piscinas externas son estupendas.
Creo que viendo todo esto en solo cuatro días tienes un viaje estupendo por Budapest. No va a defraudarte, creo que incluso querrás volver.