Que ver en Copenhague

Hoy en día los países de Europa del Norte están de moda. Cine, series, gastronomía… todo nos lleva a querer conocer estos países ordenados, con buen sistema educativo, Estado presente y economías estables. Por ejemplo, Dinamarca.

La capital es Copenhague, originalmente una aldea de pescadores vikinga del siglo X. Hoy vamos a descubrir qué podemos hacer en esta ciudad pequeña, colorida y pintoresca del norte de Europa.

Copenhague

Está en la costa de la isla de Zealand y ocupa parte de la isla de Amager. Mira al estrecho de Oresund, del otro lado está Suecia y la ciudad de Malmo. Tiene suburbios en el norte, de clase alta, suburbios en el noroeste habitados más o menos por clase media y otros que son más industriales o donde vive gente de ingresos más bajos.

Contando la población de los municipios, se calcula que la capital de Dinamarca está habitada por alrededor de 1.800.000 mil habitantes. Vive aquí mucha gente, poco más del 33% de la población total del país.

Qué ver en Copenhague en 3 días

Podemos empezar por un poco de aire libre. Así, durante el primer día yo recomiendo visitar los Jardines Tivoli, un parque de atracciones que atrae gente de todas las edades. Está ubicado a pocos minutos de andar desde el Ayuntamiento y de la Estación Central. El sitio abrió sus puertas en 1843 y parece que Hans Christian Andersen lo visitó muchas veces.

Los Jardines Tivoli tiene una arquitectura maravillosa, edificios históricos y exuberantes jardines. Las atracciones concuerdan con este encanto histórico pero hay cosas nuevas y modernas como la fantástica montaña rusa, Vertigo, que te da vueltas a 100 kilómetros por hora, por ejemplo, o The Demon, una montaña rusa con arte digital incorporado y una fantasía de leyendas chinas con dragones. Sin embargo, también está la antigua, la de 1914, que es una de las únicas siete montañas rusas que tiene un freno en cada vagón…

Aquí puedes pasar un buen rato. Mientras tanto, en los jardines hay muchos rincones para hacer picnics y puestos donde se puede comer comida asiática o danesa o francesa. Incluso hay un restaurante con chef reconocido por Michelin. Y no faltan los hoteles, la música en vivo en verano y muchas actividades en cualquier estación del año. La entrada a los Jardines Tivoli cuesta 110 DKK por adulto.

Podemos seguir con una foto con La Sirenita. Vale la pena también. Es una de las atracciones mas populares de la ciudad y en 2013 cumplió sus primeros cien años. La estatua fue un regalo del industrial cervecero Carl Jacobsen a la ciudad, es una obra de Edvard Eriksen, está hecha en bronce y granito y, obviamente, está inspirada en la historia de Andersen. Se dice que cada amanecer sale del agua, se sienta en la roca y espera poder ver a su amado.

Por la tarde de este primer día podemos pensar en compras y comida: así, sumando el movimiento de la ciudad, hay que andar por Stroget, la zona comercial más grande de Copenhague. Se trata de una calle peatonal con tiendas caras pero también de precios muy accesibles. Por ejemplo, están Prada, Max Mara, Hermès y Boss, pero también H&M o Zara. Recorre 1.1 kilómetros y va desde el edificio del Ayuntamiento hasta Kongens Nytorv.

Si no quieres hacer compras o no es lo tuyo igual puedes dar un paseo porque mientras caminas y cruzas las demás callecitas verás algunos rincones hermosos de la ciudad. Está la Iglesia de Nuestra Señora, donde se casaron algunos reyes, la Plaza Gammeltorv, la Fuente Stork, el canal que mira al Palacio Christiansborg con el parlamento, el Ayuntamiento y su Torre o el Real Teatro Danés. Una cena y a la cama.

Comenzando el segundo día podemos pasar del recreo a la historia. Si te gusta la historia de los reyes entonces puedes visitar el Palacio Amalienborg, hoy convertido en museo. Aquí, en la puerta, tiene lugar el cambio de guardia, la Guardia Real o Den Kongelige Livgarde. La guardia camina desde sus barracas hasta el Castillo Rosenborg a través de las calles de la ciudad para terminar en este palacio, todo los días a las 12 del mediodía en punto.

El Palacio Amelianborg está compuesto básicamente por cuatro edificios iguales: el Palacio de Christian VII, el Palacio de Frederik VIII, el de Christian IX y el de Christian VIII. En este edificio es donde está el museo propiamente dicho. En este museo podrás ver las habitaciones privadas de los reyes y reinas mas recientes y algunas de sus tradiciones.

El museo recorre siglo y medio de la historia danesa, desde Christian IX y la Reina Luisa (sus cuatro hijos fueron reyes o reinas de Europa), con sus habitaciones impecables, hasta hoy. La entrada cuesta 105 DKK.

Por la tarde, después de un almuerzo, si te gusta otro tipo de atracciones o viajas con niños, puedes visitar el Acuario Nacional de Dinamarca Den Bla Planet. La sensación es la de estar rodeada de agua. El diseño del edificio tiene un centro con cinco brazos y en el centro es donde está el acuario así que puedes elegir tu propio recorrido para conocer los exóticos animales que guarda el lugar. El Tanque Oceánico es fenomenal, con sus tiburones cabeza de martillo, mantarayas…

También hay un arrecife de corales repleto de peces coloridos, una zona amazónica con aves y mariposas, una enorme cascada y pirañas peligrosas. Desde el acuario hay una vista preciosa de Oresund. Llegar es fácil, tomas el metro desde Kongens Nytrov y en doce minutos llegas a la estación de Kastrup. Desde aquí caminas un poco hasta el acuario. El precio es de 170 DKK por adulto.

Ya pasada la hora d ela siesta podemos cerrar el día con el Museo Nacional de Dinamarca. Este sitio tiene exhibiciones que recorren muchos periodos históricos: la Edad de Piedra, los vikingos, la Edad Media, el Renacimiento y la Modernidad. Está en el Palacio de la Princesa, un edificio del siglo XVIII, y dentro puedes visitar, aparte de sus colecciones, el Apartamento Klunkehjemmet, de estilo victoriano, que está igual desde 1890. Si vas con peques es un buen sitio porque hay una sección especialmente pensada para ellos, el Museo de los Niños.

Este museo puedes visitarlo por tu cuenta con auto-guías y en los meses de julio, agosto y septiembre hay tours guiados en inglés. ¿Te sobra un poco de dinero? Entonces puedes comer en el restaurarte SMÖR, con clásicos de la gastronomía danesa. La entrada cuesta 95 DKK.

En la mañana del tercer día, después del desayuno en una cafetería cercana, podemos acercarnos a la Torre Redonda, una torre construida en el siglo XVII. Funciona como un observatorio y es el mas antiguo de Europa. Fue construida bajo órdenes de Christian IV y todavía es utilizada y tiene muchos visitantes. Tiene una plataforma exterior con una vista preciosa de la parte antigua de Copenhague. Llegas después de subir una escalera en espiral 268 metros y medio de largo pero el corazón de la torre está a 85,5 metros del exterior así que para trepar 36 metros caminas 209…

Dentro hay una biblioteca universitaria, visitada también por el famoso escritor Andersen y una nueva atracciones que consiste en un piso de cristal a 25 metros de alto. La entrada cuesta 25 DKK por adulto.

Finalmente, siempre de acuerdo a tus gustos, puedes visitar la Galería Nacional de Dinamarca o SMK, el Castillo Rosenborg con cuatro siglos de esplendor, el Museo al Aire Libre Frilandsmuseet, uno de los mas antiguos del mundo, el Jardín Botánico, el Zoológico, el Planetario o el Jardín del Rey. Recuerda que si compras la Tarjeta Turística de Copenhagen muchas de estas atracciones son gratuitas.


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