Para hablarte de qué ver en Elizondo, tenemos que referirnos al valle de Baztán, del cual es capital. Si no lo has visitado, seguro que, al menos, has oído hablar de este territorio, uno de los más singulares y bonitos de la Comunidad Foral de Navarra.
Es un valle cubierto, sobre todo, por hayedos, pero también por robledales y castaños. Tiene una extraordinaria belleza y también un alto grado de simbolismo y tradición mítica. Lo baña el río Bidasoa y lo enmarcan cumbres como el Legate, el Alkurrutz, el Gorramendi o Peña Alba. Nos hemos desviado un poco de nuestro tema principal, pero es imposible explicar qué ver en Elizondo sin tener en cuenta su maravilloso entorno natural. Ahora, vamos a centrarnos en lo que debes visitar en esta localidad navarra.
Calles típicas y casas señoriales, lo primero que ver en Elizondo
Nada más llegar a Elizondo, te recomendamos que pasees por sus calles estrechas de origen medieval. Conforman la genuina esencia de la villa y, entre ellas, destacan las de Jaime Urrutia (antigua calle Mayor) y de Braulio Iriarte (o calle del Sol). Asimismo, muy cerca de ellas tienes la calle Santiago, donde está la iglesia de la que te hablaremos más adelante y varias casas de indianos.
Recibían este nombre los emigrantes que volvían enriquecidos de América y construían suntuosos palacios en su tierra natal. Como resultado, nos han legado preciosas edificaciones repartidas por toda la Península Ibérica. Por ejemplo, también son frecuentes en el Principado de Asturias.
Pero, volviendo a qué ver en Elizondo, esas calles que te mencionábamos están, igualmente, enmarcadas por otras casas señoriales. La más emblemática de ellas es el palacio de Arizkunenea, una construcción barroca del siglo XVIII. Su estilo recuerda al de los palacetes franceses y debe su nombre a quien mandó construirlo: Miguel de Arizcún. No dejes de apreciar su imponente escudo central y de verlo por dentro. Puedes hacerlo, ya que ahora es la Casa de la Cultura de la localidad y alberga exposiciones de pintura y fotografía.
No menos bonito es el palacio Datue, igualmente barroco, pero algo anterior, ya que empezó a construirse en el XVII. Fue propiedad de Agustín de Jáuregui, militar español que ejerció como Virrey de Perú. Consta de cuatro plantas y lo completa un caserío adyacente. Su imagen, a pies del río Bidasoa, es una de las más icónicas que ver en Elizondo.
Al mismo estilo arquitectónico responde el Ayuntamiento, también edificado en el XVII. Pero, en su caso, combina esos rasgos artísticos con los elementos propios de las casonas tradicionales de Navarra. Esto se aprecia, sobre todo, en su fachada, con sus arcos rebajados en la planta baja y su balcón corrido en el primer piso.
En él se reunía la Junta General de Baztán, una institución de origen medieval que se encargaba de regir los destinos del valle. Asimismo, junto al Ayuntamiento, tienes una piedra o botillo que se usaba para jugar a laxoa, una de las modalidades más antiguas de pelota vasca.
Finalmente, la casa Istekonea destaca por su preciosa fachada blanca con balcones y contraventanas, así como adornada por un escudo. También es de tipo tradicional navarro y fue construida entre los siglos XVIII y XIX. Se la conoce, igualmente, como Casa del Virrey por estar vinculada a otro personaje que ejerció como tal en América, en su caso en Nueva Granada: Pedro Mendinueta y Múzquiz.
La iglesia de Santiago Apóstol
Fue construida entre 1916 y 1925 para reemplazar a otra gótica del siglo XVI que resultó gravemente dañada a causa de las inundaciones ocurridas en 1913. La encontrarás en la plaza de los Fueros y llamarán tu atención sus dos esbeltas torres de estilo neobarroco. También destacan el rosetón de su parte central y sus coloridas vidrieras laterales.
Asimismo, la fachada cuenta con un soportal porticado al que se accede por tres arcos de medio punto, un poco más ancho el central. El templo está construido en sillar rojo a la vista y también su interior tiene atractivo. Observa su retablo mayor con una imponente efigie del Apóstol Santiago a caballo. Pero, sobre todo, fíjate en algunos símbolos templarios que posee.
Precisamente la religiosidad de Elizondo tiene una historia vinculada a las inundaciones que acabamos de mencionarte. Estas causaron enormes destrozos tanto en la villa como en las otras cercanas. Sin embargo, se salvó de ellas al aparecer flotando el Sagrado Corazón de la antigua iglesia. Desde entonces, es muy venerado por los elizondarras.
La presa del Txokoto y el Museo Etnológico de Baztán
Esta presa es otro de los lugares emblemáticos que ver en Elizondo, porque conforma un paisaje de postal enmarcada por las casonas típicas del pueblo. De hecho, todos los visitantes la fotografían desde el puente de Muniartea. Fue edificada para retener el impulso del río Bidasoa. Por si todo esto fuera poco, el monótono caer del agua te provocará un efecto relajante.
También te querríamos aconsejar que visitases el Museo Etnográfico de Baztán, pero, tristemente, lo han cerrado. Estaba en la citada calle Braulio Iriarte, concretamente en la llamada casa Puriosenea. Albergaba obras del escultor Jorge Oteiza y cuadros de Javier Ciga. Este último fue uno de los grandes pintores costumbristas navarros y sus obras reproducen la vida tradicional de la zona.
Pero, justamente, el museo estaba dedicado a las costumbres y modos de vida del valle de Baztán. En él se podían ver objetos, fotografías e instrumentos musicales vinculados al mundo rural de antaño en la zona. No obstante, la pieza estrella de la muestra era el llamado menhir de Soalar, con una antigüedad de entre tres y cinco mil años y, por tanto, de incalculable valor. Fue encontrado por Francisco Ondarra en el monte que le da nombre y, tras muchas vicisitudes, actualmente se encuentra en Pamplona.
Aunque esté cerrado, hemos querido hablarte de este magnífico museo porque esperamos que pronto vuelva a abrirse al público.
Elizondo en la literatura
Por si todos los motivos anteriores fueran pocos para visitar esta localidad navarra, si te gusta la literatura, tienes otro. Especialmente si te apasionan las aventuras de la inspectora de la Policía Foral de Navarra Amaya Salazar, personaje creado por la escritora Dolores Redondo para protagonizar su Trilogía del Baztán.
La detective es natural de Elizondo y debe regresar a la localidad para averiguar qué hay tras la muerte de una joven ocurrida en ella. Por tanto, en la villa puedes recorrer los pasos del personaje. Entre otros lugares, las calles Jaime Urrutía y Braulio Iriarte (donde estaba su casa familiar), el cementerio, la plaza de los Fueros, el puente de Muniartea e incluso el Hostal Trinkete Antxitonea.
Qué ver en Elizondo: los alrededores
Como ya te hemos dicho, Elizondo es la capital del valle de Baztán. Por tanto, te ofrece unos alrededores maravillosos de los que también queremos hablarte. No puedes marcharte sin recorrer este precioso enclave natural con sus grandes bosques, sus paisajes de montaña del Pirineo navarro y con sus lugares cargados de leyendas.
Entre estos últimos, puedes hacer visitas a las cuevas prehistóricas de Urdazubi Urdax o a la de las famosas brujas de Zugarramurdi. Pero, por otra parte, también puedes descubrir otras localidades que se encuentran repartidas por el valle y que nada tienen que envidiar a Elizondo. Vamos a recomendarte algunas de ellas.
Amaiur o Maya
Es otra de las villas típicas del valle de Baztán, con sus casonas tradicionales de piedra, sus molinos y sus calles estrechas y empedradas de origen medieval. Además, tuvo una enorme importancia histórica, ya que su castillo, ubicado en el monte Gaztelu, albergó a los últimos navarros que se resistieron a la conquista de su reino. Todavía hoy puedes ver sus ruinas.
Pero Maya, como se la conoce en castellano, tiene más lugares que ver. De hecho, todo el pueblo parece haberse edificado en concordancia, tal es la armonía de sus casas típicas. Todas destacan por sus balcones adornados con flores y por sus contraventanas de madera. Pero también cuenta con casonas palaciegas del siglo XVI como las de Arretxea y Arriada.
Aún más antigua es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, pues su origen es medieval, aunque sufrió varias reformas en los siglos XVII y XVIII. A esta última centuria pertenece el molino de agua que encontrarás a la entrada de la villa y que responde al estilo tradicional del norte de Navarra.
Arráyoz
Es otra de las más bonitas localidades que ver en Elizondo y alrededores. De hecho, algunos de los palacios más hermosos del valle de Baztán se encuentran en esta pequeña localidad. Es el caso del de Jaureguizar, una casa torre de construcción medieval restaurada hace pocos años. Pero también del palacio de Zubiría, que encontrarás junto al puente, y del de Jaurreguía o Palacio Viejo.
Por su parte, la iglesia de la Asunción, que dependió históricamente del monasterio de Urdax, fue edificada en el siglo XVIII en estilo barroco. Está porticada y te sorprenderán sus considerables dimensiones. Asimismo, en su atrio puedes ver varias losas sepulcrales o jarlekuak.
En conclusión, te hemos mostrado qué ver en Elizondo y en sus alrededores. Sin embargo, en cuanto a estos últimos, también podríamos mencionarte otros preciosos pueblos del valle de Baztán como Ciga, con su palacio de Egozcue; Berroeta, con su iglesia renacentista de San Martín; Irurita, con su templo del Salvador y sus casas palacio como la de Gastón de Iriarte, u Oronoz, que es puerta al parque natural Señorío de Bértiz. Anímate a visitar Elizondo y sus alrededores.