La ciudad de Guadalajara está en España, dentro de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, y detrás de Albacate es la ciudad con más población de la comunidad.
Guadalajara es muy antigua y su fundación se remonta a los tiempos de la ocupación árabe. Territorio siempre en conflicto, tuvo su esplendor alrededor del siglo X y de aquellos años provienen muchos de los tesoros que hoy atraen turistas. Veamos qué ver en Guadalajara.
Guadalajara
Como dijimos, es una ciudad muy antigua que fue fundada por los árabes, pero reconquistada por el ejército de Alfonso VI de León, aunque la paz no fue algo permanente y desde entonces y por muchos años más las tierras fueron un sitio de conflicto, reflejo de la, a su vez, conflictiva vida política española.
La época de la Guerra Civil y los años tras el final de la Segunda Guerra Mundial estuvieron lejos de ser buenos. La falta de desarrollo industrial y la despoblación complicaron su situación, hasta que soplaron vientos mejores cuando fue incluida en los planes de desarrollo para descongestionar Madrid.
Guadalajara, para más datos si no eres un lector español, está en el centro de la península, en el valle del río Henares, a 58 kilómetros de Madrid.
Qué ver en Guadalajara
La familia Mendoza fue la más familia más importante de la ciudad por mucho tiempo, y su riqueza la puedes contemplar en el Palacio del Infantado, la residencia ducal.
La construcción original es de estilo gótico con algunos detalles mudéjares, y comenzó a construirse en 1480 de la mano del segundo duque. Años después, el quinto duque le dio un tono renacentista con nuevas columnas en el Patio de los Leones, frescos en muchas salas internas y balcones en la fachada.
Un bombardeo en 1936 lo destruyó, pero en los años ’60 sus lugares más importantes (la Galería del Jardín, la fachada y el Patio de los Leones), fueron restaurados y hoy el edificio es la sede del Museo de Guadalajara. Lo encuentras en la Plaza de los Caídos, 13.
Otro elegante edificio es el Palacio de Antonio de Mendoza, hoy escuela secundaria. El edificio es renacentista y se construyó en el siglo XVI aunque tiempo después se le agregaron algunas reformas de estilo neoclásico.
El palacio es un Bien de interés cultural y los fines de semana hay un servicio de guía de turismo gratuito para conocerlo mejor. Supo ser, antes que colegio, palacio, un convento, museo, cárcel y diputación local y dentro la guía te mostrará una iglesia del siglo XV, un escudo original de Carlos V y el sepulcro de Brianda de Mendoza.
Otro palacio que puedes acercarte a conocer es el palacio de los marqueses de Villamejor, conocido como el Palacio de la Cotilla. Se construyó en el siglo XVII y es una preciosura de dos plantas, con fachada simple y un patio interno de estilo andaluz, bien iluminado y espacioso que es una maravilla.
Dentro una sala realmente encantadora es el salón de té. El té y la seda provenían de China así que es común ver saloncitos como éste decorados en estilo oriental. En este caso la sala entera tiene papel tapiz en las paredes recreando escenas chinas. Pagas 1 euro por entrar, aunque la entrada al palacio es gratuita.
La Concatedral de Guadalajara fue construida en el siglo XIV sobre una antigua mezquita. Tiene una torre campanario de ocho campanas, tres naves y un retablo de Francisco Mir. Resulta un sitio impresionante y en la visita puedes incluir la Capilla de Luis de Lucena que está justo al lado.
Esta capilla, también llamada de Nuestra Señora de los Ángeles o de los Urbina, fue construida en el siglo XVI y hoy alberga un museo. Para ingresar se debe pagar 3 euros, pero dentro hay una guía que hace el recorrido por la colección contándote además todo lo relativo a la historia del edificio, que si bien por fuera es muy simple por dentro es muy bonito.
Entre 1882 y 1916 se construyó un edificio que también llama mucho la atención: es el panteón de la Condesa de la Vega del Pozo y Duquesa de Sevillano. Por la noche cobra vida con luces y resulta una bonita vista.
Por otro lado, si te gusta eso de las tumbas nobles te recomiendo visitar la cripta de los duques del Infantado que es igualita al Panteón de los reyes en El Escorial. Esta cripta está debajo del Convento de San Francisco.
Este convento, también conocido como monasterio o fuerte de San Francisco, fue propiedad de los templarios y fuerte militar en 1808. Está pendiente arriba y en el camino se ven las ruinas de la muralla. Es un sitio muy bello, tanto por fuera como por dentro.
Por dentro es muy grande y de decoración casi espartana, así que lo mejor es justamente lo que esconden sus bajos; la elegante y rica cripta.
Ahora bien, hasta aquí hablamos de lo qué ver en la ciudad de Guadalajara, pero más allá de la ciudad lo cierto es que toda la provincia de Guadalajara es muy bonita, así que aquí te dejamos algunas excursiones o viajes para hacer por Guadalajara:
Si visitas Guadalajara desde Madrid seguro vas a llegar por la A-2. Puedes ir en coche que en el centro no vas a tener muchas dificultades para ubicar el coche y dejarlo aparcado. En autobús también puedes llegar y hay servicio cada media hora, por Alsa, y obvio, en tren desde Chamartín y después en tren de cercanías desde varios puntos de Madrid, Atucha incluida, por supuesto.
Ahora bien, usando la A-2 pasas primero por Molina de Aragón y puedes conocer su castillo de piedra, realmente enorme. Otro castillo para visitar y que a esta altura es muy popular debido a Juego de Tronos es el Castillo de Zafra. Parece que desde su uso para la popular serie de HBO la cantidad de visitantes se multiplicó por cinco.
Obviamente, no podemos dejar de nombrar Atienza, con su castillo en lo alto, tan poderoso como intimidante. Para destinos realmente medievales éste le gana a todos. No dejes de conocer la plaza del Trigo, el arco de Arrebatacapas y la Plaza de España, por ejemplo, sus muchas iglesias, el cementerio local y claro, los bellos paisajes a la redonda.
Si quieres ver paisajes y más paisajes entonces puedes hacer la ruta de Guadalajara a Zorita de los Canes, la misma que hiciera el Premio Nobel de Literatura español, Camilo José Cela, en su «Viaje a la Alcarria».
Será un viaje de descubrimiento por pueblitos, lomas y cañones en el que pasarás por Torija, con su elegante castillo, Brihuega (con sus campos de lavanda en flor en verano), Cifuentes, Trillo surcado por el Tajo, los pantanos, Pastrana con su palaciega arquitectura urbana y al final, Zorita de los Canes y la visigoda Recópolis.
Puedes sumar Sigüenza y sus calles empedradas, cuyo castillo es hoy un Parador Nacional, con su catedral y su ayuntamiento, el parque de la Alameda y sus construcciones góticas y románicas para admirar. Más allá de la ciudad el municipio todo es un arcón de tesoros…
Finalmente, si te gusta andar, la historia y la arquitectura típica puedes hacer dos rutas rurales para conocer los pueblos negros de Guadalajara. Una es la ruta de Cogolludo a Valverde de los Arroyos, con dos vertientes; y la segunda es la ruta de Tamajón a Majaelrayo.