Qué ver en Huesca

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Al igual que sucede con Teruel, la provincia aragonesa de Huesca es una de las grandes desconocidas de España. Se encuentra al norte del país haciendo frontera con Francia. Adentrarse en su territorio significa descubrir sus muchos atractivos históricos, culturales, naturales y gastronómicos. Caminar por montañas y valles, conocer pueblos medievales y comer muy bien. ¿Te agrada la idea? Entonces no te pierdas qué ver en Huesca, a continuación.

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Declarado como tal en 1918, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es el segundo más antiguo de España al que acuden cada año alrededor de 600.000 personas a disfrutar y a asombrarse con la naturaleza de este lugar tan especial.

Fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1997 y también Reserva de la Biosfera y Geoparque. Con 15.696 hectáreas y ubicada en la comarca de Sobrarbe, se halla dividida en cuatro sectores: Ordesa, Añisclo, Escuaín y Pineta. Aquí hay imponentes montañas como Monte Perdido (el tercer pico más alto de los Pirineos con sus 3.355 metros) cuyas laderas están cubiertas por bosques de hayas, abetos y pinos negros, entre otras especies. En otoño, bosques adoptan tonalidades ocres, rojas y anaranjadas y se convierten en uno de los mayores espectáculos naturales que ver en Huesca sin olvidar las especies animales que aquí habitan. Por ejemplo, las marmotas, los ciervos, los rebecos, los quebrantahuesos, el águila real o los jabalíes.

Por otro lado, una de las rutas a pie más populares del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es la de la cascada Cola de Caballo. Con inicio en el Valle de Ordesa, hay varios caminos aptos para todos los públicos que discurren por el curso del río Arazas. La ruta atraviesa miradores que regalan unas panorámicas asombrosas.

Alquézar

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A 48 kilómetros de la ciudad de Huesca se sitúa Alquézar, una villa encaramada a 660 metros de altura sobre una de las sierras paralelas al Pirineo y uno de los pueblos medievales más bellos de España. Alquézar se integra perfectamente en el paisaje de roca caliza esculpido por el río Vero.

La primera visión de Alquézar desde la lejanía hace que nuestros ojos se posen en la Colegiata de Santa María La Mayor, una especie de fortaleza del siglo IX y estilo gótico tardío que corona un pequeño cerro y bajo la que se concentran una serie de casas de piedra. Es el emblema de la villa y está considerada Bien de Interés Cultural. El conjunto se encuentra rodeado por una muralla de doble lienzo custodiada por varios torreones. Se realizan visitas guiadas.

Otro de los iconos de Alquézar es la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel que data de los siglos XVI y XVII. De estilo barroco, se caracteriza por un exterior robusto y un interior sencillo, ya que la mayoría de las obras artísticas fueron destruidas durante la Guerra Civil. Sólo se conserva su retablo mayor. Esta iglesia se ubica en uno de los extremos de Alquézar, muy cerca a un área donde hay varios restaurantes.

También es de obligada visita el casco histórico de la villa donde destacan sus calles empedradas, sus casas de ladrillo y piedra, los pequeños comercios en los que adquirir algún recuerdo u otros rincones con encanto como la Plaza Mayor, donde se dan cita los lugareños para pasar un buen rato.

Hablando de los alquezranos, una visita al Museo Etnológico Casa Fabián te permitirá saber como vivían en el pasado los habitantes del Somontano y los utensilios que se usaban antiguamente en su día a día.

Si eres de los que les gusta aprovechar una escapada para hacer actividades al aire libre, Alquézar también te brinda esta opción en el entorno natural del municipio. Por ejemplo, se puede hacer barranquismo en la Sierra de Guara, la ruta de las pasarelas del río Vero o fafting en el río Ésera.

Castillo de Loarre

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Otro de los lugares que ver en Huesca es la villa de Loarre, célebre en España por su impresionante castillo del siglo XI que domina el campo oscense. Fue erigido por mandato del rey Sancho III con el fin de controlar y defender las fértiles tierras de la Hoya de Huesca de las huestes musulmanas.

A pesar de las batallas allí acontecidas y del inexorable paso del tiempo, el castillo de Loarre se halla en muy buen estado. Tanto que está considerado como el castillo románico mejor conservado de Europa y fue declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional en 1906. La imponente muralla que lo rodea y sus once torreones te darán la bienvenida.

Su belleza, singularidad y excelente ubicación lo convirtieron en escenario de películas como El Reino de los Cielos (2005) del cineasta Ridley Scott.

Estación de esquí de Formigal y Panticosa

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Si eres un apasionado de los deportes de invierno, practicar esquí es una de las mejores cosas que hacer en Huesca. Muy popular resulta la estación de esquí de Formigal y Panticosa ya que es el primer destino de este deporte en España y una gran referencia para los esquiadores. Cuenta con 176 km de pistas esquiables repartidos en 14 pistas verdes, 34 azules, 52 rojas, 42 negras y 5 itinerarios con acceso a cuatro valles.

La cota máxima es de 2.250 metros sobre el nivel del mar y la mínima es de 1.145 pero aparte de toda esta información técnica, la estación de esquí de Formigal y Panticosa es un reclamo para disfrutar de un paisaje nevado precioso. Además, se puede complementar con una visita al pueblo gótico de Sallent de Gállego.


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