Qué ver en Padua y cómo llegar

Plaza de la Fruta y palacio de la Ragione de Padua

¿Qué ver en Padua y cómo llegar? Esta es una pregunta que se hace la mayoría de los visitantes de la región italiana del Véneto. Porque después de Venecia, que es su capital, Padua figura en todos los itinerarios turísticos por la zona.

No en balde, es heredera de la Patavium romana y, sobre todo, vivó una época de gran esplendor en la Edad Media, cuando se fundó su famosa universidad, que es una de las más antiguas del mundo. De aquel esplendor han quedado numerosos monumentos, algunos declarados como patrimonio de la humanidad. Por todo esto, vamos a explicarte qué ver en Padua y cómo llegar.

El Palacio de la Ragione y otras muestras de arquitectura civil

Logia Amulea

Logia Amulea, uno de las joyas arquitectónicas que ver en Padua

Padua es famosa por sus numerosas plazas llenas de monumentos y animación. Precisamente, el espectacular palacio de la Ragione o de la Razón separa dos de ellas: la de la Fruta y la de las Hierbas. Esta construcción es uno de los grandes símbolos de la ciudad. Fue construido en el siglo XIII, aunque ampliado cien años más tarde.

En esta última reforma se le dio su característico techo en forma de casco de barco invertido. A su vez, gracias a este, en su interior alberga el monumental Salone, que constituye la sala en suspensión más grande del mundo. Tiene 81 metros de largo por 27 de ancho e, igualmente, 27 de altura y, como te decíamos, su techo es una colosal bóveda de carpintería. Asimismo, sus paredes están decoradas con maravillosos frescos de los que te hablaremos más adelante.

Otro elemento característico de la construcción es la torre Bissara, que está adherida a ella y que te sorprenderá por su magnificencia. Tiene unos ochenta y dos metros de altura y es muy esbelta. Fue edificada entre los siglos XII y XV por el arquitecto Andrea Pisano. En 1378 se le instaló un reloj que no solo mide el paso del tiempo, sino también las fases de la Luna.

Pero no es este palacio el único que puedes ver en Padua. En la cercana plaza de los Señores tienes la Gran Guardia y el palacio del Reloj. Asimismo, muy próximo, está el palacio del Capitanato, que fue residencia de los gobernadores y en el que destaca su gran puerta. También te aconsejamos que veas la Logia Amulea, que se encuentra en el Prato della Valle, del que también te hablaremos más adelante.

Te recordamos que se denomina logia a una galería exterior formada por arcos sobre columnas que ejerce como fachada de un edificio. Y que es una forma arquitectónica que tuvo gran éxito en la Italia de los siglos XV y XVI. Así, también debes conocer la Logia Cornaro, que fue la primera construcción enteramente renacentista de Padua. En fin, otra espectacular muestra artística de la ciudad es el Palacio Boo, antigua sede de la universidad. Asimismo, ya en las afueras, tienes mansiones de corte clasicista como Villa Pisani, Villa Molin o Villa Cotarelli, esta última obra de Andrea Palladio.

Prato della Valle, uno de los símbolos de Padua

Pratto della Valle

Prato della Valle en Padua

Te hablábamos unas líneas más arriba de la importancia de las plazas en la estructura urbana de Padua y también te mencionábamos el Prato della Valle. Este es el nombre que recibe uno de los grandes símbolos de la ciudad y una de las plazas más grandes de Europa, con, aproximadamente, noventa mil metros cuadrados.

Fue construida en el siglo XVIII y tiene forma elíptica. En el centro posee un amplio jardín rodeado por un canal que, a su vez, está adornado por filas de estatuas. Estas representan a personajes ilustres de la ciudad y una de ellas está dedicada a Andrea Memmo, reformador del Prato (de hecho, la isla central se conoce como isola Memmia).

Precisamente, cuando se realizaron las excavaciones para reformar la plaza, se hallaron los restos de un antiguo teatro romano. Asimismo, enmarcan este lugar numerosas construcciones monumentales que te recomendamos ver. Entre estas, las basílicas de Santa Justina y San Antonio de Padua, de las que te hablaremos a continuación, y el palacio Angelli, que hoy alberga el Museo del Precinema.

La catedral de Santa María y otras construcciones religiosas que ver en Padua

Basílica de San Antonio

Basílica de San Antonio de Padua

Si espectacular es el patrimonio civil de esta ciudad, no menos lo es el religioso. Vamos a dedicarle ahora el espacio que merece en este texto sobre qué ver en Padua y cómo llegar. Destaca en él la catedral de Santa María de la Asunción, una edificación renacentista debida a Andrea della Valle, aunque no se terminó hasta el siglo XVIII y, con todo, su fachada quedó sin acabar. Por este motivo, también cuenta con elementos barrocos.

No obstante, quizá sea más impresionante la basílica de San Giustina que, como te decíamos, está en el Prato della Valle. Fue construida en el siglo XVII siguiendo los mismos cánones del barroco sobre un templo anterior. Te llamarán la atención sus enormes dimensiones de 122 metros de largo por 82 de anchura. Pero, sobre todo, sus preciosas cúpulas y su exuberante interior.

Muy cerca de esta se halla la no menos bonita basílica de San Antonio de Padua, que se edificó entre los siglos XIII y XIV y que es conocida por los paduanos como «il Santo». No obstante, ha ido creciendo con el paso del tiempo y sumando estilos a su arquitectura. Así, la fachada es románica, las cúpulas bizantino-venecianas y el interior gótico y barroco.

En su altar se conservan varias esculturas en bronce de Donatello. Pero más espectacular es el monumento ecuestre a Gattamelata, obra del mismo y situado frente a la basílica. Está considerada una de las mejores estatuas ecuestres de todo el Renacimiento. Pero, volviendo al interior, no te cansarás de ver maravillas. Entre estas, los monumentos Trombetta y Caimo, las impresionantes capillas de San Feliz y del beato Luca Belludi o el reloj astral.

En fin, tienes otros muchos monumentos religiosos que ver en Padua. Así, las iglesias de los Eremitas, que combina el románico y el gótico, y de Santa Sofía, que, quizá sea la más antigua de la ciudad, pues data del siglo X; el oratorio de San Jorge de Padua, decorado con frescos de Altichiero da Zevio, o la capilla de los Scrovegni, que data del siglo XIV y está decorada, igualmente, con frescos, en este caso de Giotto.

Las series de frescos del siglo XIV

Frescos de Giotto

Frescos de Giotto en la capilla de los Scrovegni

Al principio, te hablábamos de que esta ciudad del Véneto posee dos bienes catalogados como patrimonio de la humanidad. Por tanto, hemos de referirnos a ellos en este artículo sobre qué ver en Padua y cómo llegar. Uno es el conformado por las llamadas series de frescos del siglo XIV, que tienen un incalculable valor. Se trata de varios grupos pictóricos repartidos por los edificios más representativos de la ciudad. Entre ellos, muchos de los que te hemos citado como el salón del Palacio de la Ragione, la basílica de San Antonio o la propia capilla de los Scrovegni.

Estas maravillosas pinturas son obra de algunos de los artistas más importantes de la historia del arte mural en la península italiana. Entre estos, los ya citados Giotto y Altichiero da Zavia, así como Jacopo de Verona, Guariento di Arpo, Jacopo Avanzi o Giusto de Menabuoi.

Pese a esta variedad de autores, todos los frescos fueron pintados entre 1302 y 1397 y presentan unidad de estilo y de contenidos. No obstante, muestran la evolución de la pintura mural a lo largo de toda esa centuria. Por tanto, observándolos, no solo tenemos el privilegio de ver grandes obras de arte, sino también de comprobar cómo fueron introduciéndose en las obras los avances de la óptica y la representación de las emociones.

El Orto Botánico

Orto Botánico

El Orto Botánico de Padua

Junto al anterior, esta es la otra maravilla de Padua que ostenta el rango de patrimonio de la humanidad. Como su propio nombre indica, es un jardín botánico creado en 1545 por la universidad. De hecho, es uno de los primeros que se instalaron en el mundo. Su responsable inicial fue el médico Luigi Sqalermo, que lo utilizó para mostrar las principales plantas medicinales a sus alumnos.

Sin embargo, posteriormente, fueron introducidas otras muchas especies. Así, plantas acuáticas, insectívoras o representativas del Trivéneto. Al tiempo, se utilizó el jardín para introducir en la península italiana otras hasta entonces desconocidas en ella. Por ejemplo, el gingko biloba, el jazmín o la magnolia. Entre sus piezas más representativas, puedes ver un ejemplar de palma de San Pedro que fue plantado en 1585.

La instalación botánica de Padua tiene veintidós mil metros cuadrados protegidos por un muro. En el centro, dispone de un estanque para las especies acuáticas al que abastece un estrato subterráneo de agua caliente. Y, en torno a este, se hallan el resto de las plantas. En total, cuenta con unas seis mil especies procedentes de todo el mundo.

Cómo llegar a Padua

Aeropuerto de Venecia

Aeropuerto internacional de Venecia-Marco Polo

Nuestro artículo se titula qué ver en Padua y cómo llegar. Por tanto, una vez te hemos mostrado sus principales monumentos, vamos a explicarte cómo puedes viajar hasta la ciudad del Véneto. En primer lugar, debes saber que Padua no tiene aeropuerto comercial. El más cercano es el de Venecia-Marco Polo.

Desde esta ciudad, que es capital de la región, la mejor forma de viajar es en el tren. Tan solo tarda unos veinticinco minutos. Los convoyes parten de la estación veneciana de Santa Lucía y su precio ronda los cuatro euros. También tienes ferrocarril de alta velocidad, pero, para una distancia tan pequeña, no te compensa y, además, cuesta casi veinte euros.

Asimismo, puedes desplazarte por carretera. En este caso, hay unos cincuenta kilómetros y la vía más rápida es la A-4, conocida popularmente como la Serenissima, que va desde Venecia hasta Milán. Esta última ciudad se halla a 245 kilómetros de Padua y también está conectada con esta a través del ferrocarril. Otro tanto podemos decirte si te encuentras en Roma. Son casi quinientos kilómetros y el tren tarda unas tres horas y media. En cuanto a su precio, ronda los cien euros, pero puedes conseguir tarifas más económicas.

En conclusión, te hemos mostrado qué ver en Padua y cómo llegar. Has podido apreciar que es mucho lo que te ofrece esta preciosa ciudad tan cercana a Venecia. De hecho, si viajas a la región, no puedes dejar de visitar también esta última, aún más famosa, pero no por ello menos impresionante. Anímate a conocer esta preciosa zona de Italia.


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