Podemos decir que desde hace al menos 20 años Corea del Sur está en el mundo del entretenimiento con sus k-dramas y su k-pop cada vez más globales.
La capital del país es Seúl, una ciudad que no tiene nada que envidiarle a las otras metrópolis de la región. Por eso, si lo coreano te atrae, veamos qué ver en Seúl.
Seúl
Cuando terminó la Guerra de Corea (aunque ya sabes que técnicamente la guerra continúa y lo que hay es un armisticio), Seúl quedó como capital de la República de Corea del Sur. Era la capital nacional desde hacía ya seis siglos, y sin dudas la ciudad más importante.
Hoy en día está habitada por más de la mitad de la población total del país: alrededor de 9 millones y pico de personas. La superficie es ondulante, de colinas, cruzada por el río Han y a solo 50 kilómetros de la famosa Zona Desmilitarizada en la frontera con Corea del Norte.
¿Por qué acercarse a conocer Seúl? Tiene una gran cultura, mucha edificación moderna, arte, cine, moda y todos los escenarios que, si eres fan de los k-drama, se muestran en la tele.
¿Cuándo conviene ir a Seúl? El mejor momento es entre marzo y mazo y de septiembre a noviembre. Por entonces el clima es más amigable y es más barato viajar. Si vas en invierno, de diciembre a febrero, te cuento que hace muuucho frío, y en verano pues el calor es húmedo y además es temporada de lluvias. La peor combinación.
Si piensas que Seúl es una ciudad cara procura seguir estos consejos para ahorrar dinero: comprar la tarjeta turística, comer en los puestos callejeros y hacer compras en las tiendas Tax Free.
Qué ver en Seúl
Podemos empezar por el emblema, el icono de Seúl: La torre Namsan que fue construída en 1969 y que fue la primera torre de transmisión de radio y televisión.
Se alza 236.7 metros y está en la cima de la montaña de mismo nombre, un sitio al que se considera relacionado con la buena fortuna y el amor duradero. Ofrece una vista espectacular de 360º de la ciudad y las parejas suelen dejar allí candados de amor.
La torre tiene dos secciones: la parte baja es el Lower Seoul Tower Plaza y el otro, el Upper. Tienen distintas atracciones, pero los pisos de observatorios están del piso quinto al séptimo, con restaurantes que abren los 365 días a la semana. La Torre Namsam abre los días de semana de 10:30 a 10:20 pm, y hasta las 11 pm los fines de semana y festivos. La tarifa cuesta KRW 21,000 por adulto.
A esta atracción popular le sigue otra: el Palacio Gyeongbokgung. Se trata del primer palacio construído durante la Dinastía Joseon, en 1395, y el más grande de todos. Ha sido reconstruído y restaurado ya que fue bastante dañado durante la ocupación japonesa. Hoy alberga dos museos. En general el palacio abre de 9am a 5 pm, pero algunos meses cierra una hora más tarde. Solo cierra los días martes. La entrada cuesta KRW 3.000.
La Muralla Hanyangdoseong original se construyó en 1396 y rodeaba toda la ciudad en aquellos tiempos. Hoy recorre un total de 18.6 kilómetros a lo largo de cuatro montañas con una altura promedio de entre siete y ocho metros de alto. Alguna vez tuvo ocho puertas de acceso, construídas también a fines del siglo XIV, pero hoy solo quedan seis.
La Fuente Luz de Luna, y el Puente Banpodaegyo son los que siguen en nuestra lista de qué ver en Seúl. El puente cruza el río Han y tiene una fuente, la Fuente Luz de Luna. Según el Libro Guiness de los Records, es el puente-fuente más largo del mundo con sus 380 chorros de agua multicolor. La fuente funciona de abril a octubre, pero los días y horarios de sus shows varían de mes a mes. Cada show dura unos 20 minutos.
La Aldea Bukchon Hanok es un buen lugar para hacer un recorrido de 600 años por la historia de Seúl. Está entre el Palacio Gyeongbokgung y el Palacio Changdeokgung y tiene casitas tradicionales, las hanok.
La aldea no se creó como atractivo turístico, de hecho es una zona residencial ocupada por coreanos, así que es un buen sitio para sentir un poco la atmósfera más pura de la ciudad. Verás talleres, tiendas, restaurantes, todo muy bonito.
Si vas de recorrida ten en cuenta que conviene ser silencioso, no ir en grupos grandes, ni tomar fotos o vídeos del interior de las coquetas casas y casitas. Hay tours culturales, pero hay también hay un horario restrictivo de 10 am a 5 pm en ciertas zonas.
La Torre Lotte World es uno de los tesoros arquitectónicos de Seúl, simbolizando la unión de lo tardicional y lo moderno. Tiene una altura de 55 metros con 123 pisos y alberga la plataforma de observación más alta del país,a 500 metros. También tiene un hotel de lujo, un centro financiero y mucho más. Hay una tienda especial para turistas, super Duty free, un hermoso acuario y una sala de conciertos.
La Plaza Gwanghwamun data del año 2009, ubicada en una zona histórica de la ciudad, es un sitio emblemático donde se da cita la cultura urbana. Tiene la estatua del almirante Yi Sun-sin, la estatua de Haechi y el Grass Plaza, un estanque artificial y fuentes que refrescan a la gente en los calurosos veranos coreanos. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de un sitio muy famoso en lo k-dramas: el arroyo Cheonggyecheon que se ha vuelto un típico lugar de encuentro y recreo para locales y turistas.
Si Estados Unidos tiene la Casa Blanca y Argentina tiene la Casa Rosada, los surcoreanos tiene la Casa Azul, la residencia oficial del presidente que se abrió al públcio en junio de 2022. Hay visitas guiadas.
Siendo un país que ha vivido prácticamente de todo en materias de ocupaciones, guerras y dictaduras, puedes visitar el Memorial de la Guerra de Corea que recuerda precisamente el enfretamiento fraterno entre 1950 y 1953.
El museo tiene seis salas de exhibición y una sala especial que relata las experiencias en combate. También hay una exhibición en el exterior, con la famosa Estatua de los Hermanos que reza por la reunificación de las dos coreas. Hay un amplio jardín con una cascada y un lago, y calcula unas tres horas para recorrer todo el complejo.
Un museo que los fanáticos del kimchi no pueden pasar por alto es el Museo Kimchikan donde se aprende sobre todas las variedades de kimchi. Está en Insa-dong y ofrece divertidas actividades. Cierra los lunes y la entrada cuesta KRW 5.000.
A estas atracciones le podemos sumar el Museo Nacional de Corea, el más grande del país, el Palacio Deoksugung, el Templo Bongeunsa y el Templo Jogyesa, el Museo de Arte de Seúl, la librería más antigua de la ciudad llamada Daeo, la Catedral Myeondong, el Edificio de la Asamblea Nacional, las tumbas reales de Seonjeongeung, el estiloso barrio de Samcheongdong, el bonito Parque Haneul o el Museo Nacional Folclórico.
Y por supuesto, usando el metro puedes ir y venir a gusto. La verdad es que Seúl es una ciudad compacta, fácil de recorrer y si sabes inglés y te conoces algunas palabritas en coreano, para quedar simpático, la vas a pasar estupendo.