Bruselas es otra de esas ciudades europeas que bien merecen una escapada. Es muy conocida por la calidad de sus chocolates y de la cerveza, pero la capital de Bélgica es mucho más, una ciudad que cuenta con zonas históricas y modernas y con muchos lugares por visitar.
Si quieres saber qué ver y hacer en la ciudad de Bruselas, tenemos unas cuantas sugerencias para ti. Desde ver el simpático Manneken Pis al elegante Palacio Real. Un gran número de sugerencias para disfrutar de una capital que ofrece mucho a los turistas que quieren conocerla.
Manneken Pis
Aunque pueda parecer extraño, esta figura de un niño haciendo pis es uno de los símbolos más queridos de la ciudad de Bruselas. Data del siglo XIV, aunque la que vemos hoy en día es una copia de la original, que fue sustraída por un ladrón. Hay muchas y muy variadas leyendas alrededor de la creación de esta pequeña estatua, como que se creó en honor a un niño que apagó un posible incendio de esta forma tan original. Sea como sea, hoy en día es una estatua que hay que ir a visitar, porque ya forma parte de la historia de la ciudad.
Si nos gustan las fuentes, puede que también deseemos ver la Jeanneke Pis, una estatua de una niña que es la réplica femenina. Es del siglo XX, y se encuentra en dirección opuesta a la misma distancia de la Grand Place. No despierta tanto interés pero para muchos puede ser algo curioso.
Grand Place
La Grand Place o Grote Mark es la Gran Plaza de la ciudad de Bruselas. El corazón de la zona histórica, en donde ver bonitos edificios antiguos y en donde se encuentra en ayuntamiento de la ciudad. Esta plaza es todo un conjunto arquitectónico del siglo XVII y unas de las plazas más bellas de toda Europa. Casi todos tuvieron que ser reconstruidos hace siglos, excepto el ayuntamiento. El Hotel de Ville es el edificio más antiguo de la plaza y es tan representativo que se hacen visitas guiadas. También encontramos Le Pigeon, la vivienda de Victor Hugo durante su exilio. Si queremos mejorar nuestra suerte, a la izquierda del ayuntamiento está la estatua de Everad’t Serclaes, a la que hay que tocar el brazo porque da buena suerte.
El Atomium
Si pensamos en Bruselas seguro que nos viene a la mente el Atomium, creado para la exposición universal y que a pesar de ser muy criticado en su momento se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Esta arquitectura representa un átomo aumentado en tamaño, y lo interesante es que dentro de cada esfera hay exposiciones temporales y los tubos que las unen cuentan con escaleras mecánicas para ir de uno a otro. En la esfera superior hay un restaurante para hacer un descanso, aunque debemos ir con paciencia porque al ser un símbolo de la ciudad suelen formarse colas para poder ver el interior.
Catedral de Bruselas
La Catedral de Bruselas o de San Miguel y Santa Gúdula es un bonito edificio de estilo gótico iniciado en el siglo XIII. El interior de la catedral es muy bello pero más sobrio de lo que debiera debido a que ha soportado varios saqueos. Destacan sus bonitas vidrieras o el púlpito barroco tallado en madera. También llama la atención el gran órgano de la catedral. Se pueden hacer visitas guiadas y es una de las visitas imprescindibles en la ciudad.
Palacio Real
El Palacio Real es un edificio asombroso situado cerca del Parque de Bruselas. Un edificio del siglo XIX que hoy en día es la sede de la monarquía belga. En él se encuentran algunos de los ministerios y las oficinas reales. Es un lugar en el que se llevan a cabo actos oficiales de gran importancia, por lo que cuentan con amplios y elegantes salones de eventos. Hoy en día la visita al palacio se puede hacer de julio a septiembre, cuando no hay tanta actividad en su interior, por lo que si deseamos ver su interior para hacernos una idea de la vida palaciega actual, es mejor elegir un viaje en estos meses.
Galerías Saint Hubert
Estas son las primeras galerías comerciales que fueron creadas en Europa. Se encuentran cerca de Grand Place y se trata de una bella galería que todavía conserva ese encanto elegante y antiguo. En ella se pueden ver todo tipo de tiendas y escaparates muy cuidados, con chocolaterías, tiendas de lujo o joyerías. También hay restaurantes, cafeterías y un cine. Sin duda es un lugar ideal para pasar las horas si el día no acompaña fuera, ya que está cubierta con una cúpula de cristal que protege y aporta claridad. Hoy en día solo se conservan tres galerías cubiertas en la ciudad, de las que la más importante es la Galería Saint Hubert.