Región de Normandía en Francia, que ver y hacer

Mont Saint-Michel

Francia tiene mucho por descubrir, y por eso hoy nos vamos a la región de Normandía. Es muy conocida por ser el lugar en el que se llevó a cabo el Desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial, pero es mucho más. Pequeños y encantadores pueblos de estilo francés, rutas gastronómicas y lugares tan mágicos como el Mont Saint-Michel son cosas que nos van a convencer de hacer un viaje por esta bonita región.

Situada en la costa norte de Francia, esta región es un lugar muy turístico. Se trata de un lugar perfecto para unas vacaciones, y sobre todo para hacer rutas en coche disfrutando de los pequeños pueblos, ya que todos tienen su encanto, de las playas de la zona de la costa y de las rutas gastronómicas.

Acantilados de Ètretat

Étretat

Estos acantilados nos van a recordar sin duda a la Playa de las Catedrales de Lugo. Con unos 600 kilómetros de costas, Normandía es una región de increíble belleza, con playas de todo tipo, y uno de los lugares más visitados es sin duda los acantilados de Ètretat, que se hallan en la localidad con el mismo nombre. Estas formaciones rocosas inspiraron a grandes artistas, como Monet, cuyo paisaje lo fascinó desde el primer momento. Y no es para menos. Si queremos disfrutar de las mejores vistas, hay que coger un sendero que parte de la zona final de la playa, desde el cual se divisa la famosa piedra llamada ‘Ojo de aguja’, esa que siempre sale en las fotos.

Playas del desembarco de Normandía

Omaha

Si recordáis algo de historia, sabréis que Normandía fue el lugar de un momento clave en la Segunda Guerra Mundial. El 6 de junio de 1944 las tropas de Estados Unidos y Canadá desembarcaron en las playas de Normandía para derrocar el poder de los nazis en Europa. Comenzaba el fin de la Segunda Guerra Mundial y estas playas fueron testigo de todo ello. Pointe-du-Hoc, La Cambe, Arromanches o la más conocida, Omaha Beach, son algunos de los arenales que tuvieron su parte en este momento histórico. En casi ninguna se puede ver restos de este momento, pero sin duda es un sitio para imaginarse toda la batalla que tuvo  lugar en estas playas. Lo único que queda son algunos búnkeres de la posición alemena.

Mont Saint-Michel

Mont Saint-Michel

Este es uno de los escenarios más bonitos y espectaculares de Francia e incluso del mundo. El Mont Saint-Michel es un pueblo que está coronado por la abadía, un edificio religioso que destaca a kilómetros de distancia. Este montículo se convierte en una isla cuando llega el fenómeno de las mareas, ya que se dan aquí las mareas más grandes de Europa. Se trata de un momento que se puede ver desde la abadía o las murallas, viendo cómo el montículo se convierte en isla por unas horas. Pero se dice que lo más bonito de todo esto es hacer el camino hasta Mont Saint-Michel disfrutando de los increíbles paisajes, de las llanuras y los campos, y sobre todo de cómo el Mont-Saint-Michel se va haciendo más grande y más próximo. Al llegar a la localidad, podremos disfrutar de paseos por zonas que son turísticas, pero el mejor plan es perderse por sus calles, eso sí, sin dejar de visitar finalmente la bonita abadía.

Rouen

Rouen

Rouen es calificada como una ciudad museo, un lugar perfecto para quienes deseen disfrutar del arte y de la arquitectura francesa. Esta ciudad también fue el escenario en el que la famosa Juana de Arco fue quemada en la Plaza del Viejo Mercado. Hay varias cosas que ver en la ciudad de Rouen. La Catedral de Notre-Dame es una de ellas, con una preciosa fachada de estilo gótico. El Gran Reloj es otro de los lugares emblemáticos de la ciudad, y se puede ver por dentro. En el Historial de Juana de Arco podemos conocer más sobre la historia de este personaje. También hay un gran número de museos, como el de Bellas Artes, el de Cerámica o el de Historia Natural. Y por supuesto también hay que visitar la Plaza Vieja del Mercado, en donde se encuentra la Catedral de Santa Juana de Arco.

Los pueblos más bellos

Pueblos de Normandía

En la región de Normandía no solo es importante ver las bonitas ciudades, sino también perderse por los pequeños pueblos con un encanto especial para ver los lugares más auténticos y menos turísticos. Pueblos como Barfleur, una localidad pesquera en la que es todo un espectáculo ver la llegada del pescado al puerto, perderse por sus calles, ver la original iglesia o disfrutar de los mejillones, el ingrediente estrella de la zona, cocinados de muy diferentes maneras en los restaurantes del puerto. Otros pueblos que te pueden gustar son Beuvron-en-auge, Lyons-la-Fôret o Le Bec Hellouin. Tampoco hay que olvidarse de pequeños pueblos famosos por sus productos gastronómicos, como puede ser Camembert, conocido por sus quesos.


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