El renacimiento de las ruinas de Pompeya

Pompeya Vistas

El descubrimiento de Pompeya en 1763 causó una gran conmoción en los amantes de las antigüedades de aquel tiempo. Se encontraban ante uno de los mayores descubrimientos arqueológicos de la Historia que ha fascinado a generaciones enteras a lo largo de los siglos.

La catastrófica erupción del Vesubio en el año 79 d.C borró del mapa tres ciudades romanas que se encontraban en pleno apogeo y arrebató la vida a la mayoría de sus habitantes. Resulta irónico, por tanto, que una tragedia así haya hecho posible la buena conservación de una villa romana y nos haya permitido conocer con gran precisión cómo era la vida en esta civilización. Recorrerla es adentrarse en el Imperio Romano y, a partir de ahí, cada uno puede dejar volar su imaginación…

El descubrimiento de Pompeya

Pompeya Ruinas

En el año 62 d.C Pompeya había sido castigada por un terremoto y se encontraba en una fase de reconstrucción cuando sufrió la mortífera erupción volcánica del 79 d.C. A lo largo de los años se mantuvo el recuerdo de la existencia de unas ruinas antiguas en la zona pero no fue hasta el siglo XVIII suando el Carlos III de España y de Nápoles encargó a un ingeniero militar español que iniciase las excavaciones.

A diferencia de Herculano, Pompeya había quedado cubierta por una capa bastante menos gruesa de cenizas volcánicas solidificadas por lo que el acceso a las ruinas fue desde el principio mucho más fácil.

Pronto se descubrieron la villa de Cicerón, la finca de Julia Félix, el teatro Grande, el odeón, la villa de Diomedes y el templo de Isis. La expectación por los hallazgos se extendió por toda Europa y un gran número de estudiosos empezó a llegar a Pompeya para contemplar las ruinas de esta legendaria ciudad.

A partir de 1860, con Giuseppe Fiorelli, se siguió una metodología arqueológica que ya se puede considerar moderna. Fue él quien inició la técnica de los famosos moldes de yeso para obtener las siluetas de las víctimas del desastre. Además. decidió autorizar el acceso a las excavaciones a todo el mundo previo pago de una entrada. Si hasta entonces sólo la clase alta habían obtenido permiso para acceder a las ruinas, ahora cualquier ciudadano podía pasearse por las calles de la antigua Pompeya.

víctimas de Pompeya

Al comenzar el siglo XX la fama de Pompeya aumentó gracias a los medios de comunicación de masas y al continuo flujo de visitantes anuales, al tiempo que proseguían las campañas arqueológicas.

Bajo el régimen fascista de Benito Mussolini, la ciudad fue vista como una muestra de la antigua gloria de Italia y las autoridades destinaron cuantiosos fondos a las labores de excavación. Gracias a ello se sucedieron los descubrimientos, como el de la villa de los Misterios o la casa de Menandro entre 1926 y 1932.

Desde los años sesenta se han desenterrado tres nuevas casas: las de Fabio Rufo, Julio Polibio y de los Castos Amantes. Aún así, en la actualidad, un tercio del yacimiento todavía no ha visto la luz. No obstante, el mayor reto para los arqueólogos quizás sea la conservación de las ruinas ya descubiertas, algo que resulta especialmente arduo en las condiciones de la actual crisis económica.

Recorriendo Pompeya

Pompeya Foro

La visita a Pompeya puede durar un día entero pues hay mucho que ver. Es conveniente leer un poco sobre la historia de Pompeya y los diferentes yacimientos abiertos al público para saber cuáles nos interesa más visitar. Os recomendamos especialmente:

  • El Foro: centro de la vida política, religiosa y económica de la ciudad.
  • La Basílica: sede de la administración de justicia.
  • El Templo de Apolo: el edificio religioso más importante de Pompeya.
  • El Lupanar: edificio dividido en dos plantas y destinado a la prostitución de esclavas griegas y orientales.
  • Las Termas Stabianas: datan del siglo IV a.C y son las más antiguas de la villa. Estaban divididas en un área femenina y una masculina. Disponían de diferentes piscinas y de un sofisticado sistema de calefacción.
  • La Casa del Fauno: Se trata de una enorme residencia con diferentes salas bellamente decoradas y bien conservadas.
  • Los Teatros Grande y Piccolo: dedicados al ocio de las gentes de Pompeya, se hallan en muy buen estado.
  • Orto dei Fuggiaschi: en este huerto fueron sorprendidos por la furia del volcán varias personas que intentaron resguardarse en esta casa y acabaron muriendo asfixiadas. Los moldes de sus cadáveres permanecen ahí para dar testimonio de los últimos instantes de vida de estos pompeyanos.

Vista aérea de Pompeya

La entrada a Pompeya cuesta 11 euros aproximadamente aunque si en vuestra visita queréis incluir los otros yacimientos vecinos (Herculano, Stabia, Oplontis y Bosco Reale) existe un ticket global que sale por 20 euros.

Horario: Pompeya puede visitarse todos los días de abril a octubre de 8:30 de la mañana a 19:30 de la tarde y de noviembre a marzo hasta las 17:00 de la tarde.

La conservación de Pompeya

Domus reconstruida Pompeya

Cada año visita Pompeya casi tres millones de turistas, algo positivo porque deja mucho dinero pero también arriesgado porque el yacimiento arqueológico ha sufrido en los últimos años lo que se conoce como “la segunda destrucción de Pompeya”.

A causa de los incesantes derrumbes, los constantes robos, las huelgas de personal, la mala administración y la sombra de la Camorra se llegó a poner en duda que la ciudad lograse mantener el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad que la Unesco le otorgó en 1997.

Un problema que han resuelto con la instalación de sistemas de videovigilancia y con la contratación de cuarenta nuevos vigilantes en el marco del denominado «Gran Proyecto Pompeya», un plan de conservación cofinanciado por la Unión Europea, que, tras haber estado en riesgo de suspenderse, se ha logrado ampliar hasta 2017. Dos años más de lo previsto inicialmente.

Los trabajos de restauración han permitido rehabilitar seis domus y han devuelto el color a las imágenes mitológicas que adornan sus paredes. También brillan con más potencia los mármoles de los suelos y los mosaicos bicolores del centro de las estancias.

No obstante, el reto ahora es concluir la restauración en 2017 para posteriormente mantener el yacimiento en las mejores condiciones, favorecer la accesibilidad y desarrollar una nueva web.


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