En la ciudad croata de Zadar, a orillas del Mar Adriático, hay una cita ineludible cuando el día se acaba. Se trata de una espectacular instalación ubicada en el paseo marítimo de la ciudad obra del arquitecto local Nikola Basic. Su nombre: Greetings to the Sun, o el «Saludo al Sol».
Lo que allí nos encontramos son más de trescientas placas de vidrio de varias capas dispuestas formando un círculo. Estas placas recubren unas células solares que absorben la luz del sol durante el día y que, después del ocaso, producen una luz brillante, un espectáculo de animación impulsado por la energía absorbida durante el día. La energía solar absorbida por los paneles solares no solo se utiliza para alimentar esta exhibición, sino también para iluminar una parte de la costa de Zadar. Se estima que la pantalla genera alrededor de 46.500 kWh de electricidad al año.
Este círculo de luz tiene 22 metros de diámetro y está rodeado por un anillo de metal que lleva grabados los nombres destacados del Santoral (Croacia es un país de tradición católica) junto con la fecha de sus fiestas. También figuran entre las inscripciones los datos de la declinación del Sol desde el norte o el sur del ecuador, así como la altitud del meridiano del Sol en la fecha del día de cada santo. El Saludo al Sol es pues una especie de gran calendario luminoso.
Muy cerca de allí se halla otra conocida y celebrada instalación artística de Nikola Basic: el Órgano de Mar, situado en la parte oeste del paseo marítimo, que no es otra cosa que un instrumento musical masivo formado por 35 tubos de diferente longitud, diámetros e inclinaciones que convierte el ritmo de las olas en melodías.