Gran Bretaña es un gran destino de verano porque combina paisajes, cultura y mucha historia. Dentro de las islas un país que sobresale es Escocia, con sus cinco millones de habitantes y su hermosa capital, Edimburgo.
Si te gustan los castillos medievales este destino en Europa es genial porque aquí se han construido fortalezas fabulosas que han resistido el paso del tiempo y han sido grandes protagonistas de grandes momentos de la historia local. Hay muchos castillos, tantos que la oficina de turismo nacional ha trazado una ruta especial: la Ruta de los Castillos de Escocia. Te propongo una aventura de verano: alquilas un coche y la conoces.
Escocia
Las tierras escocesas han sufrido los cambios climáticos en el planeta, las glaciaciones han moldeado la geografía y por eso sus paisajes varían en los cuatro puntos cardinales. El nombre del país deriva de la palabra latina scoti que era como los romanos nombraban a sus habitantes. Durante mucho tiempo también se usó la palabra Alba, derivada del propio idioma, pero Escocia empezó a popularizarse en la Edad Media.
Ya en la Alta Edad Media surge el Reino de los Pictos y la historia avanza entre batallas, casamientos políticos e influencia de los reinos vecinos hasta que en 1707 Escocia se une al Reino de Inglaterra dentro del Reino de Gran Bretaña. Esa unión todavía es visible en ciertos escudos y títulos oficiales, pero lo más importante es que Escocia sigue funcionando como un distrito independiente con sus propias leyes.
La Ruta de los Castillos de Escocia
La cantidad de castillos que hay en tierras escocesas es lo que demuestra que la historia de este país no ha sido pacífica sino más bien todo lo contrario. En todo el país hay más de 300 castillos, mansiones señoriales y propiedades en ruinas, pero la ruta se concentra en los mejores, los más famosos y los más dramáticos. Y todos están dentro del condado de Aberdeenshire, un sitio conocido como el condado de los castillos.
La ruta propone un itinerario de seis días y está señalizada con letreros marrones y blancos que cruzan todo el territorio. Seis días y muchos castillos para conocer y no olvidar.
Día 1
Cerca de la misma ciudad de Aberdeen hay muchos castillos así que lo ideal es hacer base aquí el primer día y salir de excursión. En una ruta total de solo 35 kilómetros tienes tres castillos para ver: Castillo Dunnottar, el Castillo Ceathes y el Castillo Drum.
El Castillo Dunnottar está en Stonehaven. Es un castillo en ruinas construido sobre un alto acantilado sobre el Mar del Norte. Supo proteger las joyas de la corona escocesa de las tropas de Cromwell y se lo usó dos veces en el cine, en 1991 para la película Hamlet, de Franco Zefirelli, y más recientemente en Victor Frankestein. Abre todo el año y el precio de la entrada es de 7 libras por adulto, con guía incluida.
El Castillo Crathes es una elegante y hermosa tower house del siglo XVI rodeada de jardines. Tiene cielo rasos decorados, torres, escalinatas en espiral y torretas. Los jardines abren todo el año pero chequea los horarios del castillo. La entrada cuesta 12, 50 libras.
Por último, el Castillo Drom fue el hogar de la familia Irving por seis siglos y medio y se construyó en el siglo XIII. Contiene una gran colección de pinturas y muebles antiguos y está rodeado por jardines de rosa. Cuesta 12, 50 libras.
Día 2
Durante este segundo día en la Ruta de los Castillos de Escocia el camino enfila hacia el oeste y norte de Aberdeen. Incluye los castillos Fraser, Tolquhon y la Casa Haddo. El Castillo Fraser data del siglo XV y es precioso con sus salones enormes, sus muebles y sus jardines y parques. Hay una casa de té que funciona en la cocina del siglo XIX y que es un encanto. La entrada cuesta 10, 50 libras.
El Castillo Tulquhon es considerado uno de los más hermosos de Escocia. Sobre una simple tower house se construyó esta fortaleza maravillosa. Solo abre en verano entre las 9:30 a.m y las 5:30 p.m y la entrada es barata, 4, 50 libras. Finalmente está la Casa Haddo, diseñada en 1732. No es un castillo sino una de las primeras residencias que vieron la luz tras el cese de hostilidades. Fue el hogar de la familia Gordon durante 400 años y así tiene muebles y adornos únicos. La entrada cuesta 10, 50 libras y la visita es guiada.
Día 3
La ruta sigue hacia Fraserburgh, sobre la costa de Moray Firth. Incluye tres paradas más: el Castillo Fyvie, el castillo Delgatie y el Castillo Kinnaird Head. El Castillo Fyvie está a 50 minutos de Aberdeen, tiene ocho siglos y es de interiores eduardianos. Es perfecto para imaginar cómo era la vida cotidiana noble y tiene una estupenda colección de armaduras, armas y muebles. También cuenta con un jardín amurallado y una pista de tenis de 1903. Y una casa de té. Todo por 12, 50 libras.
El Castillo Delgatie data de 1030 y todavía parece una casa habitada. Guarda la habitación de María, Reina de los Escoceses, muebles elegantes, ropas victorianas y decoraciones muy lujosas. Puedes almorzar y también dormir en alguna de sus cabañas. Abre de enero a diciembre de 10 a.m a 5 p.m aunque en invierno cierra una hora antes. Cuesta 8 libras.
El Castillo Kinnaird Head forma parte del Museo Escocés de los Faros y fue construido en 1570- Mira al puerto de Fraserburgh y tiene en su corazón un faro. ¡Increíble!La entada cuesta 7 libras.
Día 4
La Mansión Duff es una de las mansiones mas elegantes del país. Una mansión georgiana en el medio de un amplio parque con una rica colección de muebles y pinturas. Hay una casa de té y una tienda dentro y se puede pasear por los jardines a la vera del río Deveron. La entrada cuesta 7, 10 libras.
Le sigue este día el Castillo Huntly, situado en la confluencia de dos ríos. Ha sido residencia de barones desde hace cinco siglos y se alza sobre una vieja fortaleza construida por Robert de Bruce en el siglo XIV. La entrada cuesta 5, 50 libras. Después está el Palacio Spynie, la casa de retiro de los obispos de Moray por cinco siglos. Solo abre en verano y la entrada cuesta 8, 70 libras.
Finalmente el Castillo Balvenie está en ruinas pero sigue siendo estupendo. Fue la fortaleza de los enemigos de Robert de Bruce, los Black Comyns, en el siglo XIV, pero se transformó en una residencia renacentista siglos después. Abre en verano y cuesta 4, 50 libras.
Día 5
En esta jornada también hay tres visitas: Leith Hall, el Castillo Kildrummy y el Castillo Corgaff. Leith Hall está cerca de Huntly y es una típica residencia familiar escocesa con los tesoros acumulados por diez generaciones de una familia, los Leith-Hay. La entrada cuesta 10, 50 libras y hay visitas guiadas disponibles.
Se cree que el Castillo Kildrummy fue construido o reformado por los ingleses invasores bajo el reinado del Rey Eduardo I. Fue durante mucho tiempo la fortaleza de los condes de Mar y hoy está en ruinas. ¡Pero vaya ruinas! Es un excelente ejemplo de cómo lucía un castillo en el siglo XIII y desde aquí, en 1715, se lanzó el Levantamiento Jacobita. Abre solo en verano y visitarlo cuesta 4, 50 libras.
Dentro del Parque Nacional Cairngorms ha quedado está tower house que fue la residencia de la importante familia Forbes: Castillo Corgaff. Fue prisión para los jacobitas y por eso sirve para darle una mirada a la vida militar del siglo XVIII. Solo abre en verano y cuesta 5, 50 libras.
Día 6
Por fin llegamos al final de la Ruta de los Castillos de Escocia, una ruta que a razón de tres castillos al día nos permite darnos un panzazo de castillos y fortalezas medievales. Le toca el turno al Castillo Braemar, al Balmoral y al Craigievar.
El Castillo Braemar parece sacado de un cuento de hadas. Está dentro del Parque Nacional Cairngorms y fue construido en 1628. Tiene habitaciones amobladas, hay calabozos y según dicen, fantasmas y graffitis de soldados aquí y allá. Las visitas guiadas son de la mano de gente local con mucho entusiasmo y hay WiFi disponible. Cuesta 8 libras.
El Castillo Balmoral es el más conocido de la ruta porque es el hogar de la familia real. La reina Victoria solía pasar largas temporadas aquí, en las Highlands escocesas, así que hay hermosos jardines, un salón de baile, una cafetería y una tienda de recuerdos. El tour es con audioguía y suele haber exhibiciones. La entrada cuesta 11, 50 libras.
Finalmente está el Castillo Craigievar, otro castillo de cuentas de hadas envuelto en colinas. Dentro y fuera es precioso y también puedes disfrutar de sus jardines. Cuesta 12, 50 libras por adulto.
Como ves, la Ruta de los Castillos de Escocia es un rosario de maravillosos destinos, ideal para hacer en verano. Seguro hay algún castillo que te gusta más que otro, alguno que no visitarás, otro que no te perderás, pero me parece que alquilar un coche y seguir este camino te dará un recuerdo imborrable de la belleza natural y la riqueza histórica de este pequeño gran país de Gran Bretaña.