Svalbard, destino lejano, helado y hermoso

Svalbard. ¿Conoces aunque sea de nombre esta isla? ¿No? Entonces coge un mapamundi geopolítico y busca bien al norte, casi en el polo. En realidad es un archipiélago que se ubica entre las costas noruegas y el mismísimo Polo Norte así que aquí siempre hace frío.

Es un destino lejano pero nada hostil al visitante así que si el frío no te amedrenta y estás con sed de aventuras en algún sitio poco conocido que te dará recuerdos y postales imborrables, pues veamos qué se puede hacer en Svalbard.

Las islas del norte

Pertenecen a Noruega oficialmente desde 1920 y del grupo solo tres están habitadas: Hopen, la Isla del Oso y Spitsbergen que es la isla principal. Ocupan un total de poco más de 62 mil kilómetros cuadrados. Hay tres mil habitantes pero poco más de dos mil habitan en Longyearbyen, en Spitsbergen y es aquí desde donde funciona el gobierno.

Las isla tuvieron entre sus visitantes más antiguos a los feroces vikingos y hay escritos centenarios que tal vez la incluyen con otro nombre o como referencia, pero es en 1596 que oficialmente desembarca allí Barents, un holandés.

Las islas se convirtieron entonces en base de la actividad ballenera holandesa, actividad que tuvo larga data, aunque en una isla también dedicada a la minería que hoy no solo explota Noruega sino empresas de todo el mundo.

Si uno mira las islas en el mapa se imagina un clima congelado pero en verdad en el mundo hay otras zonas mucho más frías. En invierno el promedio es de -14 ºC y en verano es raro que supere los 6 o 7 ºC. Es decir, ¡con esas temperaturas siempre es invierno! Entonces, a llevar ropa abrigada, una buena cámara de fotos, un portátil para descargar los cientos de fotografías que tomarás y si no, pues muchas tarjetas de memoria.

Turismo en Svalbard

La forma más común de arribar a las islas es en avión y por supuesto la puerta de entrada es Spitsbergen. Si no eres noruego debes llevar contigo el pasaporte sí o sí pues el archipiélago está fuera del espacio Schengen. ¡No te lo olvides!

Hay vuelos de SAS todos los días hacia Longyearbyen y se hace escala en Tromso. En temporada alta, de marzo a agosto, hay varios vuelos por día directamente desde Oslo. La tarifa varía según el día de la semana en el que se viaje. El vuelo directo parte de Oslo y llega tras tres horas de viaje, si partes desde Tromso es una hora y media.

So pena de congelarnos veamos qué maravillas nos tiene deparadas las islas en verano: expediciones paseos en bote senderismo, hiking, paseos en trineos tirados por perros, caza de fósiles, paseos en kayak, cabalgatas, paseos en motos de nieve, spas termales, excursiones de pesca y paisajes de otro mundo. Nada mal la oferta.

Las excursiones pueden durar horas o días y se hacen a pie o en kayak. En verano que los días son un poco más largos, las excursiones se organizan hacia el noroeste de Spitsbergen o Prins Karls Forland, zonas alrededor de Isfjorden. Suelen organizarse grupos y se viaja con tiendas de campaña durante dos días. Obviamente hay agencias que se ocupan de todo.

Por su parte las excursiones en kayak son más extensas, de entre cuatro y ocho días. Se conocen zonas como Dickson-/Eckmansfjorden, Billefjorden, Krossfjorden o Kongsfjorden. Los operadores de turismo ofrecen en el paquete el kayak y la ropa especial que se requiera. Puedes conocer glaciares y moverte en kayak entre ellos.

Los tours de senderismo incluyen escalar montañas (la Trollsteinen, la Roca del Trol), meterse en cuevas de hielo (donde incluso puedes pasar la noche), avistar vida salvaje entre glaciares y fiordos y hasta algún que otro paseo por antiguas ciudades rusas (los rusos estuvieron bastante presentes en las islas hasta los años ’90 explotando algunas minas). Si eres más tranquilo los cruceros son otra opción.

Hay cruceros de medio día o de más días precisamente a algunos asentamientos rusos, los de Pyramiden y Barentsburg, pasando por las hermosas montañas de Isfjord y glaciares espectaculares. La actividad minera ha dado nacimiento a muchos asentamientos, algunos todavía habitados y otros no, así que se trata de conocerlos.

Por ejemplo, uno que es la puerta de salida al Ártico es Ny-Alesund: de aquí partieron muchas expediciones, entre ellas las de Roald Amundsen, el primer hombre en conocer los dos polos.

¿Pero todo tiene que hacerse al aire libre? ¡Es la idea! No se conoce un sitio así todos los días. La sensación de estar bajo estos cielos debe ser fabulosa. Aún así, si quieres algo más puedes conocer el Museo Svalbard de historia natural y cultural que te permitirá conocer la riqueza de las islas (con su numerosa comunidad de osos polares y ballenas, ya protegidas), o el Museo de las Expediciones al Polo Norte, la iglesia de la capital, la más al norte del mundo, o, mira tú, la Destilería Svalbard donde se elabora una buena y fresca pilsen.

Una recomendación: conocer la Mina de Carbón 3: la capital de las islas no sería lo que es sin la actividad minera que comenzó en 1906. Esta mina fue explotada por un americano llamado John Munro Longyear (de aquí el nombre de la ciudad). Una década después pasó a manos noruegas, ella y otras más. Todas salvo una están cerradas y de la explotación de esta última se consigue el carbón para generar electricidad en la ciudad.

Para mostrar al turismo la rica historia minera es que existe el tour por la Mina 3, una mina que comenzó a producir en 1971 y cerró en 1996. Conocerás el equipamiento que se usaba, sus talleres y verás todo tal cual quedó cuando los mineros dejaron sus cosas y se marcharon para nunca más regresar.

El tour comienza a las 9 am y termina a la 1 pm. Larguito, pero te recogen en el hotel e incluso, si quieres puedes ir de la mina derecho al aeropuerto.

Te dan ropa de minero, una lámpara para la cabeza y derecho a la aventura 300 metros dentro de la montaña. El tour es en inglés y en noruego. Otra recomendación: procura tener tiempo libre pues en la Oficina de Turismo de Longyearbyen te dan bicis gratuitas a los visitantes. Como ves, este destino en Noruega es una maravilla para los amantes de la naturaleza. Otra opción en destinos lejanos e increíbles.


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