Un paseo por Zafra, la desconocida de Extremadura

Castillo de Zafra

Castillo de Zafra

Zafra es una de las ciudades de mayor popularidad en Extremadura. Su situación al sur de Badajoz (entre las sierras de Los Santos y El Castellar) y al borde de la vieja calzada romana de la Plata (entre Andalucía, Castilla La Mancha y el Alentejo) ha convertido a esta ciudad en un punto de referencia turística como lugar de descanso y vacaciones.

Se trata de una ciudad pequeña de 17.000 habitantes aproximadamente que se puede visitar en muy poco tiempo, por lo que no tendrás excusa para no ir hasta esta bonita localidad pacense.

Origen de Zafra

Al parecer es de origen romano (después de todo se encuentra en la Vía de la Plata), aunque se han encontrado restos de la Edad del Bronce. En la Edad Media su desarrollo fue musulmán hasta que fue conquistada por el rey Fernando III allá por el siglo XIII. En cualquier caso, hubo que esperar a que la dinastía de los Trastámara se hiciera con las riendas de la corona de Castilla para que Zafra adquiriese un papel cada vez más relevante en el sur de Extremadura.

El año de 1.394 Juan II donó, bajo la denominación de Señorío de Feria,  Zafra junto con las aldeas de Feria y La Parra a Gomes I Suárez de Figueroa, camarero de la reina castellana e hijo de Lorenzo Suárez de Figueroa, Gran Maestre de la Orden de Santiago.

Parador de Zafra

Parador de Zafra

Los nuevos señores de Zafra decidieron convertirla en el centro de sus dominios y la villa fue adoptando una nueva fisonomía pues se inició la construcción de una muralla defensiva y grandes edificios destinados a la residencia de sus dueños. Cuando en el siglo XVII el linaje de la familia asciende a la grandeza de España, se le da un nuevo enfoque urbano a la localidad. De esta manera, se reconvirtió el viejo Alcázar en un palacio acorde con los nuevos gustos de la corte de los Austrias.

Bajo el favor de la Casa de Feria, se crearon también los Hospitales de Santiago, San Miguel y San Ildefonso y conventos femeninos como las clarisas de Santa Marina, las terciarias de La Cruz y las dominicas de Santa Catalina y Regina Coeli. Fuera de la muralla se levantaron los monasterios dominicos de Santo Domingo del Campo y de El Rosario, y de franciscanos de San Benito y de San Onofre de La Lapa.

¿Qué ver en Zafra?

Pilar de San Benito Zafra

Pilar de San Benito Zafra

  • Muralla: Zafra fue una ciudad amurallada en la Baja Edad Media. De ahí que se conserven tres de las puertas de acceso a la villa: la de Jerez, el Cubo y Palacio.
  • Castillo- palacio del Duque de Feria: es la principal construcción que tuvo un corte defensivo pero un fin palaciego. Actualmente, es parador de turismo. El valor del palacio se expresa a través de su espectacular fachada y de su majestuoso patio renacentista, en un enclave idóneo para descubrir el entorno monumental y los parajes de la zona. Todos los visitantes quedan maravillados con su grandioso interior, el cual conserva bellos artesonados, herrajes, pasamanos y elementos decorativos del antiguo palacio.
  • Plazas: Inherente a la personalidad de Zafra es la actividad comercial. La población solía reunirse en la Plaza Chica y la Plaza Grande, unidas por el Arquillo del Pan, para hacer sus compras. Ambas tienen soportales y son el centro de callejuelas menestrales. El mantenimiento continuado de la actividad mercantil se vio recompensado con la concesión Real a Zafra del título de ciudad en 1882, de la Feria Regional del Campo Extremeño en 1966 y de la Feria Internacional Ganadera en 1992.
  • Edificios religiosos: Los conventos tuvieron gran protagonismo, como el de Santa Marina (ligado a la casa de Feria) el de Santa Clara (con esculturas de miembros del ducado) el del Rosario o el de Santa Catalina. La Colegiata de la Candelaria tiene estructura del gótico tardío y mudéjar y obra barroca, especialmente de Zurbarán o Churriguera. Además, alberga un museo sacro con piezas de interés.
  • Pilares: son fuentes históricas que adornan el trazado de Zafra. Uno de los más destacados es el de San Benito, de estilo gótico de mediados del siglo XV.
  • Otros lugares de interés: el Hospital de Santiago (con portada plateresco-mudéjar) o los vestigios judíos en sinagogas, calles y viviendas.

¿Dónde comer en Zafra?

La Rebotica

La Rebotica | Imagen vía GastroExtremadura

Tanta visita turística a buen seguro que abre el apetito. La gastronomía en Zafra merece una mención especial. Los siguientes son algunos de restaurantes muy recomendados para disfrutar de los manjares propios de esta tierra.

  • Canela en Rama. El popular chef Pepe Crespo cambió de local hace un par de años pero mantiene su oferta culinaria tradicional extremeña. Torta del Casar, croquetas de espinacas con piñones, rabo de toro, hamburguesa de retinto con torta del Casar y crujiente de cebolla, trufas de chocolate blanco para terminar. De vino de la casa, el local Viña Puebla Tempranillo, de la D.O. Ribera del Guadiana.
  • Barbacana. Su cocina se podría describir entre lo regional y lo moderno: queso de la Serena, jamón ibérico, lomos de rodaballo, cochinillo de Zafra asado al aroma de tomillo… ¡riquísimo!
  • La Rebotica. La cocina del chef José Luis Entradas navega entre lo rústico, lo moderno y hasta lo exótico. Foie-gras de pato en láminas aderezado con vinagre de cereza del Jerte, carrilleras ibéricas estofadas en oporto con raviolis de calabacín y arándanos, pez mantequilla con crujiente de alga nori y mahonesa de wasabi con jengibre y soja, y una ‘crême brulée’ deliciosa de manzana con helado.

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