Una guía para visitar Moscú

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El año que viene se cumplen cien años de la Revolución Rusa. ¿Te imaginas estar en Moscú para entonces? Puede que no seas comunista, pero sin dudas el aniversario cien de ese quiebre en la historia de Occidente es fantástico. Y si hay un momento espacial para ir a Moscú será entre octubre y noviembre del año 2017.

Hay tiempo entonces para planear el viaje y organizar absolutamente todo. La pobre Moscú siempre es un poco opacada por la belleza de San Petersburgo y se queda solo con el título de capital rusa y sede del Kremlin, pero tiene mas por descubrir así que espero que esta breve guía para recorrer Moscú te sirva.

Moscú

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Es una ciudad populosa donde viven mas de diez millones de personas y desde hace muchos años tiene mucha vida cultural, de día y de noche. Hay restaurantes, bares, discotecas y centros comerciales. Y por supuesto, además está el Kremlin, la Tumba de Lenin, sus iglesias y la Plaza Roja, una de las plazas más famosas del mundo.

Hay dos buenos momentos en el año para visitar Moscú: desde comienzos de mayo a mediados de julio, antes de que sea pleno verano y haga bastante calor, y después para la época de Año Nuevo. Obvio, si vas para el 100 Aniversario de la Revolución Rusa se calcula que los eventos tendrán lugar en noviembre, así que no hay opciones y habrá que aguantar el frío.

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Para ingresar a Rusia hay que tramitar una visa así que conviene hacerlo al menos tres meses antes de viajar. No se puede tramitar antes de ese tiempo peor tampoco te cuelgues mucho y lo postergues. Desde el aeropuerto puedes o bien tomar un taxi, un poco caro, o mejor todavía, el Aeropexpress, el tren que une ambos puntos en un viaje de entre 35 y 40 minutos y cuesta unos 8 euros, más o menos.

Hay tres aeropuertos en la zona, pero seguro entrarás por el internacional Sheremetyevo 2 o por el Domodedovo.

Lo mejor de Moscú

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La Plaza Roja es el corazón de la ciudad y data de fines del siglo XV. Tuvo otros nombres antes pero éste lo conserva desde el siglo XIX. Sus construcciones son de distintas épocas y una de ellas es por supuesto el Kremlin. De hecho la plaza nació cuando el zar ordenó derribar todos los edificios de madera que estaban alrededor y podían incendiarse.

Hoy en día el Kremlin es un museo enorme, un complejo de edificios antiguos que esconden verdaderos tesoros de la historia rusa: hay palacios, catedrales y monumentos. Está la Torre Spasskaya, construida en 1491, con su entrada que es la principal al Kremlin y que por muchos tiempo estuvo prohibida a la gente común. Hay una enorme campana, la Campana de Ivan el Grande, que es la única que queda de otras que había allí siglos atrás, y también el llamado Cañón del Emperador, el cañón más viejo del mundo, fundido en tiempos del hijo de Iván el Terrible, a fines del siglo XVI.

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La muralla almenada recorre poco más de dos kilómetros y tiene 19 torres, todo rodeado por un foso. Están las Catedrales de la Anunciación, de la Dormición, la del Arcángel Miguel y la de la Asunción, todas con sus tesoros dentro. También está el Cementerio Real y la Iglesia de la Deposición del Manto de la Virgen y la de los Doce Apóstoles. En la Catedral de la Dormición, de 1479, fueron coronados los zares y es la que tiene cinco cúpulas doradas. Los zares duermen eternamente en la Catedral del Arcángel Miguel.

Si hablamos de edificios no religiosos entonces está el Palacio de las Facetas, de fines del siglo XV y el Palacio de los Terems, ambos conectados por el Gran Palacio del Kremlin. También está el Arsenal, que tiene frente el cañón y dentro la importante Armería. La visita turística te permite entonces conocer todos los palacios, el arsenal, la armería y el Cañón del zar y la Campana del Zar.

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La Catedral de San Basilio es una de las más famosas del mundo y se construyó a mediados del siglo XVI por ordenes de Ivan el terrible para conmemorar la toma de Kazan. Está en la Plaza Roja y tiene unas encantadoras cúpulas con forma de bulbo. Son un total de ocho iglesias laterales alrededor de un centro, algunas pequeñas y otras más grandes. Todas coloridas.

La Catedral de Cristo el Salvador fue construida por Alejandro I y tiene varias capillas consagradas a distintos santos. Tiene 640 candelabros y 600 más solo en el coro. Tiene mas de cien metros de altura y una curiosidad: en los años ’30 la iglesia voló por los aires y fue sustituida por una piscina. Fue reconstruida en 1994 y hoy tiene un bonito museo y una plataforma de observación que vale la pena visitar.

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Entre otros destinos que debes incluir en tus visitas está el Convento Novodevichy, el Teatro Bolshoi y por supuesto, la Tumba de Lenin. Esta última está en el centro de la plaza y es un mausoleo con un sarcófago de cristal dentro que guarda el cuerpo momificado de Lenin. Data de 1930 y es de granito rojo, imponente. Por su parte el Teatro Bolshoi es uno de los mas importantes del mundo y según dicen, el segundo mas grande en Europa detrás de La Scala de Milán.

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Puedes asistir a una gala o apuntarte a la visita guiada que es en ingles y solo los lunes, miércoles y viernes. La visita dura poco más de una hora y cuesta alrededor de 1330 rublos. Comienza a las 12:15 pm y los tickets se compran el mismo día en las taquillas del teatro. Conviene ir temprano pues el grupo de supera las 20 personas.

Una visita al metro de Moscú también vale la pena porque las estaciones son antiguas y contiene hermosos murales, lámparas y decoraciones. Y ya que estás por allí puedes tomar la línea 7 y bajar en la estación Tushinskaya. de allí tomas un autobús, media hora no más, y puedes visitar la Residencia Arkhangelskoe, conocida como el Versailles de Moscú. Si el día es soleado, es la mejor oportunidad para disfrutar del aire libre.

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¿Algunas caminatas recomendables? Pues debes andar por la calle Arbat, la calle más turística de la ciudad y la indicada para comprar recuerdos, y por la Tverskaya que comienza justo en el Kremlin y enfila rumbo norte cruzando la ciudad. También por el famoso Parque Gorki, con sus arboles y sus cafés, por la encantadora zona de Kitai Gorod o el Chinatown moscovita, y por el Jardín del Hemritage, el espacio verde más grande de la capital rusa.

Habiendo visitado todo esto ya podrás decir que conoces Moscú.


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