Praga es una ciudad europea que cuenta con muchísimo encanto, sobre todo si vamos a su parte antigua. Es bien conocida por su castillo y por el famoso puente de Carlos, pero lo cierto es que hay mucho más que ver, desde céntricas plazas a barrios llenos de historia, museos y óperas. Hoy vamos a hacer un repaso por los lugares imprescindibles de la ciudad de Praga.
Si vas a la ciudad de Praga de vacaciones te encontrarás en una ciudad con un estilo muy europeo, con antiguas construcciones y una arquitectura típica. Habrá muchas cosas que te llamarán la atención y muchos puntos y monumentos para visitar, así que haz una lista con lo más importante y no te pierdas nada.
Castillo de Praga
El Castillo de Praga no es un solo edificio como nos podemos imaginar, sino que es el conjunto arquitectónico palaciego más grande del mundo. Consta de jardines, edificios eclesiásticos, la Catedral de San Vito de la que hablaremos más adelante, conjuntos residenciales y edificios administrativos. Este castillo se construyó en el siglo IX y sirvió como residencia para la realiza y más tarde para los presidentes.
En este gran complejo se pueden ver lugares muy interesantes, como el Callejón del Oro, que era la calle de los orfebres y que ahora cuenta con casas pintorescas de colores. También hay varias torres, como la Torre Blanca o la Torre de la Pólvora. El horario de visita suele ser de las 6:00 a las 23:00, aunque los monumentos pueden tener un horario más reducido. El precio dependerá del recorrido que hagamos. Desde luego vamos a necesitar bastante tiempo para poder ver los lugares más importantes de este castillo.
Puente de Carlos
El Puente de Carlos es una de las imágenes de Praga más emblemáticas y compartidas. Este conecta la Ciudad Vieja con la Ciudad Pequeña o Malá Strana. Es sin duda el lugar más recorrido y en el que no podemos pasar sin sacar unas cuantas fotos. Su construcción comenzó en el siglo XIV, pero no sería hasta el siglo XV que lo acabarían. Además, cuenta con 30 estatuas de santos, las cuales se fueron añadiendo progresivamente. Si quieres pedir un deseo, busca la estatua de San Juan Nepomuceno, la primera que se añadió, y que fue tirado al río en 1393 por orden de Wenceslao V. Si pones la mano sobre la imagen de su martirio y pides el deseo, al parecer te lo conceden.
La Ciudad Vieja
La Ciudad Vieja ha sido el centro de la vida pública de la ciudad desde la remota Edad Media, y hoy en día sigue siendo un punto muy importante y turístico. En ella se pueden ver bonitas calles adoquinadas, casas pintorescas y antiguas así como artistas callejeros. La zona más céntrica es sin duda la Plaza de la Ciudad Vieja, en donde hay puestos y cafés para pasar el tiempo disfrutando del ambiente de la ciudad. En esta zona podemos ver la Iglesia de Nuestra Señora de Týn en estilo gótico, el Ayuntamiento o la Torre del Reloj. Los edificios antiguos, totalmente cuidados y en bonitos colores, son realmente bonitos.
El Barrio Judío
Josefov es el nombre del Barrio judío, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media. En este lugar de la ciudad hay sinagogas, pero sin duda lo más representativo y una visita que debes hacer es la del cementerio judío, el único lugar en el que estaba permitido enterrar a los judíos de la ciudad. Se creó en el siglo XV y parece que no ha pasado el tiempo. Un lugar que ya forma parte de la historia de la ciudad, y que resulta impresionante. Las entradas se pueden adquirir en las sinagogas del barrio.
Si queréis conocer más la historia de los judíos de la ciudad, la sinagoga Pinkas es una de las más importantes, y en su paredes están escritos los nombres de lo judíos asesinados por los nazis durante el Holocausto, así como la colección de algunos de los dibujos hechos por los niños del campo de concentración de Terezín.
La Plaza de Wenceslao
La Plaza de Wenceslao es un lugar céntrico y también histórico en donde ocurrieron algunos acontecimientos como el inicio de la Revolución del Terciopelo, pero lo cierto es que es un lugar que parece una gran avenida. En este lugar hay tiendas de moda, restaurantes y hoteles, por lo que se ha convertido más bien en un espacio de ocio. No es especialmente interesante, pero sí una zona que visitar si deseamos hacer compras.
Terezín, el antiguo campo de concentración
Terezín es un pueblo que está a 61 kilómetros de Praga, por lo que deberemos tomarnos un día para hacer la visita al campo de concentración de Theresienstadt. Cuenta con la fortaleza grande, que es el guetto judío, y la pequeña, el campo de concentración en sí. Aunque este no fue un campo de exterminio como el de Auschwitz, sí resulta escalofriante visitar el lugar. Además, no hay una gran afluencia, por lo que la visita será todavía más solemne.