Elefantes, tigres, paseos en tuc-tuc… También los niños pueden sentir su propia fascinación por la India de modo parecido al que lo hacen los adultos. Al fin y al cabo, estamos en el país de Mowgli. Viajar con niños a India no tiene por qué ser un problema si sabemos organizarnos, elegir bien nuestros destinos y tener un mínimo de sentido común. He aquí algunas ideas.
Visitar Mani Bhavan, la casa de Bombay donde Mahatma Gandhi guarda una colección de fotografías en blanco y negro, cartas, recuerdos y objetos que pertenecieron al líder de la no violencia durante su infancia. Otro oasis de tranquilidad, lejos de la locura del tráfico urbano, es el templo jainista dedicado a Adinath. Aquí entramos, nos quitamos los zapatos y escuchamos a los monjes. Los visitantes son marcados en la frente con un pequeño círculo de color amarillo (de azafrán) y obsequiados con un collar de flores perfumadas alrededor del cuello. Los niños son bien recibidos y suelen pasárselo muy bien.
En Goa cambiamos la espiritualidad por la Naturaleza. Aquí todavía se puede respirar la atmósfera de la colonia portuguesa, especialmente en Velha Goa, con sus iglesias blancas, monasterios y casas de colores. Para los niños este lugar es ahora sinónimo de vacaciones en el mar: cerca de un centenar de kilómetros de playas de arena blanca y un rico interior de bosques de cocoteros, bosques de mango, enormes árboles de bambú y campos de arroz. No olvides meter en la maleta tus prismáticos para observar loros, colibríes y hasta cocodrilos que se tumban al sol a lo largo del río. Muchas actividades son organizadas por los monitores del Centro de Actividades de Niños de la aldea Taj Holiday, entre ellas la del buceo entre corales y peces de colores.
En Agra se puede hacer una ruta siguiendo los pasos de Mowgli, el protagonista de El Libro de la Selva de Rudyard Kipling. Niños y adultos se adentran en la selva para encontrarse con el famoso tigre blanco. Una expedición fascinante, a bordo de un jeep y a lomos de un elefante.
Solo unas mínimas precauciones: evitar la época de los monzones, prestar atención a la nutrición de los niños y evitar los alimentos crudos, frutas y verduras. Beber olo agua embotellada y no usar cubitos de hielo para refrescar las bebidas.