Viajes indispensables para amantes de las flores

Glisinas en japón

Detenerse a contemplar y admirar la naturaleza es algo que muchos viajeros se toman muy en serio. El mundo es un lugar maravilloso, y aunque hay paisajes urbanos increíbles la belleza de la naturaleza no tiene igual. En especial, cuando se trata de flores.

Viajes indispensables para amantes de las flores, ¿puedes imaginar nuestros destinos del día de hoy?

Parque de flores Ashikaga, en Japón

Glisinas en Japón

He visitado Japón muchas veces, de hecho en un par de meses regreso, y siempre me maravilla su amor y respeto por la naturaleza. No muy lejos de Tokio, en Tochigi, al norte, podrás conocer un sitio repleto de glicinas que es una maravilla.

Se trata del Parque Ashikaga, famoso por su marquesina de glisina. El culpable es un árbol centenario, de 150 años, que se despliega 80 metros y solo es uno de los 350 ejemplares que alberga el parque. Es precioso.

Lo bueno es que Japón tiene muchos sitios así, y otro puedes verlo en los Jardínes de Kawachi-Fuji, con 150 árboles de glisina y un túnel de 100 metros. El mejor momento para ser testigo de esta belleza es entre mediados de abril y comienzos de mayo. Cuanto más cálido el clima, más temprano es el florecimiento.

Islas Azores, Portugal

Isla Faial, en Azores

El archipiélago de las Azores es un paraíso para las hortensias, flores que aman la cercanía al mar  y estallan en colores que van del azul al rosa y el blanco. La particular ecología de las islas, de origen volcánico, permite todo para que estas plantas proliferen porque, de hecho, no son autóctonas sino que fueron traídas desde América o Asia hace alrededor de tres siglos.

Las hortensias son un símbolo de las Azores y un buen sitio ara contemplarlas a placer es la Isla Faial, la «isla azul«, por la cantidad inimaginable de hortensias azules que bordean sus caminos costeros. Pico también es un buen destino: es Patrimonio Mundial, negra por su pasado volcánico, pero tachonada de azul por las hortensias cuando llega el verano. Junio y julio son los mejores momentos para ir.

Campos de lavanda, en Francia

Lavandas en Provence

¡Vaya imagen! Este es otro viaje indispensable para los amantes de las flores. La Provence es un destino francés inigualable y le da a la campiña francesa ese toque único y distinguible, de postal. En particualr, los alrededores de la antigua y simple Abadía de Sénanque, en Gordes.

La abadia fue construída a comienzos del año 1100, momento en que era el hogar de los monjes cistercienses. Aún sigue en sus manos y es ejemplo de un estilo de vida que ya se ha perdido para siempre, lo que le da doble valor.

En su momento, los monjes comenzaron a cultivar lavanda para ganar algún dinero extra, y después los granjeros de la redonda los imitaron rediseñando para siempre la imagen de estas tierras. Hoy puedes seguir el sendero de la lavanda alrededor de las regiones de Mont-Ventoux, Sault, Valréas y Luberon. Y visitar el Museo de la Lavanda, por supuesto.

Los lupines de Mackenszie, en Nueva Zelanda

Lupines en Nueva Zelanda

La verdad es que son unas florcitas divinas estos lupines, estacas color turquesa que suelen verse cerca de ríos y lagos, en paisajes lacustres por excelencia. En este caso vemos la región de Mackenzie, en la isla Sur de Nueva Zelanda.

Cada verano florecen y colorean el paisaje, a pesar de que son consideradas una peste… De hecho, aquí tampoco son plantas autóctonas, sino que fueron traídas e introducidas en la region hace apenas 100 años. Como solía ocurrir entonces, sin mucha conciencia de lo que una especie foránea podía producir en lo local, terminaron convirtiendose en un peligro para la ecología de la región.

Así que, si te interesa conocerlos en persona, pues mejor date una vuelta por la Isla Sur antes de que las autoridades hagan algo para erradicarlos. Uno de los mejores lugares para contemplar lupines aquí es el Lago Tekapo, en Wanaka, o el Lago Taupo. ¿Cuándo ir? Entre noviembre y febrero.

Campos de tulipanes, en Países Bajos

Tulipanes en Lisse

Los Países Bajos son conocidos por los tulipanes y uno de los mejores campos de tulipanes que vas a ver es el de Lisse. Los Países Bajos gozan de una larga primavera y de noches frías, así que diríamos que tiene las mejores condiciones para producir los mejores tulipanes.

Las zonas centrales y al noroeste del país tiene los mejores lugares para admirar estas coloridas flores. Por ejemplo, Noordoostpoler, en la región de Flevolan, dónde puedes seguir el sendero de la costa desde Leiden a Alkmaar.

El campo de tulipanes de Lisse es sensacional: 32 hectáreas senmbradas con tulipanes, lugar de los famosos Jardínes Keukenhof, siete millones de tulipanes de todos los colores. ¿Cuándo ir? Entre abril y mayo.

Cerezos de Washington, Estados Unidos

Cerezos en Washington

Es cierto que Japón es sinónimo de cerezos en flor, después de todo los japoneses hacen una fiesta y toda una celebración de los cerezos en flor, pero como elegimos la glisina japonesa, le toca el turno a Washington.

La ciudad de Washington, en Estados Unidos, también es sede de un montón de cerezos. Fueron un regalo de los japoneses a comieznos del siglo XX, y florecen entre marzo y abril. De hecho, del 20 de marzo al 13 de abril tiene lugar el Festival Nacional del Florecimiento del cerezo.

Obviamente, el florecimiento está sujeto al clima (la primavera es complicada), pero si tienes suerte podrás estar aquí para disfrutar de un paisaje de alrededor de 3 mil cerezos… ¡florecidos!

Florecimiento de almendros, en Marruecos

Almendros en Marruecos

África tenía que estar presente en nuestra lista de viajes imperdibles para los amantes de las flores. Las laderas de los Montes Atlas se colorean de rozado cuando llega la primavera en Marruecos, transformando por completo el paisaje que de otra manera parece lunar.

Campos y campos de almendros decoran las colinas y los valles, rodean las aldeas bereberes, iluminan el camino a Trafaout, pro ejemplo, pintoresca aldea del Valle de Ameln, corazón de la producción de la almendra en el país.

Sí, las almendras son importantes para la economía y la cultura marroquí, y por supuesto están presentes en su gastronomía. Marruecos es uno de los productores más importantes de almendras en el mundo, y hasta hay un festival especial aquí, con teatros, bailes y música bereber, dónde los mercaderes se hacen presentes. Lamentablemente este festival no tiene fecha fija y sigue el patrón del florecimeinto del árbol.

¿Febrero? Suele ser el mes elegido.


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