Villajoyosa

Imagen| Traveler

Este verano muchas personas han escogido destinos dentro de España para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Numerosos han sido los que se han decantado por localidades de mar y playa no tan masificados, sobre todo en las circunstancias en las que el país se encuentra a causa del coronavirus. Villajoyosa, en la Costa Blanca alicantina, es uno de los municipios que cumple estos requisitos a diferencia de otros pueblos de la provincia más relacionados con el turismo de masas tradicionalmente.

En el siguiente post nos adentramos en esta capital histórica de la comarca costera de la Marina Baixa con mucho sabor mediterráneo, marinera y comercial. ¿Nos acompañas?

¿Dónde está Villajoyosa?

Situada entre Benidorm y El Campello, este municipio cuyas calles huelen a chocolate y están salpicadas con casas de colores se caracteriza por su turismo discreto y tranquilo. Los 15 kilómetros de costa de su término municipal, sus más de diez playas y su modelo de urbanismo responsable hacen que Villajoyosa sea el contrapunto al bullicio de otras localidades turísticas próximas.

¿Qué ver en Villajoyosa?

Casco Antiguo

El casco antiguo se halla sobre un cerro que antaño fue una ciudad ibérica que a menudo se identifica con la Alonis de los textos clásicos. Posteriormente, Villajoyosa adquirió su nombre actual cuando Bernat de Sarriá la reconquistó en el año 1301 a los musulmanes. Se buscó entonces un topónimo con un claro objetivo de repoblación cuyo nombre evocara alegría para tratar de atraer gentea una zona rodeada recientemente reconquistada e inestable. En el Vilamuseu de la calle Colón 57 se puede conocer mucho más sobre la historia de la localidad gracias a sus colecciones de objetos fenicios, púnicos o griegos y a sus exposiciones de fondos históricos.

Dentro del casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural, merece la pena conocer la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (uno de los ejemplos de Iglesia-Fortaleza que existen en Alicante y perteneciente al gótico catalán), el recinto amurallado, la Torre de Sant Josep (la mayor de las tres torres funerarias romanas mejor conservadas de España) o las Torres Vigía del siglo XVI.

Otros lugares de interés son la Villa Giacomina (de estilo historicista construida en 1920 en el paraje de la Malladeta), la torre de Sant Josep (un monumento funerario romano del siglo II cuyo nombre oficial es torre de Hércules), el santuario de la Malladeta (de origen íbero y romano del siglos IV a.C – I d.C) o las termas públicas monumentales de Allon.

Chocolate tradicional

Al comienzo del post hacía referencia a que las calles de esta localidad huelen a chocolate y es que desde hace varios siglos, este manjar es una de las señas de identidad de Villajoyosa por ser sede de diversas fábricas de elaboración artesanal de este delicioso dulce. La más conocida es Chocolates Valor (Avda. Pianista Gonzalo Soriano, 13) aunque no es la única ya que también son muy populares Chocolates Marcos Tonda (Partida Torres, 3) , Chocolates Clavileño (Colón, 187) o Chocolates Pérez (Partida Mediases, 1).

Organizan visitas guiadas a sus propios museos del chocolate donde los visitantes podrán conocer los orígenes del chocolate y cómo han evolucionado los procesos de fabricación y la maquinaria empleada.

Gastronomía de calidad

La valenciana es una de las cocinas más sabrosas de España. La de Villajoyosa, en particular, está basada en la pesca con productos como marisco, mojama o salazón de huevas e influida por los arroces.
Además del chocolate, otro dulce artesano delicioso que se fabrica en Villajoyosa es el turrón a la piedra. Su cremosidad y su toque de limón lo hacen del todo irresistible.

Diversos restaurantes del lugar especializados en la preparación de la paella, así como del arroz caldoso, platos formados en su gran mayoría con pescado. Entre ellos se pueden encontrar el “arrós amb llampuga”, “arrós amb ceba” y “arrós amb espinacs”. Otros platos típicos son el “suquet de peix”, “els polpets amb orenga” y la “pebrereta”. Pero entre estos el que más predomina en esta localidad es el “caldero de peix”.

Imagen| Vanitatis

Casas coloridas y colgantes

Villajoyosa ha sido tradicionalmente un tranquilo pueblecito de pescadores que se embarcaban para faenar. Sus familias decidieron pintar las fachadas de las casas de colores con el objetivo de que los marineros de regreso a casa cada tarde pudieran identificar su casa. Con el tiempo se ha convertido en seña de identidad de la localidad. Desde el paseo marítimo, callejeando por Carrer Arsenal, Carrer del Pal, Pou o Sant Pere podemos contemplar este arcoiris tan peculiar.

Se cuenta además que los balcones servían de transmisor de noticias ya que, según el color de la sábana que se colgara de ellos, los pescadores en la distancia podían saber si les esperaban buenas o malas noticias.

Las playas de Villajoyosa

Imagen| El periodic

Villajoyosa tiene más de diez espectaculares playas para elegir: junto al puerto pesquero está su playa urbana de arena aunque también tiene de tipo rústico con cantos y arena como Paraíso o Bol Nou. Es la más extensa y está adaptada para personas con movilidad reducida.

Respecto a los deportes acuáticos, si te interesa el esnórquel,no te puedes perder Estudiantes, Puntes del Moro, El Xarco, Racó de Conill y L´Esparrelló. Estas dos últimas, además, son nudistas.

Moros y Cristianos

Pero si queréis disfrutar aún más de este lugar, la mejor fecha es del 24 al 31 de julio, cuando se celebra la fiesta de Moros y Cristianos, declarada de interés turístico Internacional.

A diferencia de otros festejos de Moros y Cristianos, aquí no se realiza un desfile sino que tiene lugar un combate naval y un desembarco en la playa. Se celebran en honor a Santa Marta, patrona de Villajoyosa, desde 1694 pues se le atribuye que años antes se apareció para socorrer al pueblo del ataque de los piratas berberiscos que acosaban la zona.


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