Una buena manera de recorrer los verdes y hermosos paisajes de Irlanda es alquilar un coche. Primero debes ver qué parte del país te gustaría recorrer y entonces seguro aparecen muchos lugares atractivos y hoy en día, además, muchas rutas turísticas que se ajustan a distintos intereses de los visitantes.
Así, Irlanda nos ofrece conocer penínsulas, surfear en sus playas, recorrer acantilados, zonas remotas con construcciones megalíticas, bahías y las bendiciones de su maravillosa costa atlántica. De eso se trata el Wild Atlantic Way.
Wild Atlantic Way
Es una ruta que recorre 2600 kilómetros así que es una de las rutas costeras más extensas del mundo. Recorre la costa oeste de Irlanda arrancando en la Península Inishowen en el norte hasta bajar a la ciudad de Kinsale, en el histórico condado de Cork, en el sur.
Se trata de un recorrido absolutamente especial para los amantes de la naturaleza y sus paisajes. Tierra y océano se conjugan a lo largo de todos estos kilómetros mostrando su diversidad (producto del encuentro constante entre el agua y la tierra, entre el viento y las playas), tallando acantilados, recortando bahías, erosionando playas, uniendo aldeas, monumentos antiguos y otras maravillas.
Puntualmente la Wild Atlantic Way comienza en la Península Inishowen, en el condado de Donegal, pasa por los condados de Leitrim, Sligo, Mayo, Galway, Clare, Limerick y Kerry hasta terminar en Cork. Puedes dividirla en 14 puntos o etapas a lo largo de esos 2600 kilómetros. Apunta estos sitios emblemáticos de cada una de ellas:
- De Derry a Letterkenny: la Península Inishowen.
- De Letterkenny a Bunbeg: Fanad Head.
- De Bunbeg a la ciudad de Donegal: la Slieve League Coast.
- de Donegal a BNallina: la Bahía Donegal y Sligo.
- De Ballina a Belmullet: Erris.
- De Belmullet a Westport: la Isla Achill y la Bahía de Clew.
- De Westport a Clifden: el Puerto de Killary.
- De Clifden a Galway: Connemara.
- De Galway a Kilkee: El Burren y West Clare.
- De Kelkee a Tralee: el estuario del Shannon.
- De Tralee a Castlemaine: la Península Dingle.
- De Castlemaine a Kenmare: El Anillo de Kerry.
- De Kenmare a Durrus: Beara y Sheep’s Head.
- De Durrus a Kinsale: West Cork.
Bahías, montañas, aldeas costeras, promontorios rocosos, acantilados vertiginosos, faros, islas, parques nacionales, playas, ballenas, delfines, festivales culturales y verdes bosques. Un poco de todo. A lo largo de esta ruta tendrás sitios la mar de pacíficos y otros, ruidosos, imponentes. Para sacarle mejor provecho la oficina de turismo de Irlanda te ofrece el Wild Atlantic Way Passport, un souvenir único para completar el recorrido.
El pasaporte cuesta solo 10 euros y lo compras en ciertas oficinas de correo a lo largo de la ruta. Es un librito azul con el dibujo de Irlanda en la cubierta en el que vas pegando las estampillas que recibes al momento de la compra y que corresponden a varios lugares o Discovery Points (como se llaman), a lo largo de la ruta. Vas sellando los lugares que visitas y lo ideal es completar los 188 sitios con 118 estampillas.
Cuando llegas a las primeras 20 te puedes comunicar con la Oficina de Turismo y se te entrega un regalo. El pasaporte es la prueba de que has recorrido esta parte de Irlanda, de que has recorrido 2500 kilómetros costeros y has obtenido así el Wild Atlantic Way Certificate, bien oficial. Además, contiene información útil sobre la ruta y sus atractivos.
Cada uno de los pasaportes que se venden tiene un número específico y lo ideal es registrarlo en su sitio web porque al final puedes participar de un concurso para ganarse vacaciones de por vida en la Wild Atlantic Way.
Castillos a lo largo del Wild Atlantic Way
Hasta aquí hemos visto que la ruta costera se concentra más en la Naturaleza pero lo cierto es que verás también castillos. Hay muchos, pero siete son los más sobresalientes. Por ejemplo, en Donegal puedes incluso alojarte o pasar a comer por un castillo devenido en hotel, el Solis Lough Eske Hotel. Es un alojamiento de cinco estrellas que data del siglo XV y que alguna vez perteneció al clan O’Donnell, los padres de Donegal.
En Galway está a su vez el Castillo de Ballynahinch, también convertido en hotel. Descansa a orillas del río Owenmore, en tierras que alguna vez pertenecieron al clan O’Flaherty. En Clare, otro castillo hotel es el Castillo Gregan. Es un buen hotel para alojarse en el Burren, un paisaje de piedra caliza e inhóspito que supo inspirar a J.R.R Tolkien para escribir El Señor de los Anillos.
En Kerry está el Castillo Ballyseede, en Tralee. Es un sitio elegante, hotel de cuatro estrellas, antigua casa de los condes de Desmond y según dicen, ¡con fantasmas! Siguiendo, en Cork está el Castillo Desmond, abierto a los visitantes solamente con guía. Fue construido por un Conde de Desmond en el siglo XVI pero hoy es el Museo Internacional del Vino. El Castillo Dunguaire, en Galway, es una clásica casa-torre construida en 1520 por el clan O’ Hynes. Supo ser punto de encuentro de WB Yeats y lady Gregory, en pleno auge del revival celta.
Finalmente, en Leitrim está el Castillo Parke, justo a orillas del Lough Gill. Se trata de un castillo de la época de la Plantación (la época en la que los ingleses llevaron colonos ingleses y galeses a vivir a Irlanda, confiscando para eso tierras a familias irlandesas). De hecho, el dueño de estas tierras en particular fue llevado a Londres y ejecutado en 1591.
Alojamientos a lo largo de la Wild Atlantic Way
A lo largo de esta ruta podrás alojarte en cómodos y pintorescos Bed & Breakfast, alquilar casas particulares que se ofrecen a turistas u hoteles. En la propia página web de la ruta costera tienes una selección de estas tres opciones.
Recuerda que si no llevas tu coche a Irlanda siempre puedes alquilar uno o incluso una caravana, ara hacerlo más aventurero o pintoresco. La empresa West Coast Camper Van tiene una flota de caravanas y ofrece la posibilidad de recoger el vehículo en varios puntos a lo largo de la ruta costera. Con respecto a los coches tienes en Irlanda muchas compañías (Avis, Sixt, Europcar, etcétera).