Todos hemos oído hablar, de alguna u otra manera, sobre Siberia. Que es una tierra lejana, una tierra helada, de trabajos forzados, casi un destino de castigo. Todo tiene su origen en que tanto los zares como el gobierno comunista de la vieja Unión Soviética solían enviar aquí a criminales y enemigos. ¿La razón? Es una tierra helada.
Aquí en Siberia oriental, por ejemplo, hay una ciudad: Yakutsk, la ciudad más fría del mundo. Vamos a conocerla.
Yakutsk
Siberia es una región muy grande que se ubica en la parte asiática de la hoy Federación Rusa. Ocupa el 76% del territorio ruso y va desde los montes Urales hasta el Pacífico. Con 13,2 millones de kilómetros cuadrados y bajísima densidad poblacional, tiene fronteras con Mongolia, Corea del Norte, China y Kazakjistábn. El río Yeniséi divide Siberia en dos, la parte occidental y la oriental.
Es entonces en Siberia oriental donde se encuentra la ciudad de Yakutsk. Está a 450 kilómetros del Circulo Polar Artíco y con su alrededor de 355.500 mil habitantes está detras de Vladivostok y Jabárovsk.
La ciudad es dueña del puerto del valle del río Lena y de un importante aeropuerto. La gente llegó aquí hacia los siglos XIII y XIV, fueron grupos de pueblos túrquicos, del norte y centro de Eurasia, empujados por el levantamiento militar de los mongoles. Al llegar se mezclaron con los indígenas y así, en 1632 nace la ciudad rusa bajo la forma de un fuerte cosaco. Pocos años más tarde llegó a ser una voivodstvo, un territorio bajo el mando militar de un gobernador.
Así, la ciudad y su comunidad se convirtieron en punta de lanza de la expansión del imperio ruso hacia el sur y el este, y realmente cobró brillo, literal, cuando se descubrió oro y demás minerales a finales del siglo XIX. Fueron estas importantes minas las que dieron imulso a la industrialización de la Unión Soviética, ya en el siglo XX y bajo el gobierno de Stalin.
Tras la Segunda Guerra crecieron los campos de trabajos forzados, para prisioneros y disidentes, y con el tiempo Yakutsk pasó a ser la ciudad más poblada de la región y como hoy, centro de la Repúbica de Sajá.
El río sobre cuya costa descansa la ciudad es uno de los más largos del mundo. Al mismo tiempo es la ciudad mas grande que encontramos en la zona de permafrost. ¿Qué es el permafrost? Es la capa del suelo que está congelada de manera permanente, aunque eso no significa necesariamente que siempre haya hielo o nieve. Sucede en todas las regiones muy frías o periglaciares, como es el caso de la tundra. Obviamente, hay permafrots no solo en Rusia sino en sitios como Alaska, Canadá o el Tíbet, por ejemplo.
Entonces, el clima de Yakutsk es subártico extremo, así que sí, es una de las ciudades más frías del mundo. ¿Qué temperaturas tiene? Tiene una media anual de -12ºC y la media de enero ronda los -41ºC. La de julio está en 18ºC, aunque ha habido años donde ha alcanzado los 33ºC. Así, tiene una de las oscilaciones de temperatura más grandes del mundo. No nieva mucho, lo que ayuda a que pueda ser una ciudad habitable, ya que no llueve mucho y por ende, tampoco nieva tanto.
Los inviernos son eternos y fríos. La temperatura más baja aquí ha sido de -64ºC. Los veranos son cortos pero cálidos y tranquilamente pueden hacer 33ºC, aunque la más alta registrada ha llegado a ser 38.4ºC. ¿Y siendo así, ¿cómo es la vida aquí?
Tranquila y fría. La mayoría son mineros o comerciantes ya adaptados a que la temporada fría dure aquí al menos tres meses, desde mediados de noviembre hasta el final de febrero. Y sí, enero es el mes super frío. La ropa es escencial, algo en lo que sí o sí se tiene que invertir: zapatos cálidos, pantalones térmicos, guantes y gorro en la cabeza, una obligación para no perder el calor corporal. Las casas están construidas sobre pilotes metidos en el permafrost, ya que con el verano la nieve se derrite un poco y todo se embarra y puede moverse.
Lo más raro, para aquellos que no son acidos en la zona, es sentir que el aire nunca se calienta por completo en su paso por la nariz. Entonces, es respirar aire frío siempre y también congelarse la nariz. Parece que la gente local tiene nariz más pequeña, pero si no eres de por aquí y tu nariz es grande, pues lo vas a sufrir un poco. Tambien es cierto que en invierno nadie está afuera de su casa si no lo necesita.
La gente vive puertas adentro, salvo que sean obreros de la construcción y entonces están en el exterior con temperaturas de -50ºC sin problemas. Por debajo de este número no trabajan ya que el metal puede quebrarse. La vida no se detiene, salvo con frío más extremo. Nadie apaga el coche cuando se baja a hacer compras, hasta puede ser que lo dejen todo el día así.
Si se nos ocurriera ir de visita a Yakutsk, ¿qué podríamos hacer? La ciudad tiene el Teatro de Sajá, un edificio de Ópera y Ballet y varios museos. El más importante es el Museo del Mamut, que abrió sus puertas en 1991 y se dedica al estudio del mamut.
Antes cualquier fósil que se encontrara en Siberia se enviaba a otras instituciones del país, Moscú, San Peterbsurgo o Novosibirsk. El museo es importante y por eso tiene el nombre de «mundial». El 75% de lo que se conoce de los mamuts se preservan aquí, con más de más de 1450 obejtos y restos fósiles. Obviamente, mucho se conserva a bajas temperaturas para el estudio futuro.
Tambien está la Casa Museo Historia del exilio político en Yakutia, el Museo del Folklore y Música, el Museo de Arqueología y el Museo Nacional de Arte de Sajá. El centro cultural más actual es de septiembre de l 2020, el Centro de Cultura y Arte Contemporáneo Gagarin.
Asi, si tienes tiempo, dinero y curiosidad, puedes ir y conocer Yakutsk, la ciudad más fría del mundo. Está a solo 5 mil kilómetros al este de Moscú y en invierno la rodea una niebla helada que parece mágica.
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