Curiosidades de París que te dejarán boquiabierto

París

París es una ciudad que tiene mucho que ofrecer. Lugares llenos de encanto en los que perderse entre la multitud o los increíbles monumentos que decoran la capital, mientras se disfruta de un clima agradable durante todo el año.

Con una superficie de 105 kilómetros cuadrados, y con tantas maravillas que ver en cualquier rincón, seguro que las 10 curiosidades de París que te voy a contar no las conocías.

Un rincón de Egipto en la capital

Pirámide de Louvre

La Pirámide del Museo del Louvre fue diseñada por el arquitecto Ieoh Ming Pei, y se inauguró en el 1989. Tiene una altura de 20,1m y un total de 673 paneles de vidrio laminado. Con un peso de 180 toneladas, en su interior la temperatura es idéntica a la que se registra en la pirámide de Keops, en Egipto: 51 grados centígrados. Además, tiene sus mismas dimensiones.

¡Hay tres Estatuas de la Libertad!

La más conocida está en los Estados Unidos, al sur de la isla de Manhattan, pero hay dos réplicas que están en Francia: una en Colmar inaugurada en el 2004, y la otra en París, en la Isla de los Cisnes. Ésta última fue diseñada por artista italiano-francés Auguste Bartholdi, y se inauguró el 4 de julio de 1889.

Para desayunar, pan y queso. Y para comer, y para cenar…

Baguette

Si has escuchado alguna vez decir a alguien que los parisinos comen pan y queso todos los días y no te lo has creído, hacías mal. Para ellos, estos dos alimentos son básicos, tanto, que incluso siguen unas normas muy estrictas para conseguir las mejores baguettes y el mejor queso. Y ¡qué buenos están recién hechos…!

¿Te imaginas París con una guillotina enorme?

Poco faltó para construirla. Y es que, para la Exposición Universal de 1889, se realizó un concurso para diseñar una obra monumental, que tendría que acabar siendo la huella de la ciudad. Entre otras propuestas, estaba la de construir una guillotina de 274 metros de alto, para conmemorar el aporte de Francia a esta práctica. Menos mal que, al final, se optó por construir la Torre Eiffel, que nada tiene de ofensiva y que puede presumir de tener un alto valor ornamental.

El Barrio Latino, el lugar con más ambiente

Se encuentra ubicado al sur de la Isla de la Cité, y es uno de los barrios más animados. Durante la Época Medieval, fue habitado por estudiantes que hablaban latín. Hay que decir que este fue uno de los puntos calientes durante la Revolución de Mayo de 1968, aunque hoy en día es un barrio tranquilo, con agradables restaurantes y cafeterías que invitan sentarse y a descansar.

Kilómetro cero, en la plaza de Notre Dame

Point Zéro

No es el centro de Francia, pero sí de París. desde este punto, del Point Zéro que lo llaman ellos, se puede calcular la distancia de todas las carreteras de la ciudad. Por la región se suele decir que los que lo pisan, lo más seguro es que regresen, pues les acompañará la buena suerte durante su estancia.

No sabemos si es verdad o no, pero el lugar desde luego es encantador.

París evitó tener 13 distritos

El número 13 era (y es, todavía hoy, por muchas culturas) considerado como el número de la mala suerte. Durante la Revolución Francesa de 1795 se establecieron 12, y 48 subdivisiones, pero no querían establecer uno más por miedo a que la ciudad cayera en desgracia. Algo que, obviamente, no pasó, pues hoy en día tiene 20 distritos y está más viva que nunca.

Escalera de caracol del Museo de Louvre

En el Museo de Louvre podemos ver y utilizar una bellísima escalera de caracol. Pero, ¿sabías que hay de distintos tipos y que tienen diferentes funciones? Son elementos que llaman mucho la atención, tanta, que un conocido arquitecto ha dedicado 10 años a estudiarlas. Ahora ha realizado un trabajo impresionante, en el que cuenta su historia, la importancia que tienen, el por qué de su éxito, y mucho más. Para más información, te recomendamos leer la tesis doctoral del arquitecto Alberto Sanjurjo.

Misterios de la Catedral de Notre Dame

Gárgola

Se trata de la catedral gótica más famosa del mundo, y el monumento más visitado de París. Podrás encontrarla en la isla de la Cité, donde te esperarán las gárgolas que evacuan el agua de los tejados, de las cuales se cree que despertaron la noche que Juana de Arco fue quemada en la hoguera.

Saludar, un arte

No es suficiente decir Bonjour o Bonsoir (según sea el caso) con un tono de voz normal, sino que hay que practicar mucho para que nos salga lo más natural posible. Los parisinos adoran su idioma, por lo que si los saludas con un -casi, pues la perfección absoluta no existe- perfecto saludo, te aseguro que vas a disfrutar mucho más de las conversaciones que mantengas con ellos.

París es una ciudad en la que perderse siempre es un placer, sobretodo tras leer estas curiosidades, ¿no crees?


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