En Cataluña, en el municipio de Alto Arán, el más extenso de todo el valle, se esconde el pueblo de Baguergue, un encantador destino que desde 2019 se cuenta entre «los pueblos más bonitos de España».
Entre bosques y montañas, conozcamos hoy Baguergue, su historia y sus atractivos.
Baguergue
El pueblo se ubica a unos 1418 metros de altitud y a esa altura es el más alto del Valle de Arán. Está sobre la marguen izquierda del río Unhòla y su pintoresco casco histórico integra el Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
El nombre del pueblo aparece ya en documentos de comienzos del siglo XIV, y por ellos se sabe que sus hombres juraban fidelidad al rey de Aragón. Es un sitio pequeño, de pocos habitantes regulares, poco más de un centenar.
Es bonito por su arquitectura tipicamente aranesa, con casas de piedras, techos de pizarra y aberturas de madera. Al ser un pueblo de altura las vistas son lo mejor que ofrece a sus visitantes, amén de algunos tesoros que revelan su historia.
¿Qué vemos entonces en Baguergue, uno de los pueblos más bonitos de España? La Iglesia de Sant Fèlix llama la atención por sus muros de piedra del siglo XII, pideras que son irregulares entre sí. El edificio ha cambiado con el transcurso de los años y ha tenido reformas de estilo. Dentro descansa la Cruz de Baguergue, algo muy típico entre los pueblos locales, y que en las fiestas de la Santa Cruz cobra protagonismo absoluto. ¿Cuándo es eso? El 3 de mayo.
San Félix es el santo al que está dedicada la iglesia. El edificio tiene una nave central, dos capillas a los lados, así que ahora tiene forma de cruz, y un presbiterio cuadrado que sustituyó uno semicircular en las reformas de 1724. Después se sumó el campanario, en 1763, con una base cuadrada y forma octagonal, y ocho ventanales debajo de un tejado piramidal.
De la estructura original del edifico solo quedan dos ventanas, pero éstas han sido tapiadas. Una la ubicas sobre el lado oeste, alargada y tapiada ya con la construcción del campanario. La otra la ubicas sobre el lado norte y hoy se ha transformado en un nicho con arco de medio punto. De este lado también, en la pared, hay una cornisa sobre ménsulas, y debajo de ella se distingue arcadas que son aguantadas por piedras que recuerdan, algunas, felinos.
La puerta de la iglesia está orientada al poniente y se observan tres vueltas que van rebajando el muro para que aparezca la puerta. Lo cierto es que es una iglesia muy pintoresca en cualquier momento del año. En verano los colores son gris piedra y pizarra y verde, pero en invierno la nieve cubre todo. Las lápidas y cruces de su pequeño cementerio son de postal en esta época del año.
Otro sitio que los turistas puedes visitar es el Museo Eth Corrau, con mas de 2500 piezas que retratan la vida cotidiana y la artesanía rústica aranesa. Este museo fue una iniciativa de la familia Moga y abrió sus puertas en 1999. Para conocer la vida tradicional aranesa es un muy un sitio. Funciona dentro de un viejo corral y su colección es variada, hay desde artesanías ancestrales del Valle hasta enseres y objetos cotidianos.
En la planta inferior del museo está todo lo relacionado con la vida en el campo, y la planta superior se concentra en las escenas más domésticas, las relacionadas con el esquí y también con la infancia. ¿De qué elementos está compuesta concretamente la colección de este museo en Baguergue? Pues hay herramientas de zapatero y carpintero, pupitres, tronas, collerones de mulas, viejos esquís, máquinas para esquilar, guadañas, herraduras… y hasta una colección de billetes que está muy bien enmarcada.
Buena parte de la colección del museo ha pertenecido a la familia Moga, otras las compraron y otras aparecieron en mercados, por ejemplo, la báscula de Val d’Aran que se encontró en el Mercat dels Encants, en Barcelona. Uno de los promotores y fundadores del museo es Felipe Moga, un hombre ya mayor que le ha cumplido la promesa a su padre en lo que respecta a conservar lo más posible los elementos de su familia aunque su primer trabajo fue el de ser instructor de esquí (incluso lo fue del rey emérito Juan Carlos I, del rey Felipe VI y de sus dos hermanas).
Una vez que tienes visto el museo y estás un poco más empapado de las costumbres e historia del pueblo, puedes simplemente caminar por él, admirar sus calles y sus casitas. Entre las casas más importantes del pueblo podemos nombrar la Casa es de Pansart y la Casa Menginat, por ejemplo. En el caso de la Casa Menginat es un bonito edificio residencial del siglo XIX que está sobre la Carrer Major, 30.
Fue construida en 1804, lo dice en su portal, y perteneció a una familia de la pequeña nobleza barcelonesa que pasaba aquí algunas temporadas, los Roig. Hacia 1900 pasaría manos de Nenè Moga. Tiene dos plantas,ventanas y balconcitos y una hermosa puerta presidida por esculturas, una corona, el sol, la luna y dos leones rampantes. Y un reloj de sol en el piso.
También está el edificio de la quesería, la quesería más alta del Pirineo, y la Ermita de Santa Margalida, aunque para eso deberás recorrer un kilómetro rumbo norte del pueblo. Pero vale la pena, es un sitio tranquilo, con vistas estupendas.
Ahora bien, hablando de estaciones no podemos dejar de recordar que en primavera las flores aparecen por doquier en Baguergue, uno de los pueblos más bonitos de España. En 2018 tuvo el honor de ganar por tercera vez consecutiva la máxima distinción de Viles Florides, un proyecto que quiere promover la transformación de pueblos y ciudades de Cataluña mediante flores y plantas, para que los paisajes regionales cobren brillo, vida y fama.
Baguergue se ha inscrito en el proyecto y eso ha hecho que la cantidad de visitantes se haya multiplicado, especialmente en agosto. A las flores de la primavera y el verano se suman las fiestas que hay entre julio y agosto: la romería de Santa Margarida (el 20 de julio), y la fiesta de San Félix.
Pero lo cierto es que de un tiempo a esta parte la idea principal es justamente desestacionalizar el turismo. Es decir, Baguergue es famosa en invierno porque es un sitio super bonito , está enclavado en la montaña y tiene cerca centros de esquí, nada mejor para la temporada invernal, pero la intención es abrirlo a otros momentos, a escapadas de fin de semana, por ejemplo.
Por eso es que se trabaja con otros pueblos vecinos, como Roda de Isábena o Ainsa, los dos en la zona pirenauica de Huesca, para darle promoción a una ruta por los pueblos más bonitos, pero del Pirineo. Buena idea. Entonces, ¿qué podemos recomendar de Baguergue? ¡Pues que lo visites en cualquier momento del año, qué siempre tiene algo bonito para ver o hacer!
Hay historia, belleza y diversión. En primavera o verano puedes pasear por las montañas y los prados a la redonda, y en invierno puedes practicar esquí u otros deportes de montaña.