Aunque siglos atrás la extensión y la profundidad del lago eran mucho mayores que las de ahora, Banyoles sigue ocupando una gran superficie (1,18 kilómetros cuadrados) alimentado por el agua de acuíferos subterráneos y ofreciendo una plataforma ideal para la práctica de deportes acuáticos, especialmente el remo, y un sinfín de actividades lúdicas. El propio lago y los terrenos circundantes forman además una reserva natural de gran interés turístico.
Un aspecto curioso de Banyoles es que, como sucede con el famoso Lago Ness en Escocia, aquí también existe una leyenda en torno a un supuesto monstruo que habita el fondo del lago. Según se dice fue el propio Carlomagno el primero en avistarlo, hace doce siglos, durante una exploración de la zona mientras se encontraba en Girona. Para acabar con la bestia solicitó ayuda a San Emeterio, un monje francés que logró hipnotizar al dragón con sus rezos y oraciones, «convenciéndolo» de que volviera al fondo del lago y no perturbara nunca más la vida de los hombres.
Tal vez por eso nadie haya vuelto a ver al monstruo pero si te pica la curiosidad y quieres buscarlo por tu cuenta te animamos a visitar este precioso lago. Para llegar hasta allí basta con seguir la carretera C-66 desde Girona, pues la localidad de Banyoles, a orillas del lago, se encuentra a tan solo 20 kilómetros al norte de la ciudad.
El lago más grande de España es el de Sanabria.