Berlín es una de las grandes capitales de Europa, y a simple vista no pareciera ser una ciudad divertida para viajar con niños pero… las apariencias engañan. Si eres de los que viajan en familia y siempre incluye actividades para hacer con los peques, pues la capital alemana te va a sorprender gratamente.
Berlín, planes para hacer con niños.
Turismo en Berlín
Berlín es una ciudad moderna con mucha historia y si te gusta ir a bailar, por ejemplo, tiene una escena nocturna super activa. Pero con niños las cosas cambian y siempre hay que adaptar el programa y los horarios.
Una ciudad con tanta historia vuelve esa historia parte de su oferta al visitante, así que por suerte tus hijos van a tener lecciones de historia a cada paso. Los viajes cultivan, así que mi consejo es que las lecciones impartidas de esta manera son las que más se recuerdan.
Un paseo por sus calles puede abrir preguntas sobre las dos guerras mundiales, el Holocausto, la inmigración, el nacionalismo y mucho más. No cierres esas puertas, nuestros hijos son ciudadanos de un mundo siempre en conflicto y la mejor manera de entender el presente es conociendo el pasado.
Ahora bien ¿qué ofrece Berlín para los peques? Apunta estas visitas que van a ser un verdadero deleite para ellos pero también par tí. Puedes empezar por el Museo DDR. Se trata de conocer cómo vivía la otra mitad de la ciudad cuando Berlín estaa dividida en oriente y occidente.
La ex Alemania del Este es un mundo no tan lejano y aquí lo puedes conocer de una manera intercativa con proyecciones de la vieja televisión, revisando cajones y demás. Otro destino parecido es el Muro de Berlín: aquí puedes hacer una caminata de dos horas y media diseñada especialmente para familias con niños.
En este sentido puedes agregar una tarde en el Mauerpark, una zona forticafada que estaba entre el este y el oeste de la ciudad. El nombre del parque se traduce como el Parque del Muro, y tiene que ver con el Muro de Berlín, obviamente. Hoy es un buen símbolo de la unidad y el recuerdo de aquel pasado dividido. Se trata de un amplio espacio verde donde puedes decsanar, jugar, hacer un picnic y recorrer algunso restos del ex muro. Los domingos hay un mercado de pulgas y espectaculos de karaoke en el anfiteatro, el Bear Pit, o bandas en vivo, conciertos y demás talentos.
El Berliner Unterwelten nos ofrece un paseo, un tour por los túneles escondidos, los búnkeres y sitios históricos que se esconden por debajo de las calles de la capital alemana. En este caso se trata de búnkeres y refugios antiaéreos que datan de la Segunda Guerra Mundial, pero también de la Guerra Fría, de aquellos años en los que los ciudadanos del este se escapaban por aquí hacia el oeste.
El Museo de Historia Natural de Berlín es otro sitio interesante con exhibiciones de palentología, minerales, zoología y biología evolutiva. Podrán ver el esqueleto de un gran dinosaurio, fósiles y una gran colección de gemas. Tiene el «Mundo Dinosaurio» con modelos tamaño real y exhibiciones interactivas.
Legoland Discovery Centre es un parque bajo techo con muchas zonas de juegos y talleres Lego para los más pequeños. Hay cosas para todas las edades, un tour por la fábrica y sitios para dedicarse a soñar y contruir.
El AquaDom & SEA Life Berlin es el lugar para vivir una aventura submarina. Los niños podrán conocer muchas especies marinas (tortugas acuáticas, tiburones y peces de colores). El acuario es un cilindro que está en el medio del lobby de un hotel, millones de litros de agua marina que son el hogar de decenas de peces tropicales. Alrededor del domo hay un elevador transparente, así que puedes moverte por el mismísimo centro del acuario, con vistas maravillosas.
El Tiepark Berlin es el zoo abierto más grande de Alemania, una gran oportunidad para que los niños vean de cerca y aprendan mucho sobre los animales que están aquí. También puedes llevarlos a hacer un paseo en bote por el río Spree. Hay muchos botes de paseo que surcan las aguas de este pintoresco río, brindando un punto de vista distinto de la ciudad. Además, a lo largo de las orillas del río hay muchos sitios famosos del paisaje urbano: el edificio del Reichstag, la Catedral de Berlín, la Isla Museo, parte del Muro de Berlín o la Torre de TV de Berlín, por ejemplo.
El Museo de la Tecnología muestra la historia de la tecnología y su impacto en la sociedad. Eso puede despertar la curiosidad de los niños, ya que hay exhibiciones donde pueden meter mano: aviones, coches, distintos experimentos, una vieja imprenta gráfica…
¿Te gustan los laberintos? Pues tienes uno en el Labyrinth Kindermuseum, un sitio especialmente diseñado para niños de entre 3 y 11 años. La idea es que aprendan jugando, así que les proporciona un entorno adecuado para que se expresen con libertad, experimenten y aprendan en ese viaje alocado de descubrimeinto.
El museo les ofrece muchas experiencias multisensoriales e inmersivas que despiertan la imaginación y los sentidos de los más pequeños. Pueden disfrazarse, hacer juegos de rol, construir con bloques y otros materiales, experimentar texturas y sonidos, ser artistas…
Para seguir con actividades, puedes hacer que la familia entera suba a la Catedral de Berlín o Berlin Dom. Está en la Isla Museo, Museumsinsel, y es un sitio que la UNESCO ha declarado Patrimonio Mundial. Todos puedes trepar al domo ya sea usando un elevador o un escalera, y así gozar de vistas panorámicas del paisaje de la capital alemana. Se ve todo. Y a los niños les encantará.
El Computerspielemuseum es el Museo de los Juegos de Ordenador, dedicado a la historia y cultura de los videojuegos. Si tus peques son gamers, pues este sitio les encantará. Hay de todo un poco, desde viejos y ochentosos arcades hasta juegos de realidad virtual. Y para ir terminando, un clásico: la Berliner Fernshturm, un verdadero símbolo de Berlín, altísima. La estrcutura mas alta del país, una torre de diseño futurista con una plataforma de observación de forma esférica.
Esta torre de TV ofrece unas vistas panoramcias inolvidables de Berlín, así que bien puede ser el broche de oro de la visita a Berlín con niños. El elevador es genial en sí mismo, en 40 segundos te lleva arriba de todo. Y allí arriba , con la bella Berlín a los pies, se despiden todos juntos de una ciudad inolvidable.