Jordania es una parte de Oriente Medio en donde el turismo ha ido creciendo en las últimas décadas, y es que se trata de un lugar que tiene mucho que ofrecer, mucho más que la impresionante ciudad de Petra, esa que aparece en la película de Indiana Jones. Ella por sí sola es un motivo para visitar el país, pero lo cierto es que hay muchas más cosas interesantes.
Jordania forma parte de esa Tierra Santa que aparece en la Biblia, y su historia es muy amplia, tanto que hay muchas ruinas y vestigios repartidos por esas ciudades que cuentan con siglos y siglos de antigüedad. Además, cuenta con increíbles espacios naturales, como el desierto de Wadi Rum. Sin duda un gran conjunto para preparar un viaje lleno de emociones y sorpresas.
Ciudad en piedra de Petra
Comenzamos con lo que sería casi la razón por la que nos iríamos a Jordania, y se trata de ver la ciudad de Petra, construida en piedra sobre la misma roca. Esta ciudad fue descubierta en 1812 por Johann Ludwig Burckhardt, y hasta entonces fue una ciudad perdida, que se convirtió en una leyenda de los beduinos. Esta ciudad, construida por los nabateos, data de hace miles de años, y en ella también hay restos de presencia romana.
El punto de partida es la ciudad Wadi Musa, y se recomienda poder disfrutar del amanecer, cuando la piedra cobra un color naranja, o bien durante el atardecer, cuando se torna rosada. Se llega por el desfiladero el Siq, para abrirnos paso hasta ese templo que todos hemos visto en las postales, el Khasné o Tesoro. Después podremos ver tumbas de reyes y un sendero con escalones que lleva a El Deir, o el Monasterio.
Sitio Bautismal de Betania
En el río Jordán, a la altura de Betania, es en donde se supone que el mismo Jesucristo fue bautizado por Juan. La zona ahora carece de agua, pero hace mucho, el cauce del río creaba una piscina en esta zona, en la que muchos se bautizaban. Este es sin duda un destino para aquellas personas creyentes, ya que tiene un profundo significado religioso.
El hermoso desierto de Wadi Rum
Wadi Rum es uno de los desiertos más bellos del planeta, con unos paisajes que parecen sacados de Marte y con grandes espacios naturales que demuestran la enormidad de la naturaleza. Este desierto se encuentra entre Petra y Aqaba, y permite llevar a cabo algunas actividades. Se puede recorrer en 4×4 o en camello, algo más auténtico. También se puede dormir en la típica jaima en medio del desierto, como los beduinos.
La Reserva natural de Dana
Es la reserva natural más grande de Jordania, una auténtico espacio natural protegido de gran valor ecológico. Son muchas las actividades de las que se puede disfrutar en ella. Hay rutas de senderismo que se adentran en la reserva por los cañones, e incluso se pueden contratar guías de la zona para poder disfrutar de rutas más largas e interesantes. La Casa de Huéspedes de la reserva hace algunas actividades, entre ellas visitar las tumbas nabateas o la aldea otomana.
La ciudadela de Amman
Al llegar a Jordania estaremos en la capital, y antes de dirigirnos a ningún lado, es una buena idea hacer una parada en la ciudadela. Está en lo alto de una de sus colinas, y cuenta con unas importantes ruinas que relatan mucho de la historia de la ciudad. En ella podremos ver el Templo romano de Hércules, el palacio de los Omeya y también miradores para disfrutar de las vistas a la ajetreada ciudad.
Bañarse en el Mar Muerto
Esta experiencia tan divertida quiere ser vivida por todos los que van a Jordania, y es que este Mar Muerto, que en realidad es un lago interior, tiene una salinidad muy superior al de los océanos, y por eso lo de mantenerse a flote es cosa bien fácil. Pero no solo es esto, sino que también es un gran spa al aire libre, y alrededor de él hay muchos lugares en los que alojarse en donde disfrutar de una completa experiencia de relajación.
Ser como Moisés en el Monte Nebo
El Monte Nebo aparece en la Biblia como ese en el que Dios le muestra a Moisés la Tierra Prometida, y la cultura popular ha hecho que este sea ese monte. Se dice que también es el lugar de la última morada de Moisés y su tumba. Un lugar religioso pero que también cuenta con bonitos atardeceres.
Ver el mosaico de Mádaba
En la ciudad de Mádaba se encuentran algunos de los mejor conservados mosaicos bizantinos de todo Oriente Medio. Están en la iglesia crsitiano-ortodoxa de San Jorge, en donde nos encontramos lo que sería un mapa de la Tierra Santa.
La antigua Roma en Jerash
Jerash cuenta con restos arqueológicos bien conservados de una antigua ciudad romana, para esos amantes de la historia que no pueden resistirse a estos lugares. A pesar de los terremotos y otros problemas, entre ellos las guerras, el haber quedado enterrada, y descubierta hace solo un par de siglos nos la ha traído en tan buen estado.