Para todo aquel y toda aquella que aún no conozca este pequeñito paraíso, hoy os queremos invitar a conocerlo. Y es que el pequeñito atolón de Palmyra también se merece, y mucho, más que un hueco en nuestro blog. Este atolón conforma unos 12 kilómetros cuadrados de superficie y, aunque deshabitado, se consolida como uno de los sitios más hermosos del mundo, porque claro… El hombre no ha podido hacer mucho en él y se conserva intacto.
¿Dónde? Pues nos trasladamos hasta la parte central del océano Pacífico, justo en lo que conocemos con el nombre de las Espóradas Ecuatoriales o islas de la Línea, es decir, un archipiélago que se localiza justo al sur de la islas Hawái y al norte de las islas de la Sociedad. En este atolón nos encontramos con un enorme arrecife, dos lagunas, unos cincuenta islotes compuestos de arena, rocas y arrecifes y mucha vegetación en la que destacan los cocoteros.
Supongo que ahora os seguiréis preguntando qué es aquello que la hace especial o curiosa… Pues el atolón de Palmyra es conocido popularmente como la «isla maldita«, ya que alrededor de él giran numerosas historias de piratas, muertes trágicas y tesoros enterrados. La gente está llena de superstición, pero a otros, por ejemplo como a mí, estas cosas nos llaman más la atención…
En dicha isla no hay absolutamente de nada, aunque durante la Segunda Guerra Mundial se construyeron varias carreteras y calzadas hoy en día en un estado deplorable. También, como no, hay una pista de vuelo de unos 2 kilómetros aproximadamente, aunque también necesita, obviamente, bastantes mejoras.
Foto Vía: taringa