El Valle de Hunza y el mito de la eterna juventud

El Valle de Hunza está en Pakistán, un país que de acuerdo a los medios de comunicación occidentales es casi un infierno de fundamentalismo. No se si es el lugar mas tranquilo de la tierra pero a veces los medios no transmiten información rigurosa, y en el caso de Pakistán hay muchos viajeros que aseguran que en verdad, salvo una parte del país, es un destino muy pacífico.

Demás está decir que es un país con muchas bellezas naturales y mucha historia, y el Valle de Hunza es un ejemplo. Sobre él ha pesado durante un tiempo un mito: el que su dieta vegetariana hace que las personas vivan más de cien años y además, que esto es Shangri-la. Veamos de qué se trata.

El Valle de Hunza

Está al norte de Pakistán, a 2.400 metros de altura, y lo forma el río Hunza. Está en Giglit-Baltistán, hoy en día una zona bajo control pakistaní, montañosa y habitada por poco más de un millón de personas que se reparten entre las etnias burusho y wakhi.

La capital de Valle de Hunza es la ciudad de Karimabad con montañas de más de siete mil metros de altura. Los paisajes son hermosos así que si a ti te gusta esto no te pierdas la oportunidad de visitar esta parte de Pakistán. No vas a olvidarla nunca.

El valle es, además, una de las paradas principales en una carretera mítica, la Carretera Karakoram, o KKH, una ruta que recorre alrededor de 1300 kilómetros desde Abbotabad en Pakistán hasta Kashgar en la provincia de Xianjiang, en el oeste de China. La carretera es una obra maestra de la ingeniería civil del siglo XX y al día de hoy es la frontera internacional a mayor altitud del mundo. Alcanza 4.800 metros en el Paso Khunjerab.

Puedes alquilar un coche o puedes hacerla en autobús. Los autobuses de larga distancia desde la capital pakistaní hacia el país parten desde Rawalpindi, no desde Islamabad, a unos 14 kilómetros de distancia. Aquí la estación de autobuses es enorme y caótica. Hay dos autobuses y minibuses VIP que parten desde aquí a partir de las 4 pm y llegan a las 6 pm del día siguiente. Hay unas tres paradas para ir al baño y una para comer y la policía detiene varias veces el coche así que hay que mostrar documentos.

Gilgit es la ciudad mas grande al norte de Pakistán y aún cuando quieras ir ya mismo al Valle de Hunza lo mejor y recomendable es quedarse aquí una noche. Además, es el único sitio con cajeros automáticos. Después, es hora de contratar un jeep o una minibus para ir al valle. El viaje es precioso con vistas de montañas por todas partes hasta llegar a Aliabad, la ciudad principal del Valle de Hunza. De aquí puedes tomar otro jeep hasta Karimabad, a otros 20 minutos.

Hay que decir que Karimabad es más linda, está por sobre Aliabad y se tiene una vista hermosa del valle que permite apreciar la belleza absoluta de este sitio. Finalmente, antes de hablar de lo que puedes hacer aquí hay que hablar del mito que pesa sobre el valle: el de la eterna juventud. Mucho se ha dicho de que la gente aquí vive mas de cien años y que los de 60 parecen de 40 años…

Se ha dicho que la causa de esto es la dieta vegetariana que siguen basada en frutas y verduras rudas, granos germinados, queso de oveja, casi nada de proteínas. Leerás que no se enferman, que se bañan en aguas heladas en invierno y mucho más.

Pero hoy ese mito ha sido derrumbado porque un doctor, Jhon Clark, se fue a vivir con ellos un año entero y después comentó en su libro que en verdad la gente aquí registra las mismas enfermedades que otras poblaciones de la zona, que no se manejan con un calendario estricto y no calculan entonces su nacimiento de acuerdo a una fecha de nacimiento sino a la sabiduría o liderazgo de la persona, por ejemplo. Mito resuelto.

Eso sí, a pesar de ser un pueblo musulmán la mujer tiene bastante autonomía e independencia y no se ve obligada a usar velo. Están muy alfabetizados, tienen rasgos caucásicos y son muy cordiales, corteses y tolerantes.

Qué hacer en el Valle de Hunza

Una de las primeras cosas que hay que hacer es subir un poco las montañas que rodean el valle y caminar hasta el Nido del Águila, un restaurante y hotel que está sobre una de las colinas que miran el valle. La gente local dice poder subir en una hora pero en verdad lleva casi tres horas por un camino sumamente empinado. ¿Vale la pena? Pues sí, la vista del atardecer es fenomenal y la cena lo vale también.

Por estas bellezas es que a Karimabad se la considera Shangri-la. Ya verás… Después sí, puedes seguir el camino por la autopista hacia la siguiente parada que es el Lago Attabad, a una hora solamente de distancia. El lago se formó hace muy poco, en 2010, cuando hubo un deslizamiento masivo de tierra que llegó a sepultar 19 kilómetros de la carretera y mató a 600 personas.

El lago que quedó es de 21 kilómetros de largo y 100 metros de profundidad y solo se puede cruzar en pequeños botecitos que tardan 40 minutos. Un viaje bastante fresquito. Por suerte los chinos están trabajando en otra manera de cruzar la montaña así que en el futuro seguro estos botecios serán la segunda opción. En el futuro, hoy todavía hay que cruzar así así que veras varios jeeps y minivans en la costa esperando para seguir viaje hacia la siguiente parada en la Carretera Karakoram, la pequeña aldea de Passu.

En Passu, en temporada, puedes escalar el Risco de la Catedral, una experiencia de alpinismo fantástica de calidad mundial. De otro modo, aquí igual puedes elegir quedarte a dormir porque hay un puñado de casas de huéspedes y gente muy amable. Finalmente, puedes después seguir la ruta hacia Sost, una ciudad fronteriza típica, núcleo del intercambio comercial entre Pakistán y China.

Este salto de pueblo en pueblo lo puedes hacer en una semana para viajar con tiempo y tranquilo, con tiempo para apreciar la belleza natural y la amabilidad de la gente local. Obviamente casi no hay Internet por ningún lado, así que también es una buena manera de desintoxicarse de la tecnología-dependencia.

Los momentos que pases en el Puente Hussaini, en suspensión, el cruce del Paso Glaciar desde el que se ve un glaciar intimidarte con conos que lo hacen parecer la catedral de Barcelona, con la firma de Gaudí, la cena en el Nido del Águila con siete picos a la vista, las compras que hagas en el mercadillo de Karimabad con sus alfombras tejidas por las mujeres locales y finalmente, porqué no, el vuelo tipo safari que te ofrecen y debes aceptar para apreciar desde cerca las montañas Himalaya, las Hindu Kush y las Karakoram…

Información a tener en cuenta antes de viajar al Valle de Hunza

  • Puedes llegar en avión a Islamabad y desde allí tomar otro avión hasta Gilgit, a dos horas de viaje en coche a Hunza. O moverte en autobuses.
  • Para visitar Pakistán es necesario tramitar una visa en la embajada pakistaní de tu país.
  • No hay mucho alojamiento en Hunza así que es necesario reservar.
  • La mejor época del año para ir es de abril a octubre pues en invierno hay menos vuelos y hay mucho del alojamiento que cierra sus puertas.

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