Fushimi Inari, el templo de las mil puertas

Japón tiene destinos maravillosos y mi consejo es visitarlo muchas veces porque con una sola no basta. ¡Voy por mi cuarta vez y todavía quedan tantas cosas por ver y hacer! Kioto es uno de los destinos más populares y aquí es donde encontrarás Fushimi Inari, el sitio que ves en la imagen que corona este post.

Sus fotografías son muy populares en Internet así que es un destino que no puede faltar en tu viaje a Kioto. Lo resalto porque esta ciudad tiene muchos otros atractivos y a veces éste en particular se pasa por alto o se posterga. Y realmente no hay que hacerlo.

Kioto

Kioto ha sido la capital de Japón muchos siglos, desde el siglo VIII hasta el siglo XIX para ser exactos, y es un sitio grande y populoso donde conviven lo antiguo y lo moderno, lo laico y lo religioso. Es la capital de la prefectura del mismo nombre, en la región de Kansai, y en shinkansen o tren bala llegas en poco mas de dos horas desde Tokio.

Gracias a todos los dioses del sintoísmo japonés las bombas de la Segunda Guerra Mundial no cayeron sobre ella, así que sus tesoros arquitectónicos han llegado hasta nuestros días y así podemos ver templos, pagodas y edificios centenarios.

Solo para nombrar algunas atracciones yo diría que no se puede dejar Kioto sin visitar el Palacio Imperial, Kiyomizudera, el distrito histórico de Higashiyama, Pontocho o el Mercado Nishiki. Subir a la torre frente a la estación cuando cae la tarde también es muy bonito.

Pero hoy nos concentraremos en Fushimi Inari, un destino que está a las afueras de la ciudad. Nada lejos, eso sí.

Fushimi Inari

El dios sintoísta del arroz es Inari y este templo está dedicado a él. Para llegar solo tienes que tomar el tren JR y bajar en la estación Inari, la segunda estación desde Kioto en la línea Nara. Es decir, son solo cinco minutos de viaje a un coste de apenas 140 yenes, dólar y medio. Eso sí, no te confundas y te tomes un tren rápido porque no se detendrá. Tiene que ser local. Después, el santuario está a pocos pasos de la estación.

El santuario se ubica al sur de Kioto y es el más importante de todos los que existen dedicado al dios del arroz. Para esta religión los zorros son los mensajeros divinos así que verás por todos lados estatuas suyas. La llave que a veces tienen en su boca son las bocas de los graneros donde se almacena el arroz.

Se dice que además de ser el más importante, entre unos 40 mil santuarios por todo el país, es uno de los mas antiguos ya que su existencia coincidiría con la conversión de Kioto en capital en el año 794.

A la entrada del santuario hay una puerta o pórtico típico delante del cual es menester inclinarse y golpear las palmas. Se llaman Romon y fue donado por uno de los tres unificadores de Japón, Tiyotomi Hideyoshi, en el año 1589. Detrás se alza el salón principal o honden donde se rinde respetos a la deidad del arroz con la presentación de una simple ofrenda. Es justo detrás de este salón que comienza el popular caminos de pórticos rojos, los toris.

En realidad es una red de senderos que comienza en un bosquecillo denso y que está decorado con miles de toris, miles. De aquí el nombre del santuario. Todos ellos han sido donados a través del tiempo por personas y empresas, así que si te acercas verás estos datos, nombre y fecha de la donación, en cada uno de ellos, por detrás.

Se calcula que la donación va  acompañada de 400 mil yenes si el tori es pequeño y su valor va subiendo conforme el tamaño del pórtico.

Las fotos, obviamente son geniales, pero terminar el recorrido no es moco de pavo. Y mi consejo es que lo hagas, aunque te cueste. Después de todo no son mas de dos o tres horas de andar y aunque siempre puedes emprender el regreso a medida que vas subiendo hay menos gente, más silencio y más soledad.

Incluso, si no llevas comida puedes aprovechar y descansar en alguna de las tiendas que hay a lo largo del camino que sirven platos típicos como udon de inari y esas cosas. Vale la pena.

No verás la misma cantidad de toris a lo largo de toda la ruta, cada vez aparecerán menos, pero unos 45 minutos después de empezar a caminar llegas a una intersección llamada Yotsutuji. Está a mitad de camino hacia la cima, más o menos, y desde este punto hay muy buenas vistas de la ciudad y las montañas a su alrededor. A partir de aquí el camino empieza a ser circular hasta la cima y aunque no es la parte mas entretenida… ¡no dejes de llegar al final!

Información práctica para visitar Fushimi Inari

  • Horarios: está siempre abierto pero procura no ir muy tarde para que no sea de noche. El templo tiene un momento de oración a las 7 am, 8:30 am y 6:30 pm y 4:30 pm.
  • Precio: la entrada es gratuita.

A veces los turistas lo pasan por alto porque en realidad Kioto tiene muchos por hacer y esta visita nos obliga a volver a la estación y tomar el tren, pero bueno, es lo que se hace cuando queremos visitar la ciudad vecina, la preciosa Nara, así que este es mi consejo: organiza una buena estadía en Kioto que te permita conocer sus atractivos en uno o dos días y después planificar otras escapadas o day trips: uno a Nara, otro a Arayishama y otro a Fushimi Inari. Imposible hacer todos en un día así que organízate muy bien.


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