Garachico, tragedia y turismo

Tenerife es una de las Islas Canarias, la isla más grande y la más poblada de ellas. Aquí, sobre la costa, se encuentra el municipio de Garachico. Es un sitio precioso, con muchos edificios antiguos y piscinas naturales que atraen turistas para disfrutar de buenos baños.

La historia dice que un día de 1706 el volcán Trevejo hizo erupción y arrasó el puerto, el mas importante de la isla entre los siglos XVII y XVIII, unión entre América y Europa. La época de oro de la villa terminó, pero otra etapa daría comienzo más adelante y hoy en día puede decirse que es uno de los pueblos más encantadores de Tenerife.

Garachico

La ciudad se fundó en 1496 de la mano de un banquero genovés llamado Cristóbal de Ponte. Después desarrolló su importante puerto desde el que salían, uniendo América y Europa con vino y azúcar, muchos barcos.

La erupción del volcán no fue la única tragedia del pueblo pues en el siglo anterior un deslizamiento de tierra mató un centenar de personas y hundió decenas de barco, pero sin dudas el volcán cambiaría la historia del pueblo para siempre. La lava arrasó casi toda la villa y cubrió el puerto así que los años dorados del comercio terminaron pero… esa misma lava que destruyó también construyó algo nuevo: los charcos, las piscinas naturales.

Hoy en día estas piscinas naturales se conocen con el nombre de El Caletón y atraen turistas y turistas. Ellas, en conjunto con el casco urbano antiguo, las calles adoquinadas, los edificios e iglesias antiguas, hacen que Garachico sea un destino pintoresco y bonito para conocer en Tenerife.

Garachico tiene muchos pinos, un paisaje volcánico y un acantilado que separa los alrededores de la villa del casco histórico. Por sus calles históricas es que en 1994 fue declarado Bien de Interés Cultural y desde antes, desde 1916, es Villa y Puerto, según orden del rey Alfonso XIII.

Turismo en Garachico

Hablemos de los atractivos de Garachico. En principio dijimos que tiene muchos edificios históricos así que entre ellos podemos nombrar a la Casa de los Ponte, un encantador y naranja palacete que perteneció a la familia fundadora de la villa. Data del siglo XVIII y aunque un incendió acabó con ella fue reconstruida y hoy es un hotel así que puedes hospedarte en ella.

La Casa de los Molinos no es otra cosa que el único molino de harina que queda en pie dentro del municipio. No es fácil de ver, pasa bastante desapercibido porque no está al nivel de la calle sino un poco más abajo, pero si te gusta la vulconología puedes darte una vuelta porque guarda una exhibición sobre este tema. Había más molinos, sí, pero desparecieron en el siglo XIX.

La Casa Palacio de los Condes de La Gomera, también conocida como la Casa de Piedra, tiene toda su fachada de cantería gris y puertas preciosas de madera. Se alzó entre el siglo XVI y XVII y naturalmente tuvo que ser restaurada tras la erupción del volcán. La Casa del Marques de la Quinta Roja es de fines del siglo XVI y luego el primer marques la modificó. Supo ser hogar de monjas franciscanas y hoy es un hostal rural divino.

Otro edificio histórico es el Castillo Fortaleza San Miguel, mandado a construir en 1575 por el rey Felipe II, como defensa de posibles invasiones. Un edificio que resistió el embate de la lava es el Convento Concepcionistas Franciscanas del año 1643. También superó un incendio y una tormenta marina a mediados del siglo XIX. Es el único convento de Garachico que ha llegado hasta nuestros días.

Otro edificio de carácter religioso es el Convento dominico de Santo Domingo. Se salvó de la furia del volcán por su ubicación así que está intacto, con sus balcones. Hoy funciona como un museo de arte contemporáneo, es además el auditorio municipal y un hogar de ancianos. También está la Iglesia matriz de Santa Ana y la Ermita de San Roque.

Amén de estos tesoros arquitectónicos e históricos hoy le gente llega a Garachico atraída por sus piletones, sus charcos, sus piscinas naturales. Lo que se llama El Caletón. Este sitio costero tan particular y aprovechado hoy en día se formó a partir de la erupción del volcán en 1706. Cuando la lava dejó atrás el pueblo siguió su camino hacia el mar y al llegar allí creó estos charcos naturales de formas irregulares y caprichosas.

En verano se llenan de turistas que escapan al calor. Sus aguas son en general tranquilas pero no deja de ser el océano así que si el mar está picado hay que tener cuidado con olas sorpresivas. Una vez que terminar de dar chapuzones y disfrutar del agua puedes probar la gastronomía local a base de pescados que se ofrece en los números restaurantes de la zona. Pescado local y papas al mojo, el mejor plato.

En verano Garachico se vuelve muy popular, pero también lo es cuando hay fiestas locales como la de San Roque, la romería que se celebra el 16 de agosto, de las mas populares en Canarias. También están las Fiestas Lustrales en honor al Cristo de la Misericordia, que solo se organiza cada cinco años, en la que se decoran las calles con flores de papel y hay carrozas que pasean por las callecitas. Estas fiestas son entre el 31 de julio y el 1 de agosto y el momento mas importante es la de los Fuegos del Risco.

Los próximos Fuegos del Risco son en 2020 y si quieres ver algo genial no te los pierdas pues la gente de Garachico arroja bolas de fuego desde lo alto de los acantilados. estas bolas siguen el camino que siguiera la lava desde el volcán al mar en 1706. Es la forma de celebrar o recordar esa tragedia que a la postre se convirtió en el imán turístico del pueblo.

«Glorioso en la adversidad», ese es el lema de Garachico, y después de pasar un par de días por aquí se entiende.


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