Historia de las ruinas romanas en la playa de Bolonia

Hay una aldea al sur de España que se llama Bolonia. Aquí, en su playa, sobre la costa del Estrecho de Gibraltar, hay un conjunto de ruinas romanas conocidas con el nombre de Baelo Claudia. Tienen alrededor de 2 mil años de antigüedad y son un gran tesoro.

Hoy, en Actualidad Viajes, la historia de las ruinas romanas en la playa de Bolonia.

Bolonia, España

Cuando uno escucha Bolonia piensa automaticamente en Italia pero no, en este caso se trata de una aldea costera de la municipalidad de Tarifa, provincia de Cádiz, al sur de España. Está sobre la costa del mar Atlántico, a apenas unos 23 kilómetros más o menos por carretera desde Tarifa, ciudad que a su vez descansa sobre la famosa Costa de la Luz que, Estrecho de Gibraltar mediante, mira a Marruecos.

Bolonia está en una bahía y las ruinas romanas que hoy nos convocan están cerca de la playa. Se consideran las ruinas más completas de una ciudad romana hasta la fecha descubiertas en España. ¡Genial!

La playa de Bolonia tiene alrededor de 4 kilómetros de largo y un ancho promedio de 70 metros. Vive aquí muy poquita gente, su población no llegan a las 120 personas.

La posición de este lugar es privilegiada y goza de unas vistas maravillosas: las arenas blancas de la playa de Bolonia van desde Punta Camarinal hasta Punta Paloma, y se ven las colinas de San Bartolome al este y las montañas de Higuera y Plata al oeste. Así, se crea una cala resguardada que alguna vez fue perfecta para amarrar veleros.

Ruinas romanas de la playa de Bolonia

¿Pero que hay de estas ruinas? Nos cuentan que en algún momento aquí vivió más gente que en la actualidad, eso seguro. Lo cierto es que Baelo Claudia era una antigua ciudad romana de Hispania. Originalmente era una aldea de pescadores y un puente comercial y supo ser muy prospera en tiempos del emperador Claudio, aunque por los constantes terremotos terminó siendo abandonada hacia el siglo VI.

Baelo Claudia fue fundada a fines del siglo II a.C para favorecer el intercambio comercial con el norte de África mediante la pesca de atún, el comercio de sal y la producción de garum (una salsa fermentada de pescada muy usada en la cocina antigua), aunque además se cree que tuvo además alguna función administrativa gubernamental.

Fue en tiempos de Claudio que se ganó el título de municipio y su riqueza se trasluce en la cantidad y calidad de sus edificaciones. Los arqueólogos creen que su máximo esplendor se alcanzó entre el siglo I y II a.C, pero que a mediados del siglo II tuvo lugar un gran terremoto que derrumbó buena parte de los edificios marcando el principio de su fin.

A esta tragedia natural le siguieron ataques de piratas en el siguiente siglo, tanto germánicos como bárbaros, así que entre subidas y bajadas su final llegó durante el siglo VI.

Sitio arqueológico de Baelo Claudia

El descubridor de las ruinas fue Jorge Bonsor. Las excavaciones han sacado a la luz las ruinas más romanas más completas de toda la Península Ibérica y hoy en día pueden distinguirse el templo de Isis, un teatro, una basílica, el mercado…

El trazado urbano de estas ruinas es maravilloso y sigue el mapa común romano con dos rutas, la cardo maximus que la cruza en el ángulo derecho y luego en dirección norte-sur y la decumanus maximus que va de este a oeste y termina en la entrada de la ciudad.

En el punto en que estas dos rutas se cruzan estaba el foro o plaza principal, pavimentada con piedra original de Tarifa, todavía visible y bien preservada. El foro fue construido en tiempos de Augusto, pero toda la ciudad creció exponencialmente bajo el gobierno de Claudio, en el período de la República.

Alrededor estaban los edificios de la administración pública. También había una plaza abierta con pórticos en tres de sus lados que acceden al templo del emperador, la curia y a una sala de reuniones.

En la parte de atrás hay otro edificio importante, la basílica, que tenía varias funciones aunque la más importante era la de sede de la corte de justicia. Del lado izquierdo han quedado muchos edificios construidos en piedra entre los que se cuentan numerosas tiendas, una taberna, por ejemplo.

El sitio arqueológico hoy preserva lo más representativo de una ciudad romana, a saber, los muros de piedra reforzados con cerca de cuarenta torres de vigilancia, las puertas principales de la ciudad, edificios administrativos como el archivo municipal o el senado, el foro, los tribunales que estaban presididos por una estatua del emperador Trajano de más de tres metros de altura, cuatro templos, tres de ellos dedicados a Minerva, Juno y Júpiter, el otro a Isis; el enorme teatro con capacidad para dos mil personas y los restos de un mercado con un sector especial de venta de carne y comida con 14 tienditas y un patio interno, unas termas y otros negocios más.

No hay ciudad romana sin acueducto así que aquí en Baelo Claudia hay cuatro. Eran cuatro los acueductos que aprovisionaban de agua a la ciudad y eran vitales para el funcionamiento de la industria local de garum, por ejemplo, pero también para el día a día de la ciudad. Incluía además un sistema de drenaje y de cloacas. Esta era realmente una ciudad romana con todas las letras y por eso es un verdadero tesoro arqueológico.

Es una de las perlas arqueológicas de Andalucía, contando además Italica a las afeuras de Sevilla y Acinipo a las afueras de Ronda. Las ruinas han sido no solo preservadas sino restauradas, permitido por el estado genial de conservación de las mismas.

Hoy funciona en el lugar un centro de visitantes que es un verdadero portal a la ciudad. Es un edificio de concreto que en su momento fue bastante objetado por la gente local pero que se pierde bastante bien en el paisaje general de dunas. Hay un atrio central, pintado de blanco y con un balcón de vidrio que mira a la hermosa costa.

La visita al centro es un buen prefacio a la visita de las ruinas ya que hay un modelo a escala de la ciudad en su mejor época y una audio guía muy buena.

Además, hay algunos tesoros en exhibición como un estatua de mármol que se cree de alguna diosa y fue encontrada en la Puerta de Carteia, uno de los accesos principales a la ciudad, una tubería de plomo del siglo I, una columna restaurada de la basílica y los restos de una estatua de mármol encontrada en los baños marinos que representa la figura desnuda de un atleta varón y se conoce como Doryforus de Baelo Claudia.

A las ruinas se accede desde el centro así que hay una ruta sugerida, aunque por supuesto puedes hacer el recorrido que más te plazca. Al lado de lo que queda de la puerta de acceso este hay un pequeño trecho de acueducto que en su medida original tenía poco más de cinco kilómetros de largo y llevaba agua a los baños que estaban al oeste. Se cree que estos baños eran tanto deportivos como de ocio y como era usual tenía una terma enorme y lujosa y otra más pequeña y privada.

Entre otros espacios sociales estaba la plaza del foro, en la que aun se conservan 12 columnas alrededor, la basílica y como dijimos antes el teatro que es uno de los espacios más completamente preservados y restaurados. Esta en una ladera natural y toda la zona de los asientos está restaurada. Incluso se usa hoy en día como un escenario moderno en producciones de verano del teatro clásico español.

Después, en el extremo sureste del sitio, hay un centro marítimo que es muy importante visitar para terminar de comprender la ciudad y su historia. Se trata del distrito industrial, del lugar donde estaban los baños de sal, donde limpiaba el atún y se lo salaba para preservarlo. Esta fue la industria que hizo enriquecer a Baelo Claudia y hasta podrás ver las redes restauradas que usaban los romanos en aquel entonces para pescar tamaño pescado.

¿Un último dato curioso? En 2021 Baelo Claudia fue escenario del rodaje de la serie de Netflix, The Crown. Se convirtió brevemente en Egipto cuando la serie mostró la visita de Lady Di a Egipto en 1992.

Información práctica de Baelo Claudia:

  • Horario de apertura: del 1 de enero al 31 de marzo y del 16 de septiembre al 31 de diciembre abre de martes a sábados de 9 am a 6 pm y los domingos y festivos de 9 am a 3 pm. Del 1 de abril al 30 de junio abre de martes a sábados de 9 am a 9 pm y los domingos y festivos de 9 am a 3 pm. Del 1 de julio al 15 de septiembre abre de martes a sábados de 9 am a 3 pm y de 6 a 9 pm y domingos y festivos de 9 am a 3 pm. Los lunes cierra.
  • Los días festivos en tarifa son el 16 de julio y el 8 de septiembre y esos días el sitio abre de 9 am a 3 pm.
  • En verano podrás disfrutar de espectáculos en el anfiteatro.
  • Hay visitas guiadas con arreglo precio.
  • La entrada es gratuita para los ciudadanos de la UE con pasaporte o identificación. Sino cuesta 1,50 euros.
  • Cómo llegar: desde Tarifa por la carretera N-340 hasta el kilómetro 70.2. Doblar hacia CA-8202 y seguir por una carretera local que llega a la aldea de Ensenada Bolonia. Seguir derecho en lugar de girar a la izquierda hacia la playa y en 500 metros verás el centro de visitantes y el estacionamiento gratuito del lado izquierdo.
  • Ubicación: Ensenada de Bolonia s/n. Tarifa, Cádiz. España.

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