Islas Faroe, destino en Dinamarca

Si te gusta el turismo de aventura, al aire libre y estar rodeado de Naturaleza, este destino turístico es para ti: las Islas Faroe. Se trata de un grupo de hermosas islas que pertenecen a Dinamarca.

Se las conoce también como las «islas de las ovejas», y son un total de 18 islas situadas en el Atlántico Norte. Aquí puedes hacer senderismo, escalar montañas, observar aves, andar en bicicleta, bucear, pescar, hacer surf, cabalgar y disfrutar de el cálido ambiente local. ¿Vamos?

Islas Faroe

Las islas están a unos 320 kilómetros del noroeste de Escocia, a mita de camino entre Islandia y Noruega. Han sido parte del Reino de Noruega un tiempo pero hoy pertenecen a Dinamarca, como una región que goza de autonomía.

Las islas son rocosas, con acantilados agrestes, ventosas, con eternas nubes en sus cielos, frías la mayor parte del año. Como dijimos antes son un total de 18 islas mayores aunque se suman más de 700 islotes. Se formaron hace unos 60 millones de años, gracias a la actividad volcánica de cuando estaba unida a Groenlandia.

Visitar las Islas Faroe

Llegar hasta aquí es muy fácil, por más lejos que estén. Se puede llegar en avión desde muchos destinos: París, Reykjavik, Edinburgo, Bergen, Copenhagen y también, según la estación, vuelos desde Barcelona, Gran Canaria, Mallorca, Malta, Creta…

Las aerolíneas que vuelan a las islas son Scandinavian Airlines y Atlantic Airways y cuanto más cerca de tu destino tomes el vuelo, menor es el tiempo de vuelo. Desde Bergen o Edinburgo, por ejemplo, en una hora estás allá. Por último, en ferry sí se puede llegar pero ya desde Islandia o Dinamarca. Es más lento, pero encantador, por supuesto, a bordo de Smyril Line.

Eso sí, si decides ir en ferry y darte unos gustos el viaje puede rondar los 700 euros. Es la tarifa aproximada para viajar en agosto de este año con servicio de desayuno, almuerzo y cena. Ida y vuelta, eso sí, una persona, sin coche, y con ciertos lujos pues por ese precio se viaja en cabina individual.

La gente que viaja en ferry suele venir con su coche, pero si llegas en avión una vez en las islas puedes alquilar uno o una moto o un motorhome. Las islas están bien conectadas con rutas y puentes y túneles así que es genial moverse por aquí. Hay estaciones para cargar gasolina pero debes estar atento a las distancias entre ellas para recargar a tiempo. Con respecto a los túneles bajo el mar hay dos y ambos tienen peaje, de DKK 100, alrededor de 13 euros por un viaje ida y vuelta.

Uno de los túneles, el Vágatunnilin, conecta la isla de Vágar, donde está el aeropuerto, con la isla de Streymoy. El otro, Noraoyatunnilin, conecta la isla de Boraoy con la de Eysturoy. No tienen cabina de peaje sino que el mismo se paga en las estaciones de gasolina, dentro de los tres días en los que se usó el túnel en cuestión.

¿Puede uno moverse en transporte público? Sí, es eficiente y relativamente barato. Los ferries están en parte subsidiados por el Estado y cuestan DKK 15. Hay tarjetas de múltiples viajes, por ejemplo por DKK 500 puedes viajar cuatro días. Se usan en buses y en ferries. También hay autobuses turísticos y hasta puedes hacer un viajecito en helicóptero por DKK 125.

Qué ver en las Islas Faroe

Más allá de las actividades que podemos hacer, ¿qué sitios podemos ver? Todas las islas tienen algo, un tesoro, pero por supuesto si pensamos en la islas en su conjunto hay sitios más populares que otros.

Gjògv es una aldea en la isla de Eysturoy. Tiene un fantástico acantilado de 200 metros de largo que corre desde la aldea misma hacia el océano. Es un sitio precioso, rodeado de montañas, con menos de 50 habitantes que viven en casitas de madera y techos de césped. Hay senderos alrededor para disfrutar de las vistas , una coqueta casa de té, una casa de huéspedes y un campamento.

Otra aldea especial es Mykines, con el mismo estilo de casas y un bonito faro en la punta del islote de Mykineshólmur. Es una isla alejada, con acantilados, colinas ondulantes, vistas estupendas del mar y de las otras islas y además, un paraíso para los que gustan de observar aves. Es el punto mas alejado de las Islas Faroe. Ten en cuenta que si vas entre el 1 de mayo y el 31 de agosto deberás pagar  DKK 100 de ida y de vuelta en el ferry, y si vas más allá de la aldea, hasta el faro, un adicional de DKK 2250. Todo el dinero es para la manutención de los aves.

Tinganes es el casco histórico de la capital, Tórshavn. Tiene dos puertos y se dice que es uno de los sitios mas antiguos, sino el más antiguo de todos, donde se celebró un parlamento alguna vez. Esto sucedió alrededor del año 900 y fue un parlamento vikingo que empezó a celebrarse cada verano para discutir cuestiones de importancia. Ocupa la pequeña península en el centro, istmo que divide el puerto en dos partes.

El casco histórico está muy bien preservado y mantenido, conserva todo su charm medieval. Pero además puedes visitar otros sitios como el Museo de Historia de Faroe, la Nordic House, el Museo de Historia Natural, la Galería Nacional, la Catedral Tórshavn…

Skansin también está en la capital y es un antiguo fuerte del siglo XVI que tenía el objetivo de defender la ciudad de ataques piratas. Piratas franceses, de hecho, destruyeron el fuerte original en 1677, tras exigir 200 ovejas, 500 pares de guantes, 1200 pares de medias… Después, se reconstruyó y hoy pueden verse sus cañones y los visitantes pueden disfrutar de sus fenomenales vistas del mar.

Una de las postales clásicas de la islas son los acantilados de Vestmanna. Este es un pueblo en la parte oeste de la isla de Streymoy, puerto popular hasta que se construyó el túnel de Vágatunnlin. De todas maneras sigue siendo popular por sus fantásticos acantilados que pueden visitarse en bote. Se ven aves  y grutas y se está a los pies de acantilados verticales que cortan el aliento.

Como ves, muchas de las atracciones de las Islas Faroe tienen que ver con el mar y su costa y en esta lista sumamos Beinisvord, la costa de Risin, Kirkjuour o el lago de Sorvágsvatn, el «lago sobre el océano» o el encantador pueblo costero de Gjógv. Y no me olvido de la hermosa cascada de Múlafossur, en la aldea de Gásadalur.

Hay de todo para ver y hacer, siempre con un buen abrigo, siempre con la cámara en la mano, siempre con el corazón abierto para guardar y preservar las maravillosas experiencias que esta visita nos va a brindar.


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